Su permanencia dependerá de los resultados que entreguen gobernadores: Sedeso

Los planes contra la pobreza, a revisión

La reducción de programas y presupuesto obliga al uso óptimo de recursos, dice Tuirán

ALMA E. MUÑOZ

Los instrumentos de combate a la pobreza serán sometidos, a partir del próximo año, a un "filtro" para saber si es necesario continuar con ellos o desaparecerlos, lo que dependerá de los resultados que entreguen a la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso) los gobernadores, a quienes corresponderá distribuir los recursos de la Federación según las necesidades sociales que tengan.

Rodolfo Tuirán, subsecretario de Desarrollo Urbano y Ordenación del Territorio, explicó que estas acciones forman parte del proceso de restructuración al que ha sido sometida la dependencia a partir de la restricción presupuestal en el gobierno, con el objetivo de "tratar de reducir la dispersión en la aplicación de recursos y canalizarlos hacia aquellos programas que tienen mayor impacto social".

Disminuir los programas de combate a la pobreza, de 28 a 10 a partir del próximo ejercicio fiscal, garantiza que el uso de los recursos se haga de la mejor manera posible. "En pocas palabras, que hagamos más con menos, porque los 300 millones de pesos que nos reducirán para el próximo año, en comparación con 2002, en realidad no representan una cifra muy significativa. Con reducir algunos gastos corrientes, que sumados a los administrativos representan 10 por ciento del presupuesto de la Sedeso, lo compensamos".

El subsecretario denominó a los nuevos paquetes de combate a la pobreza "bolsas", porque integran en 10 apartados los instrumentos que originaban la distribución del presupuesto para los estados. Estos son: Apoyo a Comunidades Indígenas, que incluye infraestructura social, proyectos productivos y capacitación; Tu Casa, con mejoramiento de la vivienda, créditos y subsidios para adquisición, abasto social de leche y tortilla, y abasto rural; Oportunidades y Coinversión Social, con los programas de los institutos Nacional Indigenista y de las Personas Adultas Mayores, así como Fonart.

Además, Desarrollo Local (con microrregiones, alta marginación e identidad jurídica), Hábitat (mejoramiento de barrios, superación de la pobreza urbana, mujeres jefas de familia, reserva de suelo y agencias de desarrollo Hábitat), Empleo Temporal, Jóvenes por México, Jornaleros Agrícolas, Iniciativa Ciudadana Tres por Uno (relativo a migrantes) y Programa de Incentivos Estatales.

"Creamos estas bolsas -aclaró el especialista en demografía- entre otras razones para hacer una asignación más eficiente y flexible, para responder a las necesidades de las propias entidades, además de que nos ayudará a identificar aquellas acciones que por falta de demanda, a la larga van a ir desapareciendo."

-ƑSe convierten en filtros?

-Exactamente, ese es el punto. Pero la justificación más importante es que con esto buscamos eliminar o disminuir al máximo la dispersión en el uso de los recursos y canalizarlos hacia donde tengamos mayor impacto social. Eso es en esencia el propósito fundamental: mayor flexibilidad a cambio de rendición de cuentas y de mayor transparencia. Eso es uno de los propósitos fundamentales.

"Con las transformaciones que estamos implantado nos obligaremos a revisar procesos y estructuras para hacer más con menos, y a reducir nuestros gastos administrativos y operativos, con la finalidad de tener los recursos necesarios para apoyar las prioridades indispensables de la política social, como son los grupos, pueblos y comunidades indígenas."

Se le preguntó a Tuirán si la restricción presupuestal no influye en los planes del gobierno para reducir el número de pobres a un promedio diario de 4 mil 500 personas, y respondió: "Por eso buscamos que los programas columna vertebral de la política social se fortalezcan. Un ejemplo es Oportunidades, al cual se le incrementa su presupuesto en 17.7 por ciento, al pasar de 18 mil 608 millones a 22 mil millones de pesos".

Las evaluaciones hechas al programa, especificó, revelan que "en algún momento" 60 por ciento de la población caminó de la línea de pobreza alimentaria a la de capacidades, mientras que sólo 18 por ciento de los ubicados en este último rubro pasaron a pobreza patrimonial.

"Quiere decir que si seguimos invirtiendo en instrumentos como éste, y al mismo tiempo los apoyamos con otras acciones dirigidas a transformar el entorno en que se desempeñan los hogares, estaremos en posibilidades de atender y de avanzar mucho más rápido en la población en situación de pobreza o pobreza extrema.

"Con esto no quiero decir que los recursos no son importantes, pero tampoco lo son todo. La efectividad con que se articulan los procesos en una organización son fundamentales, aunque evidentemente también se requiere impulsar de forma sostenida el crecimiento económico."