Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Viernes 27 de septiembre de 2002
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Política

ASTILLERO

Julio Hernández López

Dick Morris: neomaquiavelismo mercadotécnico de Los Pinos

Campaña mediática rumbo a 2003, no aplicación de justicia, lo que se vive actualmente

AL ASESOR DE IMAGEN y estratega de campañas Dick Morris le llaman el nuevo Maquiavelo. Sin escrúpulos, es capaz de utilizar lo que sea necesario para que sus clientes ganen elecciones o contiendas políticas claves. En su catálogo de éxitos tiene a Bill Clinton, Fernando de la Rúa y Vicente Fox. A su paisano le asesoró para llegar a la Casa Blanca en 1992, y estuvo cuatro años en el círculo íntimo del presidente de Estados Unidos, hasta que un escándalo extramarital le puso fuera. Luego ayudó al argentino a alcanzar la Casa Rosada, y de allá pasó abiertamente a asesorar al mexicano con quien trabajaba desde 1998 en el proyecto rumbo a Los Pinos. Ha escrito Detrás de la Oficina Oval, conquistando la presidencia en los noventa, El nuevo Príncipe y Vote.com.

ENTRE OTRAS COSAS, el gran mago Morris busca la diferenciación y la polarización como herramientas para el desarrollo de campañas mediáticas que venzan a adversarios políticos. Hay que encontrar a los muy malos de la película para pelear contra ellos y fijar en el ánimo colectivo la figura del cliente en turno como lo evidentemente contrario. Con Clinton, según narra en partes de sus textos, libró una batalla para doblegar al Congreso estadunidense, que no quería aprobar un presupuesto federal cargado de prestaciones sociales que los republicanos rechazaban.

LAS TESIS NEOMAQUIAVELICAS de Morris (si no es que su propia presencia física o alguna otra asesoría discreta) parecerían estar presentes en el manejo de la campaña política que Los Pinos ha desplegado contra los malísimos de la película, los líderes sindicales petroleros. Mejores adversarios indefendibles no podían haber sido escogidos: corruptos por definición, prepotentes y repudiados, ignorantes y patanes, simbolizan la peor porción del sistema político priísta. Ir contra ellos garantiza de manera automática la adhesión popular, y golpearlos política y judicialmente podría parecer a los ojos de la gente un lance suficientemente simbólico como para no fijarse en que el resto del aparato de la gran corrupción sigue en pie, actuante y, como se ve, coadyuvante del foxismo.

CAMPAÑA MEDIATICA DE posicionamiento para ganar las elecciones de 2003 y no legítima búsqueda de justicia es lo que se está viviendo en estos agitados momentos, con la economía nacional como rehén, a la que la pistola del descontrol cambiario apunta en la cabeza. Expertos en saberse acomodar a los vientos presidenciales (aunque provengan de cielos de otros colores partidistas), algunos de los líderes priístas han saltado de la balsa Romero Deschamps antes que el naufragio les alcance. Algunos de ellos, verdaderos expertos en las artes de las defraudaciones electorales y financieras (en los ámbitos gubernamentales y sindicales), son los nuevos conversos de la iglesia de la moralidad pública: Roberto Madrazo, Elba Esther Gordillo y Leonardo Rodríguez Alcaine fueron corruptos (según las generalizaciones tepocatas de antaño), pero se habrían purificado gracias a que ahora colaboran aplicadamente como monaguillos en las misas prelectorales del sumo sacerdote con botas, ya que se arrepienten públicamente de los pecados cometidos por sus enchapopotados hermanos financiadores de herejes campañas labastidistas.

LO IMPORTANTE, PUES, no es la devolución al erario de los millones desviados hacia las campañas priístas o el encarcelamiento de los líderes defraudadores. Lo que importa es fijar la imagen de un Presidente dispuesto a pelear a muerte contra los malos, corruptos y chantajeadores, y convocar al pueblo a que siga apoyando -de preferencia en las urnas, en 2003- al muchacho chido de la película.

EN ESO TRABAJA el primer círculo presidencial, bajo las tesis de Dick Morris y la operación de Francisco Ortiz. Neomaquiavelismo mercadotécnico, pues, rumbo a los comicios en puerta.

ASESORADO NADA MAS por su proverbial terquedad, Andrés Manuel Fox, perdón, López Obrador, demostró ayer que el tal plebiscito sólo había sido un incidente menor que la historia le había puesto en el camino para que él pudiera confirmar lo que todo mundo sabía, pero faltaba que una ridícula minoría aprobara: šsí habrá segundos pisos viales! O, mejor dicho: el jefe del Gobierno capitalino tratará de que se construyan esas polémicas obras, aunque la Asamblea Legislativa del Distrito Federal ya dijo que no aprobará fondos para tales fines. Pero, para que todo mundo siga atentísimo a la telenovela tropical-chilanga, Andrés Manuel ha advertido que los tales pisos viales serán realidad porque, "cuando nos proponemos algo, lo logramos". López Obrador, desde luego, está a años luz de reconocer que el tal plebiscito fue un fracaso total, y que el "sí" triunfador carece de legitimidad. Neomaquiavelismo de izquierda al que la derecha llama populismo.

ASTILLAS:EL PRESIDENTE FOX viajó ayer a Yucatán para tratar de disolver la sensación de que reaccionó tarde y con flojera ante el desastre provocado por el huracán Isadore en aquella entidad peninsular, preocupado más por el argüende petrolero que por la desgracia a la que en Los mismísimos Pinos se habría medido por debajo de su magnitud real... Por aquellos rumbos del sureste podría andar ya Carlos Cabal Peniche, pasando la charola entre sus cuates para ver si junta los miles de millones de pesos que le habían fijado como fianza que luego le redujeron y finalmente le restituyeron (maniobra ésta que suena sospechosa y hace pensar en intereses supremos que desean dar imagen de que se lucha de verdad contra la corrupción, al tiempo que se aprovecha el momento para hacerle manita de cochino al aliado, financiero y amigo de Madrazo, para que éste no se zafe de la alianza contra los líderes petroleros)... Aparte de la boda de Vicentillo, el 26 de noviembre habrá otra boda en Los Pinos, ésta de uno de los hijos de Manuel Bribiesca y Marta Sahagún. Ni se le ocurra al lector preguntarse por qué se han de pagar con dinero público (que es con lo que a todo lujo funciona la casa presidencial) esas fiestas particulares... Y, por ahora, ha sido todo. Feliz fin de semana les desea este tecleador con nombre de huracán en turno, que volverá a estar en estas frecuencias impresas el lunes venidero, el mismísimo día en que irán a la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje los representantes de Pemex y del sindicato petrolero para informar si ya llegaron a algún acuerdo.

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