Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Domingo 6 de octubre de 2002
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Cultura

La novela que Gabo siempre quiso escribir

El domingo 22 de marzo de 1998 en la portada de este diario comenzó la historia: ''Inicia García Márquez sus memorias con un retorno a Macondo. El primer capítulo, exclusivo en México para La Jornada", se lee en el encabezado principal.

Era pasada la hora del angelus, se lee en la crónica adjunta, ''cuando el breve sol del mediodía del sábado inundó las estancias iluminadas de por sí de rostros encendidos: jóvenes, muchos jóvenes con libros de Gabo bajo el brazo, la imaginería del novelista en las mentes, en los corazones, en las muchas personas de edades varias en las muchas salas de El Colegio Nacional, donde una apasionada multitud escuchó durante 53 minutos y de viva voz de Gabriel García Márquez, el capítulo inicial de sus memorias".

Aquello sucedió como broche de oro del ciclo de conferencias Una nueva geografía de la novela, en torno de otro gran novelista, Carlos Fuentes, quien congregó en México a figuras fundamentales del pensamiento y la creación literaria de nuestra era: José Saramago, Susan Sontag, Juan Goytisolo, Edna O'Brien, Nélida Piñón, George Steiner y J.M. Coetzee.

''Todas mis novelas son ya mis memorias'', dijo de tajo Gabo. Explicó que cada vez que terminaba una novela había un vacío que ocupaba en leer y en vivir, pero entonces la mano se enfriaba, y para calentarla ideó primero una columna periodística semanal, pero luego esos ejercicios de calentamiento se convirtieron en ejercicios de memoria. Bromeó: ''El problema de muchos escritores es que empiezan a escribir sus memorias cuando ya no se acuerdan de nada".

Anunció que sus memorias ocuparían seis tomos de 400 páginas. ''Estoy ya en la recta final del primer tomo. Y es un reto a la vida ver hasta qué tomo puedo llegar. Mis memorias van a ser mi gran libro de ficción, la novela que siempre quise escribir y que anduve buscando toda mi vida".

El punto de partida para escribir estos textos, explayó el premio Nobel de Literatura, es el día de trabajo que nació: el día que decidió ser escritor. ''Lo que me interesa no se me olvida nunca. En la escritura de estos textos estoy tratando de no emplear para nada mi imaginación. Cuando escribo no hago sino recordar. He ganado una gran fama de ser inventor de fábulas, cuando en realidad no he inventado nada. Al escribir mis memorias me doy cuenta de que estoy escribiendo un hecho vivido: el de mis novelas, y me doy cuenta también de que he vivido tres vidas: la vida pública, la vida privada y la vida secreta. La buena para escribir es la secreta".

A partir de ''esa integridad" que existe entre su vida, sus novelas y sus memorias, Gabriel García Márquez puso el título de lo que comenzó leyendo en el corazón de la ciudad de México: Vivir para contarla.

''La mayor verdad de una vida es vivirla para contarlo. Tengo la impresión de que nací y vivo para contarlo", explicó. PABLO ESPINOSA

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