Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Miércoles 30 de octubre de 2002
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Cultura

La colección incluye 38 cd que abarcan los aspectos popular e histórico

Reditan ritmos y sonidos de 21 estados y 17 grupos étnicos en Testimonio musical de México

RENATO RAVELO

Un museo musical, así definió David Martín del Campo la redición de las grabaciones que en la década de los 70 emprendieron Irene Vázquez y Arturo Warman, con los ritmos y sonidos del país. Oscar Chávez, otro de los participantes en la presentación de los 38 compactos, opinó que ''la aparición de esta joya es un acontecimiento para los que abrevamos de lo que producen nuestros pueblos hermosos".

Testimonio musical de México se titula y fue posible su grabación por el esfuerzo conjunto del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y la editora independiente de música Pentagrama. De los 38 volúmenes se editaron 600 copias, que contienen música de 21 estados y 17 grupos étnicos.

En el Museo Nacional de Antropología estuvieron presentes, además, Modesto López, por la disquera; Gabriel Moedano y Benjamín Muratalla, por el área de la fonoteca, donde el INAH resguarda 6 mil piezas grabadas principalmente a partir de 1974. El escritor Martín del Campo asistió a su vez en carácter de encargado de difusión de la institución.

Pendiente, atlas sonoro del país

El primer volumen que se grabó en 1963, cuando apenas se definía la etnomusicología y esos estudios eran conocidos como de folclor, fue a propósito de un seminario, recuerda Moedano, y se llamó Testimonio musical de México, con circulación restringida a los especialistas. Contenía música tzotzil, tenek, mayo, mixteca, nahua y huichol, pero también se incluyeron algunos de los distintos sones, como el huasteco y el de Jalisco.

Hoy se podría discutir el criterio con el que se hicieron las demás grabaciones una década después, opina Muratalla, ya que ''el aspecto musical es muy complejo; el fonograma es un subproducto de la investigación y seguramente lo que vieron Vázquez y Warman, cuando fueron, por ejemplo con los tzotziles, hoy ya no permanecería igual. Sin embargo, es fundamental como punto de partida de su trabajo. Creo que en el terreno musical nunca se logrará completar un atlas musical de México, como era el proyecto.

''La música nos rescata, no nosotros a ella", citó Modesto López a René Villanueva. En esta colección no se abarca exclusivamente un área popular, sino también lo histórico, con piezas de la intervención francesa, corridos de la Revolución, cantos de la tradición náhuatl, canciones de vida y muerte de Oaxaca, sones abajeños, fiestas, cantos dedicados a los dulces, conjunto en general con una afortunada falta de un criterio exclusivo, que resultará excluyente.

El precio de Testimonio musical de México, anunciaron, estará castigado en cerca de 130 pesos, para que quien desee tener este museo musical difiera los 4 mil 940 pesos que costaría en su totalidad.

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
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