Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Viernes 18 de octubre de 2002
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Política

Luis Javier Garrido

La triangulación

A los graves problemas del país se agrega uno más: el "nuevo régimen" se inicia con un titular del Ejecutivo que a menos de dos años de haber asumido sus funciones carece ya de autoridad moral para continuar en el cargo.

1. El asunto de los Amigos de Fox o del financiamiento ilegal a la campaña foxista de 2000 que Vicente Fox ignoró durante la contienda electoral, minimizó en los primeros meses de su gobierno, trató de encubrir en 2001, buscó ocultar en 2002 con el Pemexgate priísta y ahora pretende enfrentar con la maquinaria de propaganda oficial, es de tal gravedad que puede terminar con la gestión presidencial de quien con enorme prepotencia sigue dando tumbos en el ejercicio del poder y comprometiendo cada vez más la soberanía nacional.

2. El asunto del Amigate se convirtió en escándalo por la forma venal con que lo enfrentó el gobierno foxista, impidiendo el Ejecutivo que el IFE recibiera de Hacienda, en 2000 y en 2001, o de él mismo, la documentación necesaria para su investigación, negándose a declarar, obteniendo más de 10 amparos sus principales colaboradores de campaña, y ahora por la manera demagógica en que Arturo Quintero y Carlos Robledo, abogados de Fox y de sus amigos, han pretendido negar que hubiese recibido esos fondos, a pesar de las evidencias y mintiendo sobre apertura de cuentas, que no se han abierto a la luz.

3. El affaire de los Amigos de Fox no es asunto partidista, como pretenden calificarlo, porque fue presentado, primero, por legisladores del PRI en 2000 y luego del PRD en 2001; como no es tampoco prioritariamente una cuestión electoral, a pesar de que exhibe el marco de ilegalidad en el que se efectuaron los comicios de 2000 y la ilegitimidad de la elección de Fox a la Presidencia, como muchos están viendo al tornarse en tema fundamental para el IFE. Es una cuestión que reviste la mayor importancia institucional, pues con su esclarecimiento podría conocerse el monto de recursos provenientes del extranjero que a todas luces beneficiaron de manera ilegal a Fox en su afán de llegar a la silla presidencial, así como los compromisos que adquirió con grupos y empresas del exterior para beneficiarlos una vez llegado al cargo.

4. Los acontecimientos demuestran que las elecciones de 2000 fueron, a pesar de la retórica sobre "la transición", unas de las más turbias de la historia mexicana reciente, por lo que urge revisar el marco electoral, pues a los que fueron probablemente cientos de millones de pesos gastados por los foxistas para imponer a su candidato en una operación de mercadotecnia, el priísmo trató inútilmente de responder con fondos provenientes de Pemex, todo ello buscando manipular de manera ilegítima a la ciudadanía. José Woldenberg (presidente del IFE) comete un error al pretender defender esos sucios comicios y debería preocuparse de explicar a la ciudadanía por qué ilegalmente el IFE otorgó el registro como partidos a organizaciones que no lo son y por qué él y otros consejeros han pretendido proteger a Fox, siguiendo la línea de quien fuera su jefe, Ernesto Zedillo, artífice de muchas de esas manipulaciones que llevaron a los resultados electorales conocidos.

5. El esclarecimiento de este caso determinará si Fox tiene calidad moral para ocupar cuatro años más la Presidencia, o si no está actuando, como parece demostrar, como un individuo irresponsable que se asume como un agente de intereses contrarios a los de los mexicanos, y que debe ser destituido para que no haga más daño.

6. Hasta hoy Fox ha evidenciado su incompetencia administrativa, su desprecio al orden constitucional, su inocultable mala fe en el ejercicio del poder, sobre todo al pretender ocultar la entrega a las trasnacionales de los recursos naturales de los mexicanos y al privatizar las empresas públicas, y su poco respeto por los pueblos indios de México, caso que pone en riesgo su permanencia en el cargo.

7. El asunto es de importancia institucional porque de comprobarse, como parece ser, que Fox promovió, obtuvo y utilizó fondos oscuros provenientes del exterior, y que durante estos meses en la Presidencia ha estado complotando para encubrir esos ilícitos, como parece ser el caso, habría violado no nada más la legislación electoral y el artículo 406, entre otros, del Código Penal en materia electoral, sino que habría cometido otros delitos y podría ser acusado de traición a la patria, así como de delitos graves del orden común en términos del artículo 108 constitucional, y sería susceptible de juicio político de responsabilidades. El encubrimiento al que se ha prestado de los ilícitos del Fobaproa y de los múltiples delitos en los sexenios de Salinas y de Zedillo por los que se le ha señalado también, constituirían un agravante más.

8. Los intentos de Fox por eludir su responsabilidad no le han funcionado, pues todo mundo entiende que él y los Amigos de Fox fueron antes, durante y después de la campaña una misma entidad, y aunque las decenas de millones de pesos, presuntamente mal habidos, que provenían de empresas nacionales y de grupos trasnacionales, lo cual está expresamente prohibido por ley, beneficiaron a Alianza para el Cambio y al PAN, el principal responsable de todos los posibles ilícitos fue Fox, no su testaferro y cómplice Lino Korrodi, encargado de las triangulaciones financieras que hacen los lavadores de dinero, tratando de evitar que se conozca el origen de sus recursos, y por ello en las denuncias penales presentadas ante la PGR por Pablo Gómez (representante del PRD ante el IFE) y Jaime Cárdenas (consejero del IFE) Fox es el principal señalado

9. El rasgo fundamental del régimen presidencialista de las pasadas siete décadas fue la impunidad del Ejecutivo, y está siendo también el caso de Fox en el "nuevo régimen", quien hasta hoy ha pretendido situarse por encima de la legalidad, tratando de mantener vigentes los privilegios del presidencialismo, olvidando que es una exigencia de los mexicanos que las cosas no sigan así.

10. La triangulacion del dinero ilícito del Amigate benefició a un individuo: Vicente Fox, quien al escamotear la verdad a los mexicanos sobre sus oscuros acuerdos con fuerzas del exterior -que obviamente no puede decir- sólo confirma las evidencias que pesan sobre él y su triste sexenio.

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