Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Domingo 8 de septiembre de 2002
  Primera y Contraportada
  Editorial
  Opinión
  Correo Ilustrado
  Política
  Economía
  Cultura
  Espectáculos
  CineGuía
  Estados
  Capital
  Mundo
  Sociedad y Justicia
  Deportes
  Lunes en la Ciencia
  Suplementos
  Perfiles
  Fotografía
  Cartones
  Fotos del Día
  Librería   
  La Jornada de Oriente
  La Jornada Morelos
  Correo Electrónico
  Búsquedas
  >

Estados
Estudios de impacto ambiental estarían listos en diciembre; la SCT minimiza posibles daños

Proyectan ampliar en 2003 el puerto de Veracruz; repudio de ecologistas

Impugnaremos jurídicamente el plan: ambientalistas; "estamos listos para otro Atenco", dicen pescadores

ANDRES T. MORALES CORRESPONSAL

Veracruz, Ver., 7 de septiembre. Organizaciones de ecologistas y de pescadores impugnan aquí la posible ampliación del puerto de Veracruz hacia la zona costera conocida como Bahía de Vergara -considerado el más ambicioso proyecto en materia portuaria del sexenio de Vicente Fox y en el cual se invertirían más de 5 mil millones de pesos-, pues anticipan un crimen ambiental con secuelas irreversibles para la biodiversidad marina.

La nueva infraestructura portuaria requerirá "ganarle al mar" 625 hectáreas, pero con ello se destruirán 25 por ciento del parque arrecifal que desde 1992 se encuentra bajo protección por decreto presidencial, además de que se destruirán las isletas que sirven de santuarios para la anidación de pelícanos marrones, gaviotas y águilas pescadoras.

Sin embargo, la Coordinación de Puertos y Marina Mercante de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes minimiza los probables daños y asegura que el pasivo ambiental será compensado con proyectos alternativos de conservación ecológica y generación de miles de empleos.

El anuncio de la inminente extensión de la infraestructura portuaria hacía Bahía de Vergara, a menos de tres kilómetros de la actual terminal, hecho el 26 de julio por Administración Portuaria Integral de Veracruz (Apiver), puso en alerta a las organizaciones ecologistas que ya se preparan para iniciar una intensa lucha jurídica contra los atropellos ambientales que conlleva el proyecto.

Hace más de dos años, la Apiver elaboró el Plan Maestro de Desarrollo del Puerto de Veracruz 2000-2010, en el cual se establecen los objetivos para responder a la demanda en los niveles de movilización de carga, al impedir que se sature en breve tiempo, y se intenta edificar uno de los puertos más modernos del continente americano.

Raúl Rodríguez Cánovas, director de la Apiver, refirió que para la sede del proyecto se eligió a Bahía de Vergara por su viabilidad económica y ubicación estratégica, ya que conecta con los sistemas ferroviarios y carreteros, así como el aeropuerto Heriberto Jara Corona y la ciudad industrial Bruno Pagliai.

Entre los datos técnicos del proyecto se contemplan una serie de trabajos en dos etapas que incluirían espacio suficiente para edificar entre 45 y 48 posiciones de atraque, que permitirán el arribo de buques de gran calado y una movilización estimada de 15.5 millones de toneladas por año, lo que representa un flujo similar al del actual puerto de Veracruz. En total, se pretende instalar la infraestructura portuaria en mil 100 hectáreas con reserva territorial de mil 500 hectáreas.

"La inversión está prácticamente amarrada con la iniciativa privada e inicialmente se estima en alrededor de cinco mil millones de pesos", dijo.

Biodiversidad amenazada

Agrupaciones como Proceso Verde, Chalchicueye y Greenpeace, coinciden en que la realización del proyecto prácticamente será uno de los crímenes ecológicos más graves que afecten al país, pues se destruirá la cuarta parte del sistema arrecifal veracruzano.

Isabel Estrada, presidenta de Proceso Verde, una de las organizaciones ecologistas más antiguas del estado, argumenta que el dragado de más de 7 millones de metros cúbicos de agua en Bahía de Vergara, necesarios para la edificación de muelles y la obtención de 625 hectáreas, además del tráfico de buques y la contaminación por descargas residuales o derrames accidentales durante la operación de la futura terminal, aniquilará los arrecifes y pastos marinos.

Virginia Murrieta, coordinadora de la organización Chalchicueye -que en voz náhuatl es el nombre de la diosa protectora de las aguas-, sostiene que está en riesgo el hábitat para más de mil 400 especies de flora y fauna acuáticas.

La agrupación, pionera de la lucha para que se emitiera el decreto de área natural protegida del sistema arrecifal veracruzano, indicó que el nuevo puerto destruirá las principales formaciones arrecifales localizadas en la zona y que son La Gallega, Galleguilla, Punta Gorda y Blanquilla. Las dos primeras tienen 53 mil 600 metros cuadrados, mientras que las restantes miden 31 mil 200 y 19 mil 600 metros cuadrados.

Desde 1945, los levantamientos arrecifales que sobresalen del mar, en especial, la Isla Blanquilla, están considerados como santuarios para la anidación de especies de aves marinas como gaviotas, martín pescador, pelícano marrón y el águila pescadora.

"Es evidente que al morir las poblaciones coralinas y pastos marinos no habrá peces ni alimento para estas aves, además de que la variación de las corrientes marinas, el tránsito de buques y la contaminación, matará estas especies", puntualizó.

Murrieta Martínez, también jefa del Departamento de Servicios Asistenciales del Centro INAH-Veracruz, aseveró que la ampliación portuaria hacia Bahía de Vergara derivará en una modificación de las corrientes marinas, haciendo peligrar la subsistencia de las islas y el suelo subacuático.

La instalación de enormes plataformas de concreto alterará la ruta natural de las corrientes submarinas aumentando el azolve hacia las zonas aledañas a Bahía de Vergara, siendo los arrecifes más próximos los de Anegada e Isla Verde, donde se localiza parte del cementerio de embarcaciones que se hundieron por diferentes circunstancias durante los últimos cinco siglos y a las cuales se les conoce como pecios.

Dicho azolve terminaría por sepultar a los restos de los pecios que se hayan en el fondo del mar y que aún no son explorados en su totalidad, y perjudicaría gravemente la arqueología submarina, aseveró.

De igual forma, la alteración de las corrientes marinas provocará que el agua gane espacios en tierra firme y provoque la merma en playas, islas y esteros, siendo la Isla de Sacrificios la formación con mayor peligro y donde todavía hay una reserva de fauna y flora importantes, además de la existencia de un cementerio prehispánico perteneciente a la cultura Remojadas.

Todo lo anterior, en perjuicio de más de 600 familias de pescadores de la zona que dependen de la captura de especies, que desaparecerán con el relleno de la bahía.

En diciembre, posible autorización presidencial

Por su parte, Francisco Avila Camberos, coordinador general de Puertos y Marina Mercante de la SCT, dijo que el principal escollo para ejecutar lo que está considerado como el proyecto portuario más importante del sexenio foxista, será obtener la modificación de la línea poligonal que protege al Parque Nacional del Sistema Arrecifal Veracruz y convencer a la opinión pública sobre los "daños mínimos" al entorno ecológico.

Por eso, dijo, se realizan trámites para presentar un proyecto ecológicamente viable que permita combinar el desarrollo portuario con la conservación del ecosistema marino.

Adelantó que la dependencia a su cargo turnará en breve el manifiesto de impacto ambiental a la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales, esperando su autorización para finales de año, cuando también se presentará la solicitud al Presidente de la República, para modificar el decreto emitido en 1992, que declara al sistema arrecifal de Veracruz como Area Natural Protegida y lo establece como Parque Nacional, por lo que iniciarían los trabajos a mediados de 2003.

Avila Camberos expuso que la intención será mover la línea poligonal que protege la zona de arrecifes obteniendo las 625 hectáreas que requiere el desarrollo portuario pero "compensando" con la inclusión de otras 2 mil hectáreas hacia la zona sur del litoral.

El argumento más fuerte que expone la SCT para obtener la modificación del Parque Nacional es el presunto nivel de azolve y contaminación que presenta la zona y que ha destruido 80 por ciento de las poblaciones coralinas y otras especies subacuáticas.

"Arrecifes como La Gallega y La Galleguilla, prácticamente están muertos por el azolve y descargas de aguas residuales, además casi no hay corales, ya se acabaron", remarcó.

Pero para el director del Parque Nacional del Sistema Arrecifal Veracruz, Roberto Cudney Bueno, la afirmación del funcionario es equivocada, pues en la zona se ubican parte de las formaciones arrecifales más importantes, en las que están asentadas colonias de corales y peces en peligro de extinción.

Afirmó que el establecimiento de escolleras y muelles, adicionado con el posterior tráfico de embarcaciones, alterará el ecosistema de manera irreversible.

En este sentido, Avila Camberos insiste en la viabilidad ecológica del proyecto y anticipa que la oferta para los futuros inversionistas portuarios será incluir en los procesos de licitación la obligación de destinar recursos adicionales para rehabilitar y conservar las formaciones arrecifales que se mantengan en el lugar.

"Podemos armar un paquete único, queremos vender la idea de una solución integral, mientras se invierte y se hace empresa, también se destinan recursos para preservar el entorno ecológico", dice.

Decidido a superar tal obstáculo, que puede hacer fracasar el ambicioso proyecto, Avila Camberos apuntó que, incluso, se atendería lo dispuesto en la Ley General de Equilibrio Ecológico y Protección Ambiental, que prevé la convocatoria a una consulta pública para que la ciudadanía conozca la propuesta y "deseche sus dudas sobre el supuesto peligro ambiental".

No obstante, el funcionario federal también admite que la opinión pública será el fiel de la balanza para que prospere el proyecto y un "ambiente negativo", azuzado por la prensa, junto con los resultados de la posible consulta popular, podrían ocasionar que sea cancelado si no se obtiene el respaldo popular que, a su vez, generaría la negativa presidencial para aprobarlo.

"Entonces se pararía la obra y se buscarían otras opciones factibles, como sucedió en Texcoco: sería la pérdida de otra oportunidad valiosa", afirma.

El fantasma de Texcoco

A su vez, las organizaciones ambientalistas apoyadas por los pescadores y habitantes del norte de la ciudad, se dicen prestos a la resistencia civil.

Integrantes de la Asociación de Colonos de la zona norte de Veracruz aseguran que machete en mano impedirán la destrucción de la reserva marítima.

"Dirán lo que quieran, pero Texcoco y Atenco ya nos pusieron el ejemplo y aquí esperaremos a los que quieren hacer el famoso puerto", dijo el dirigente Alejandro Márquez.

Raúl Benet, coordinador de Greenpeace México, manifestó que respaldarán las acciones de los grupos ecologistas locales, y detalló que existen los instrumentos para invalidar jurídicamente el proyecto, incluyendo la controversia constitucional si se intenta modificar el decreto presidencial de 1992 que protege 52 mil 239 hectáreas de arrecifes coralinos.

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
Día Mes Año