Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Jueves 3 de octubre de 2002
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Mundo

Esta medida dañaría más a los promotores de la globalización que al país, advierte

Si gana Lula, Washington obligaría a Brasil al incumplimiento del pago de deuda: Soros

Huyen los capitales porque a los inversionistas no les gusta el petista, afirma el financiero

JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES

Washington y Nueva York, 2 de octubre. Los mercados financieros estadunidenses y el gobierno de George W. Bush, obligarán a Brasil al incumplimiento del pago de su deuda exterior si el pueblo del país sudamericano elige a Luiz Inacio Lula da Silva, advirtió el financiero George Soros, quien consideró que esta situación acabará dañando más a los promotores de la globalización que a Brasil.

Los comentarios de Soros, hechos en Washington, ocurrieron al tiempo que el mundo financiero de Wall Street incrementó la presión sobre Brasil para buscar frenar -o por lo menos diluir- el margen de un triunfo de Lula. La moneda brasileña -el real- se debilitó 20 por ciento en septiembre y las tasas de interés cobradas por la deuda soberana brasileña se han más que duplicado. Estas acciones son motivadas por "temores" dentro de los mercados financieros por un posible triunfo de Lula este próximo domingo, informó hace unos días la mayor empresa financiera del mundo, Merrill Lynch.

Aunque las presión financiera sobre bonos brasileños disminuyó un poco este miércoles, aparentemente cuando los mercados se resignaron a un probable triunfo de Lula, varios analistas advirtieron a los inversionistas que la situación podría deteriorarse rápidamente si el recién electo presidente no hace todo lo posible para restaurar la "confianza" de los mercados financieros internacionales en un nuevo gobierno.

"Todo dependerá de a quién nombra como su ministro de finanzas y presidente del banco central", comentó Mark Schubert, presidente de la European Inter-American Finance Corporation, en entrevista con Reuters. "Si los inversionistas no están contentos con esos nombramientos, el dinero volará fuera del país y el real se contraerá agudamente".

Los mercados financieros no han ocultado sus temores ante un triunfo electoral de Lula. Durante los pasados ocho años la deuda pública de Brasil, medida como porcentaje del PIB, casi se ha duplicado sin ninguna señal negativa o reprobación de los mercados financieros internacionales. Ahora, de pronto, el mensaje es que a un gobierno de Lula no se le permitirá mantener índices tan altos de deuda pública.

"La comunidad internacional y el Fondo Monetario Internacional (FMI) tendrán que solicitar una restructuración significativa de la deuda", afirmó Morris Goldstein, analista del influyente Instituto para Economía Internacional (IIE). Si gana Lula, advirtió, y no impone nuevas y firmes medidas económicas para restructurar y repagar un monto sustancial de la deuda, Brasil será obligado al incumplimiento de sus pagos de deuda dentro de 15 meses.

A los capitalistas no les gusta Lula

Para Soros, estos argumentos son inaceptables y peligrosos. "Insistir en que un país democrático como Brasil debería elegir un presidente que sea aceptable a los mercados financieros es, simplemente, imposible", declaró esta semana en un foro en el IIE. Brasil, apuntó, se ha apegado a las "políticas económicas sanas" y goza de un superávit en su presupuesto federal (en contraste con el estadunidense), pero aun así se le está obligando al incumplimiento por culpa de los problemas estructurales en el funcionamiento del sistema económico internacional y pormdf32304 los temores en los circuitos financieros en torno a las políticas de un nuevo presidente. "El capital está huyendo de Brasil porque a los capitalistas no les gusta Lula", señaló el multimillonario financiero.

El problema real, agregó Soros, es un sistema económico internacional que jala dinero de la periferia hacia el centro. Ese sistema daña extensamente a países como Brasil, insistió. Además, con los temores de un triunfo electoral de Lula, las tasas de interés de la deuda soberana de Brasil están ahora por arriba de 20 por ciento al año, más del doble de las tasas de hace sólo unos cuantos meses. "Con esas tasas, Brasil ya es insolvente", explicó.

La pregunta no es si Brasil debería aceptar una restructuración dolorosa de su deuda, con todo y los recortes en gasto social y el desplome del crecimiento económico que eso implica, sino más bien qué harán las autoridades internacionales para apoyar a un país como Brasil, que ha jugado las reglas del capitalismo internacional, opinó Soros.

"Incumplir o no incumplir, esa es la cuestión. Si yo fuera Lula pondría esa pregunta ante las autoridades financieras internacionales. En verdad, le corresponde al FMI, o a las autoridades detrás del fondo, que básicamente es el Tesoro de Estados Unidos, decidir si Brasil debería incumplir o no."

Si Estados Unidos y el FMI no hacen nada para reducir las tasas de interés, señaló Soros, "ellos son los que básicamente están obligando a Brasil a incumplir (el pago de su deuda)". Advirtió que sin una reducción de las tasas de interés, un incumplimiento sería tal vez una mejor opción en lugar de permitir el lento desangramiento económico. "Ese país es una economía relativamente grande, no le dañaría tanto como si opta por el incumplimiento", indicó.

"La globalización no sobrevirá"

Soros estimó que el gran perdedor en todo esto sería el proceso de la globalización de libre mercado. Si Brasil es obligado a incumplir, advirtió, "la globalización no sobrevivirá". Ante un público que incluyó a Guillermo Ortiz, del Banco de México, un ex presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos y a cientos de líderes empresariales, el financiero sostuvo que la crisis brasileña era una manifestación de un problema estructural mucho más profundo dentro del sistema financiero internacional, uno que debe ser resuelto.

"Países que están siguiendo políticas macroeconómicas sanas no derivan suficientes beneficios económicos de ello", afirmó. "Esto genera descontento político que podría tener consecuencias adversas más allá de la esfera económica", concluyó Soros.

Este análisis fue respaldado por separado, por el Wall Street Journal y la revista The Economist. Las dos publicaciones señalaron que Brasil está en una situación financiera difícil, con una enorme deuda externa, a pesar de que ha seguido los dictámenes del FMI y Washington, y ha privatizado gran parte de sus sectores estatales y elevado impuestos.

El apoyo popular a Lula "subraya qué tan desencantado está un amplio sector de la sociedad con lo que han sido los escasos resultados de las políticas pro mercado de la década pasada", escribió el Wall Street Journal en su primera plana de hoy. "La creciente atracción a la izquierda hace de esto una elección parteaguas en el país más grande de América Latina, una que promete enormes repercusiones para Washington", estimó el rotativo.

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