Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Viernes 15 de noviembre de 2002
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Mundo

La línea dura de la Casa Blanca provoca desacuerdos con la ONU y algunos países

Reitera Washington que la posición de Bush ante Bagdad es de "tolerancia cero"

Un ataque a Irak no sería una guerra mundial, sino un conflicto de corta duración: Pentágono

AFP, DPA Y REUTERS

Washington, 14 de noviembre. Un día después de que Irak aceptó la resolución 1441 del Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU), que endurece el régimen de inspecciones y le da una "última oportunidad" al país árabe antes de empezar una guerra, Estados Unidos advirtió nuevamente que la posición del presidente George W. Bush es de "tolerancia cero".

Mientras, el jefe del Pentágono, Donald Rumsfeld, en respuesta a una pregunta de la audiencia en la radio Infinity aseguró que si hubiera un ataque de su país contra Irak, "no sería una Tercera Guerra Mundial", sino un conflicto de corta duración.

Añadió que las fuerzas estadunidenses son "mucho más poderosas y están más capacitadas", en tanto que "la capacidad de las tropas iraquíes se ha degradado".

El artículo de la resolución que exige a los inspectores volver al Consejo de Seguridad si constatan violaciones por parte de Irak "no impide al presidente recurrir a su autoridad para proteger al pueblo estadunidense y actuar con quienes piensan como él", agregó el portavoz adjunto de la Casa Blanca, Scott McClellan.

La línea dura de Washington parece haber provocado ya algunos desacuerdos con la ONU y otros países, pese a que el secretario general, Kofi Annan, mostró gran concordancia de puntos de vista el miércoles anterior, cuando fue recibido por Bush.

Pero según el diario The New York Times, Annan habría declarado a los periodistas antes de esta entrevista que Washington coloca "la barra más alto" que los otros países para definir una violación susceptible de desencadenar una acción armada.

El gobierno de Bush afirma que la resolución 1441 no le ata las manos, e inmediatamente después de su aprobación el viernes anterior, sus más altos responsables comenzaron a realizar un análisis de sus disposiciones, para probar que no impide a Estados Unidos actuar militarmente, aun sin el acuerdo de la ONU.

Las violaciones no deberían necesariamente ser constatadas por los propios inspectores. La resolución "permite a los países miembros (de la ONU) dar cuenta de las violaciones y pensamos que es su responsabilidad hacerlo", subrayó McClellan.

La declaración de Bagdad en la carta en la que acepta la resolución, de que no poseen armas de destrucción masiva, podría incluso ser considerada como una violación si resultara falsa, sostuvo el portavoz.

La Casa Blanca también dio a entender que los ataques iraquíes contra los aviones estadunidenses y británicos que controlan las zonas de exclusión aérea en el sur y norte de Irak podrían ser considerados co-mo violaciones, aunque la imposición de tales zonas no está respaldada por la ONU.

En este sentido, un portavoz del Pentágono aseguró que fuerzas iraquíes dispararon contra aviones estadunidenses que sobrevuelan esa zona, luego de que fuera aprobada la resolución 1441 de la ONU.

Desde Canadá, el secretario de Estado, Colin Powell, advirtió también que Estados Unidos, que "ha demostrado considerable paciencia en los dos últimos meses", mostrará poca tolerancia si Irak no cumple su promesa de desarmarse. Si los iraquíes no cooperan, "habrá consecuencias", las que "conllevarán el uso de la fuerza militar para desarmarlos, para cambiar de régimen".

Rumsfeld, por su parte, reiteró que Irak posee armas de destrucción masiva, al rechazar el desmentido de Bagdad, y señaló: "En lugar de responder a tal o cual declaración de uno de ellos, diría simplemente que las tienen".

Pese a la posición estadunidense, con su aceptación de la resolución 1441 "Irak quitó a Estados Unidos la posibilidad de agredir a nuestro país y practicar una política de terrorismo de Estado", consideró hoy el embajador iraquí en Rusia, Abbas Jala.

La autorización de Irak al regreso de los inspectores -un primer grupo llegará el lunes a Bagdad- fue acogida favorablemente por Rusia, China, Irán y los países árabes, mientras los presidentes francés, Jacques Chirac, y sirio, Bachar al Assad, juzgaron en una conversación telefónica que la decisión iraquí "alejaba la guerra".

En El Cairo, el secretario general de la Li-ga Arabe, Amr Mussa, se congratuló por la aceptación iraquí y subrayó que es vital que los inspectores lleven a cabo su misión "con neutralidad", mientras Qatar, Emiratos Arabes Unidos y Kuwait expresaron el deseo de que Bagdad coopere plenamente con los inspectores de armas.

El ministro ruso de Relaciones Exteriores, Igor Ivanov, estimó que ahora se abre "el camino a una solución política", pero varios países preconizaron vigilancia sobre Irak, como Gran Bretaña, cuyo primer mi-nistro, Tony Blair, negó hoy en declaraciones radiales que existan planes para imponer a Irak un gobierno conformado por opositores a Saddam Hussein.

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