Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Viernes 18 de octubre de 2002
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Política

Jaime Martínez Veloz

El panismo de Baja California huele a gas

En las sombras, de manera callada, paciente y diligente, los experimentados vasallos de Vicente Fox cumplen la función que les asigna el sometimiento a Estados Unidos en los nuevos tiempos. Disfrazada de integración económica, la administración federal se apresta a ceder territorio y activos del país mientras distrae la atención de los mexicanos con el megalómano canciller, quien pretende engañarnos y engañarse con una dizque proyección internacional de México.

En este espacio hemos advertido sobre la virtual transformación que ha sufrido Baja California, cabeza de playa de un proceso silencioso de privatización del sector eléctrico en favor de los intereses estadunidenses. En abierta complicidad con autoridades federales y estatales, corporativos trasnacionales privados transformarán nuestra entidad en un auténtico campo experimental de los métodos de "prueba y error" en materia de desregulación, a pesar de los desastres comprobados en mercados energéticos como el de la vecina California.

En esas condiciones, qué mejor que masivas campañas propagandísticas para generar apoyo mediático artificial a proyectos cuyo interés fundamental es la ganancia privada, sin que le importen costos ni inconveniencias locales o nacionales. De lo que se trata es de ocultar que todos los proyectos energéticos trasnacionales se ejecutarán en Baja California para proveer de energía al estado californiano, cuyo mercado fue esquilmado por algunas de las compañías ahora recibidas con brazos abiertos por las autoridades estatales, panistas por añadidura.

En su campaña propagandística masiva los gobernantes estatales colaboran gustosamente con los burócratas federales. Así, el pasado 9 de octubre un diario informaba a los lectores bajacalifornianos la "estrecha comunicación" que existe entre el gobierno estatal y la Comisión Reguladora de Energía (CRE) para "establecer mecanismos de información y coordinación" entre esos órganos y niveles de autoridad. Para tales fines se habían reunido nada más y nada menos que el gobernador bajacaliforniano Eugene Elorduy Walther, y Dionisio Pérez Jácome, titular de la CRE.

Ese mismo día la prensa bajacaliforniana resaltó la megainversión de otra planta regasificadora (una más), que anunciaba a los habitantes de Tijuana la "más grande aplicación" de recursos en el municipio. Sorprendentemente correspondió a un burócrata municipal erigirse en improvisado vocero del corporativo trasnacional Marathon Oil, empresa que ejecutaría una obra dizque multifacética, porque además de recibir, almacenar y enviar gas para satisfacer las necesidades estadunidenses también prometía desalinizar agua para los tijuanenses.

Resulta sintomático que la megainversión, supuestamente de 2 mil millones de dólares, apenas generará miserables 100 empleos directos (o permanentes). En este sentido, si el proyecto se midiera en términos de rentabilidad social, sería reprobado por tan ridícula cifra.

La nueva gasera prometida generó envidias a otros filántropos competidores que ven amenazado su sueño de llevarse la tajada del león. El mismo día que el funcionario municipal se transmutó en vocero del corporativo trasnacional, otro ejecutivo de Sempra Energy, ya con gaseras en Baja California, se lamentaba de la inconveniencia de "saturar" el mercado gasero en la región, en alusión directa a la Marathon Oil, su competidora, muy consciente de que "entre menos burros más olotes". šAún no cazan la liebre y ya se la están peleando!

En vísperas de la nueva agresión demencial de Bush contra el pueblo iraquí, so pretexto del otro sátrapa Hussein, Estados Unidos no necesita un ridículo voto mexicano en el Consejo de Seguridad de la ONU, ya que el presidente estadunidense puede prescindir del servil canciller "mexicano", porque sólo busca asegurar la provisión energética en su mercado interno para evitarse contratiempos en sus andanzas imperiales.

Para efectos prácticos de las necesidades estadunidenses, la megalomanía de Jorge G. Castañeda es superflua, comparada con la presta disposición de los funcionarios panistas que regentean los niveles de gobierno en estados como Baja California.

ƑA título de qué se hace esta negociación de espaldas a la patria? Frente a México, los estadunidenses avanzan en sus reclamos y necesidades Ƒy los temas mexicanos? ƑMigración, aranceles, agua? ƑO será que los corporativos gaseros en Baja California invirtieron en la campaña electoral foxista y ahora simplemente les están retribuyendo sus dividendos?

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