¿Cuál sería un final
feliz para la historia de la pequeña
A.V., que a los 15 años ha dado a luz a un bebé producto
de una violación y a punto estuvo de ir a la correcional por
no querer quedarse con el niño? No hay un final feliz porque
para ello tendría que haber habido un principio feliz: una mujer
-no una niña- que se embaraza en forma consciente, informada,
y concibe a un hijo(a) deseado(a) en un marco en el que la responsabilidad
de la maternidad es socialmente compartida. Para esto hay pocas opciones
en este país, aunque ya sea legal el aborto por violación,
y se vaya avanzando en los pequeños permisitos legales que en
teoría van despenalizando algunas causales de aborto, ya que
todo el tiempo -y más conforme avance electoralmente la derecha,
en este caso el PAN- están en peligro de ser revertidos, porque
al final, lo que no hemos logrado cambiar, pese a los espacios ganados
por las mujeres empoderadas, son las mentalidades formadas en una cultura
sexista cuyo puntal es la negación del derecho que tenemos las
mujeres a decidir sobre nuestro propio cuerpo.
Este derecho humano fundamental es el que se soslaya cuando se argumenta
a favor de la despenalización del aborto por razones de salud
pública, o de cuánto dinero se ahorra el estado al no
tener que atender a mujeres con el útero perforado a causa de
un aborto clandestino. Un derecho que en una actitud casi "progre"
-comparada con la que asumieron sus colegas de la Suprema Corte de Justicia
de la Nación- aceptó concederle a las mujeres, pero sólo
a las violadas, el presidente de ese organismo Genaro Góngora,
cuando a finales de enero argumentó a favor de la constitucionalidad
de la llamada "Ley Robles"-impugnada por el PAN en la Asamblea
Legislativa del DF- en lo que respecta a la facultad del Ministerio
Público para autorizar la realización de un aborto en
el caso de una mujer violada. El ministro argumentó: se trata
de hacer respetar tres garantías individuales esenciales: el
derecho a la maternidad libre, el derecho a la salud y el derecho de
la víctima del delito, aspectos que, dijo, son violados cuando
una mujeres "brutalmente ultrajada".
VER TAMBIÉN:
El aborto por violación es legal en el país pero falta
normatividad para ejercer ese derecho: GIRE
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