Más de un millón, los damnificados; sigue temblando

Decretan el estado de emergencia en la zona del volcán Etna

AFP, REUTERS, DPA Y PL

Roma, 29 de octubre. El gobierno de Italia decretó este martes el estado de emergencia en la región del volcán Etna, en la isla de Sicilia, que está en erupción desde hace tres días, donde hoy se produjeron un serie de sismos, el de mayor intensidad de 4.4 grados en la escala de Richter.

Reunido de emergencia, el gobierno dispuso esta medida para ampliar el margen de maniobra de las autoridades de la región y para canalizar ayuda económica a los damnificados, que ya sobrepasan el millón.

Informaciones de la zona del desastre se-ñalaron que alrededor de mil 400 personas de poblaciones ubicadas en las faldas del volcán fueron evacuadas a consecuencia de los temblores que acompañan a la emisión de lava y cenizas.

En Santa Venerina, un municipio de 6 mil 600 habitantes, cientos de casas fueron da-ñadas por el temblor más fuerte de este día, e incluso algunas de ellas se derrumbaron. El primer balance señala que al menos mil personas quedaron sin hogar.

También en Catania se produjeron escenas de pánico, mientras que otra zona donde el temor está presente es la estación de esquí de Linguaglossa, pues los ríos de lava se acercan cada día más.

Los bosques de pino de la isla ya fueron arrasados por las llamas, y los expertos tratan de desviar la lava, con la construcción de barricadas, para dirigir el río de material volcánico lejos de esta localidad para que no afecte a Linguaglossa.

También este martes permanecieron ce-rradas las escuelas de la zonas cercanas al volcán, en tanto que el aeropuerto de Catania fue cerrado por tercer día consecutivo y el tráfico aéreo desviado a Palermo, la capital de Sicilia, por motivos de seguridad.

La lava por ahora no amenaza a grandes poblaciones, pero la montaña seguirá en actividad, señalaron los expertos, que se muestran sorprendidos por el desarrollo extremadamente rápido del volcán.

El escenario es completamente diferente a la anterior gran erupción, en el verano de 2001, dijo Enzo Boschi, el jefe de los vulcanólogos, quien agregó: "Entonces la cosa se fue desarrollando en cinco días y esta vez apenas llevamos 30 horas".

El Etna, que tuvo su mayor erupción en 1992, comenzó a arrojar lava el domingo anterior, después de que hubo más de cien sismos en el este de Sicilia y parte de la península italiana.