En siete años habría comercializado mil 500 vehículos
Luego de cinco años, liberan en Veracruz al Zar de los robacoches
ANDRES T. MORALES CORRESPONSAL
Veracruz, Ver., 8 de octubre. Rodolfo Patatuchi Domínguez, llamado El zar de los robacoches, fue liberado este sábado luego de purgar una sentencia de cinco años y medio -castigo que recibió por la venta de dos autos robados-, confirmó el juzgado tercero de primera instancia, con sede en este puerto.
Durante la primera mitad de la década de los 90, Patatuchi Domínguez habría participado en robo, blanqueo y venta clandestina de un número considerable de vehículos; en esa época fue uno de los delincuentes más buscados por las autoridades de Veracruz y Oaxaca.
Según medios locales, Patatuchi Domínguez promovió un amparo ante el juzgado sexto de distrito para inhibir cualquier orden de aprehensión que pudieran girar los tribunales veracruzanos y oaxaqueños, que mantienen abiertos expedientes penales en su contra.
Samuel Baizabal Maldonado, titular del juzgado tercero, ordenó que Patatuchi Domínguez saliera del penal Ignacio Allende el sábado pasado, después de cumplir una condena de cinco años y seis meses por los delitos de fraude, falsificación y uso ilegal de documentos fiscales en la venta de vehículos, que eran comercializados por la Automotriz Pana, ubicada en Tuxtepec, Oaxaca, establecimiento que servía para blanquear automotores hurtados en diversos puntos del país.
En 1995 Rodolfo Patatuchi, conocido con los motes de Fito Patatuchi, El siciliano y El zar de los robacoches, fue detenido por la Policía Judicial del estado de Veracruz, sobre la carretera La Tinaja-Tuxtepec, en los límites de la entidad con Oaxaca.
Desde 1992, las procuradurías de Veracruz y Oaxaca seguían la pista de Patatuchi Domínguez, que en un tiempo estuvo asociado en el robo de vehículos con los hermanos Daniel y Aurelio Arizmendi, quienes posteriormente se dedicaron al secuestro.
Rodolfo Patatuchi organizó una banda que hurtaba en diversas entidades vehículos que se llevaban a Veracruz o Oaxaca, donde en talleres especializados se pintaban, alteraban los números de motor y la documentación, para posteriormente venderlos como si fueran legales en Europa, Centro y Sudamérica.
Según expedientes judiciales, Patatuchi Domínguez operó en la zona conurbada a la ciudad de México, Tabasco, Puebla, Veracruz, Oaxaca, Chiapas, Campeche y Yucatán.
Se estima que entre 1992 y 1998, Patatuchi Domínguez plagió, alteró y comercializo más de mil 500 vehículos, con los cuales obtuvo ganancias por 30 millones de dólares, aunque no se le ha podido comprobar.
Cuando se le capturó por primera vez el 23 de mayo de 1995, sólo se le juzgó por vender dos vehículos robados, y fue trasladado al penal Ignacio Allende, donde purgaría una condena de cinco años y medio. Dos años después, el Consejo Técnico de Prevención y Readaptación Social de Veracruz inexplicablemente le concedió la preliberación, y el 27 de mayo de 1997 salió libre.
Esa decisión propició que tres días después se destituyera al director del reclusorio Ignacio Allende, Juan Miguel Reboulen Uribe.
La Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) revocó la orden de liberación y en un operativo conjunto, corporaciones policiacas de Veracruz y Oaxaca reaprehendieron a Patatuchi Domínguez en Tuxtepec. Nuevamente se le llevó a Ignacio Allende para que terminara de purgar la sentencia emitida en 1995.
Jorge Chantiri Pérez, titular de la agencia segunda investigadora del Ministerio Público, con sede en este puerto, confirmó que se mantiene vigente la averiguación previa 474/2001 abierta el 11 de mayo de 2001 en contra de Patatuchi Domínguez por la venta de un automóvil robado.
