Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Miércoles 9 de octubre de 2002
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Política

ASTILLERO

Julio Hernández López

Huracanes despechados

En Quintana Roo la esposa devasta al gobernador
Roberta Lajous: del proselitismo labastidista a embajadora "del cambio"

EL GOBERNADOR de Quintana Roo está siendo devastado por el huracán María. Resulta que a Joaquín Hendricks Díaz se le hizo fácil irse de viaje a Europa (Alemania, Italia y España) cuando apenas había pasado por la entidad sureña el Isidore y comenzaba a amenazar el Lilly: asuntos impostergables de trabajo, para promover al turístico estado, habrían sido las razones por las cuales el capitán de la nave se habría ausentado en tiempo de tormenta. Tal gesto desdeñoso generó múltiples declaraciones en contra, que mezclaban el reclamo por la desatención oficial con la insinuación de que tales viajes habrían sido de apenas disfrazado placer (amoríos con una edecán uruguaya a la que habría conocido en Cancún, era la versión casi unánime en aquella entidad). Pero ninguna voz habría de cimbrar al mandatario "de color" (así le llamaba el entonces presidente Zedillo) como la de su esposa, María Rubio Eulogio, enfermera castrense como su propio consorte, al que conoció cuando ambos estudiaban en el Colegio Militar. Enojada, despechada, la señora María (María, no Marta: precisión hecha por cortesía de esta legionaria columna) habría hecho declaraciones de escándalo contra el pícaro Joaquín, a quien llamó irresponsable y advirtió que la gente le cobrará caro sus inoportunos descuidos. "Tal vez quiera esconderse a su llegada para que no le reclamen, pero yo seré la primera en pedirle cuentas. No se vale que después de 32 difíciles años de matrimonio, en los que yo hice de padre y madre, y ayudaba con el gasto familiar, ahora salga a pasear con otras, y lo más criticable es que lo haga con recursos del estado", habría dicho desde una cama de hospital, en donde convalece de varices, la señora María. "Yo sí tengo dignidad y respeto a la sociedad, no como aquél que viajó a Europa, no en plan de trabajo sino de placer", añadió la ofendida cónyuge mientras contrastaba el hecho de que ella, a pesar de sus dolencias, se levantó para atender a damnificados como titular del DIF estatal.

MAS ALLA DE los ingredientes de corte íntimo que han aflorado a partir del inoportuno viaje de un gobernador, y de las culpas éticas y políticas que en todo caso habrá de enfrentar el citado Hendricks, conviene tomar nota de los riesgos institucionales que genera la conversión de las cónyuges de los hombres del poder en actores políticos que creen compartir un mandato popular que las urnas sólo dieron al candidato y no a su consorte. Adviértase, por ejemplo, la convicción con la que la señora María se asume como corresponsable política: "Allá él si cuando termine como gobernador quiere irse del estado; yo aspiro a que nadie me señale como irresponsable. En muchos casos, Dios sólo nos da una única oportunidad de servir a nuestros semejantes (...) Ambos contrajimos un compromiso con la sociedad; ahora debemos cumplir, rendirle cuentas o que nos las exijan".

NO SIEMPRE LAS esposas de los poderosos ganan presencia política importante. Más bien suele suceder que sean mantenidas a distancia, entretenidas con los asuntos de beneficencia pública normalmente encuadrados en los organismos llamados Desarrollo Integral de la Familia (DIF) y convocadas a comparecer en público cuando el protocolo así lo reclama ("Nunca sé dónde anda. Sólo me habla cuando me necesita para un evento social. Yo nunca viajo con él en aviones rentados, como lo hace con otras", habría confesado la multimencionada señora María). Esas representaciones de mutua conveniencia han sido muy frecuentes en las administraciones estatales y en la federal (con excepciones notables, en este ámbito, en los casos de Luis Echeverría y ahora de Vicente Fox). No es, desde luego, un ánimo moralizante o censor el que mueve los comentarios aquí consignados, sino la advertencia de los riesgos que una investidura institucional corre cuando los asuntos de alcoba no son circunscritos a tal contexto, y cuando se permite que a la sombra de un mandato unipersonal ganado en las urnas crezca una presencia política ilegítima e infundada.

AL SENADO ha llegado un recordatorio que podría afectar el curso de la pretendida ratificación de quien sería la nueva embajadora de México en Cuba. Veinticuatro horas antes de que la mayoría relativa de los mexicanos votantes eligieran a Vicente Fox como Presidente (el primero de julio de 2000, pues), el reportero José Galán publicaba en La Jornada el reporte de que "Gerardo Delgado Valdivieso, director de Extensión Académica del Instituto Matías Romero, de la Secretaría de Relaciones Exteriores, acusó a la titular de dicho instituto, Roberta Lajous, así como al director general de la Academia Diplomática, Walter Astié Burgos, de usar instalaciones, recursos y horarios de la dependencia en favor del candidato presidencial del PRI, Francisco Labastida". El denunciante aseguró que "ambos funcionarios han exigido a sus subordinados la elaboración de listas con nombres de familiares y amigos del servidor público priísta, y un padrón de empleados, con el objetivo de 'hacer proselitismo en favor del candidato'". El asunto fue radicado el 15 de junio de 2000 ante la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales, de la PGR, con el acta FEPADE 279/15-06-2000. Delgado Valdivieso confió en que "las investigaciones lleguen hasta sus últimas consecuencias, ya que el objetivo de esta denuncia es mostrar a la opinión pública los actos reprobables que realizan los funcionarios públicos que quieren preservarse en el poder a toda costa, no importando el destino, logros y prestigio de nuestras instituciones". No se sabe en qué quedaría la indagación requerida. Lo que sí se sabe es que Lajous Vargas -cuyos ascensos en la carrera diplomática también han sido tocados por las acusaciones de favoritismo- siguió en el poder gracias a la benevolencia de Fox: en Nueva York, primero, y ahora rumbo a La Habana.

ASTILAS: QUE DICE EL Presidente de la República que para 2003 habrá un presupuesto "muy austero", entre otras cosas porque ya no tendremos empresas para vender (como sucedió este año), porque la locomotora estadunidense se está tardando en remolcarnos y porque el año venidero deberá atenderse la bomba social llamada pago de pensiones en el IMSS y el ISSSTE. Pero estima el licenciado Fox que no debe haber tos por esas noticias a la baja, pues "lo importante es tener ingenio, trabajar juntos e invertir en el país".

Fax: 55 45 04 73 [email protected]

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