MEXICO,S.A.

Carlos Fernández-Vega

Nerviosismo financiero en Brasil mientras se fortalece Lula

Busca confianza con política de transición

SE APROXIMA EL 6 DE OCTUBRE, fecha clave en la agenda política brasileña, y el llamado "nerviosismo" financiero en esa nación sudamericana ha llegado a tal grado, que las principales variables macroeconómicas se muestran inestables, como el tipo de cambio del real, que se encuentra en mínimos históricos, con todo y el paquete de "ayuda" -30 mil millones de dólares- que el Fondo Monetario Internacional autorizó al gobierno saliente del presidente Cardoso.

PARALELO AL AVANCE DE ese "nerviosismo" se observa el fortalecimiento de Luiz Inacio Lula da Silva como el político que captaría la mayor proporción de las preferencias electorales brasileñas, situación que no ha podido ser contrarrestada a pesar de la feroz campaña que en su contra han desatado distintos sectores nacionales y no pocos internacionales vinculados al gran capital y a la defensa de los grandes intereses corporativos y financieros que, dicen, serían prácticamente arrasados por la política económica del dirigente histórico del Partido de los Trabajadores, en caso de ocupar la Presidencia de Brasil.

EFECTIVAMENTE, EL próximo 6 de octubre se realizarán las elecciones en Brasil. En caso de que ninguno de los contendientes alcance una votación superior -así sea de un solo sufragio- a la suma obtenida por los demás candidatos, se realizaría una segunda vuelta electoral, el día 27 de ese mismo mes, que definiría la situación. Hasta ahora las encuestas realizadas revelan que 40 por ciento del voto favorecería a Lula y su programa de gobierno, en el que, obvio es, se incluye el plan económico que tanto "nerviosismo" ha generado entre algunos sectores.

PERO, A FINAL DE CUENTAS, Ƒqué plantea el terrorífico plan económico de Lula? El rotativo argentino Clarín entrevistó a Antonio Prado, gente de las confianzas del candidato y economista que coordina dicho plan, no sin advertir que "la futura política económica -de Brasil- ya está trazada: no depende del color del candidato victorioso, más de izquierda o más de centro... En el equipo de Lula la palabra ruptura fue eliminada del diccionario programático. En su remplazo, aparece otra idea: transición gradual".

PRADO EXPLICO QUE EN 2003, de triunfar Lula, "vamos a mantener los tres pilares de la política actual: el superávit fiscal primario de 3.75 por ciento, el régimen de cambio flotante y las metas inflacionarias. En momentos tan difíciles como este, la prudencia aconseja no tocar nada... La estabilidad macroeconómica es fundamental. Cuando se consigue, se resuelve la gran mayoría de los problemas productivos". Esta estrategia económica brasileña, anotó Clarín, fue definida por el ministro de Hacienda, Pedro Malán, y el presidente del Banco Central, Arminio Fraga, cuando se celebró con el FMI el acuerdo de 1999, y continuará en la próxima administración gubernamental porque así se acaba de pactar con el FMI, en un convenio que contó con el respaldo de todos los "presidenciables". Si se comete un desliz se arriesga a perder los 24 mil millones de dólares que le ingresarán del Fondo el próximo año, y el default sería inminente.

ƑCOMO PIENSA EL PT que puede contener las demandas sociales si continúa con la misma política económica?, preguntó Clarín a Prado y éste explicó: "Hoy existen tensiones en varios sectores sociales. Desde hace ocho años no existen ajustes lineales en los salarios públicos; hay 23 millones de personas por debajo de la línea de pobreza y 11.5 millones de desempleados. Hay dos respuestas a eso. Una es el diálogo y la negociación, donde Lula ya demostró su capacidad. La otra es la madurez de los movimientos sociales, que deben entender que no es posible atender de inmediato demandas reprimidas durante tanto tiempo. Van a existir presiones pero no significa que terminen en conflicto abierto". Entre las primeras líneas de acción se encuentran el combate a la concentración del ingreso y reformas en los sectores claves de la economía, como el fiscal y el laboral.

PARA PRADO, EL PROBLEMA más grave de Brasil y de su próximo gobierno es el refinanciamiento de una deuda externa de 260 mil millones de dólares. Su solución "dependerá estrictamente de la confianza del sistema financiero internacional en la política económica brasileña. A partir del resultado de las elecciones, y luego de que se anuncien los equipos económicos, se sentirá de inmediato la reacción de los bancos internacionales. Creo que la cuestión es conquistar la confianza. Como nuestra propuesta es una política muy gradual de transición durante 2003, no veo imposibilidades..". Dichos equipos estarán formados por expertos de diferentes tendencias políticas.

SIN EMBARGO, COMO resulta obvio a estas alturas, el problema trasciende las fronteras nacionales. Prado explicó que "no se trata ya de una crisis -económica- de países emergentes (Brasil y México, entre ellos). Ahora la crisis alcanza al núcleo capitalista internacional: Estados Unidos, Europa y Japón. En verdad, la mayor dificultad viene de la propia crisis estadunidense, que puede empeorar si hubiera un ataque a Irak. La otra cuestión es que los inversionistas aumentaron su aversión al riesgo, precisamente por cuenta de los problemas en Estados Unidos. Y es evidente que la economía brasileña sigue mostrando alta vulnerabilidad externa. Por eso somos tan prudentes".

LULA SE HA MANIFESTADO a favor de un gran pacto nacional que implique a los sectores sociales más golpeados, pero también a los empresarios, en el entendido de que la solución de la crisis brasileña requiere la participación de todos los actores. En Brasil, como en México y muchos otros países que durante el último cuatro de siglo no han podido levantarse del suelo, la improductiva cuan poderosa nomenclatura financiera -local e internacional- es la que mayores beneficios ha obtenido de la inestabilidad política, económica y cambiaria. De estas especulativas cuevas sale, precisamente, el sonoro grito de "cuidado con Lula".

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