Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Martes 24 de septiembre de 2002
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Mundo

Encono de Washington hacia el relecto gobernante alemán

Al tiempo que el Departamento de Estado estadunidense reaccionaba glacialmente ante la relección del canciller federal alemán, Gerhard Schroeder, el jefe del Pentágono, Donald Rumsfeld, acusaba este lunes al político socialdemócrata de haber "envenenado" las relaciones entre Berlín y Washington durante su campaña electoral, por haberse manifestado en contra de un ataque militar contra Irak.

En Washington, el Departamento de Estado se contentó con tomar nota de la relección -sin siquiera mencionar el nombre- de Schroeder. En dos lacónicas frases, el vocero Richard Boucher despachó el tema en su encuentro cotidiano con la prensa.

"Los electores alemanes se expresaron claramente en un proceso democrático y esperamos trabajar con el gobierno alemán en temas de interés común", declaró, lo que en el lenguaje diplomático, según analistas, equivale a una afrenta.

Boucher reconoció que "hubo algunos hechos" en la campaña electoral de Schroeder que fueron "particularmente molestos", pero rehusó entrar en detalles. En contraste, se extendió en comentarios sobre las elecciones en Eslovaquia, felicitando calurosamente a sus electores.

El ministro de Relaciones Exteriores de Alemania, Joschka Fischer, dialogó este día por teléfono con el secretario de Estado, Colin Powell, sobre diversos temas, mencionó Boucher. Pero funcionarios citados por Dpa aseveraron que Powell no felicitó a Fischer y que la conversación estuvo dominada por las tensiones bilaterales.

Además, Estados Unidos advirtió sobre la pesada tarea que le espera a la relecta socialdemocracia alemana. "Schroeder y su gobierno tienen mucho que hacer para reparar las dañadas relaciones bilaterales", declaró un alto responsable estadunidense que acompañaba al presidente George W. Bush en su viaje a Trenton.

La irritación dee Washington ante la negativa de Schroeder a plegarse a un ataque militar a Irak dio paso a la ira cuando un diario alemán sostuvo que la ministra de Justicia, Herta Daeubler Gmelin, había comparado los métodos de Bush con los de Hitler. Aunque la ministra negó haber hecho esa declaración, se vio obligada a salir del gobierno.

Pero analistas destacan que el problema de fondo sigue siendo la política hacia Irak, ya que el canciller federal fue el primero, y hasta ahora único, jefe de gobierno aliado que se niega directamente a seguir el camino marcado por Washington.

Schroeder volvió a repetir este lunes que no cambiaría su posición sobre Irak, "porque las diferencias entre amigos deben ser resueltas en forma abierta y con toda correción, y jamás deben convertirse en asunto personal".

No obstante, para subrayar que no por ello pone en juego la alianza con Estados Unidos, recordó que había sido él quien el año pasado proclamó la "solidaridad irrestricta" con Estados Unidos y puso en juego su futuro político y el de su gobierno al enviar a Afganistán tropas alemanas, en su primera operación fuera de Europa.

En tanto, la Unión Europea, Francia y Gran Bretaña felicitaron al canciller federal socialdemócrata por su victoria. También lo hizo el presidente del gobierno español, José María Aznar, aunque su canciller Ana Palacio matizó que hay que "valorar el avance" de la oposición conservadora en Alemania. Igualmente, el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, felicitó al canciller federal, pero al mismo tiempo elogió a "mi amigo" Edmund Stoiber, el candidato conservador, por "el excelente resultado". AFP Y DPA

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