Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Martes 26 de noviembre de 2002
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Política

Marco Rascón

El Campogate

ƑSe imagina, lector, la cantidad de dinero que desde 1940 ha sido saqueada y desviada del sector agropecuario mexicano para subsidiar fortunas oligárquicas y campañas electorales del PRI? Y Ƒpor qué el campo se encuentra en bancarrota y desarmado ideológicamente a pesar de haber tenido una revolución campesina, dos cardenismos, dos zapatismos y grandes movimientos agrarios en todo el país?

Ya desde los años del ingreso al GATT los representantes del gobierno decían en Estados Unidos que "México no tenía vocación productora de granos", por lo cual estábamos dispuestos a la apertura comercial. Luego el gobierno de López Portillo sacó la política de la "bandera blanca", decretando el fin del reparto agrario para imponer el SAM (Sistema Alimentario Mexicano) con el objeto de condicionar la entrega de recursos a criterios de productividad -es la misma idea de Fox, poco original por añadidura-, pero el sistema se estrelló con las reglas que impusieron los estadunidenses contra los productos mexicanos para favorecer a sus granjeros sembradores de chatarra transgénica.

Desde 1993 el gran problema frente a la integración económica fue que el gobierno mexicano no defendió los intereses de México, pero en cambio sí buscó ser aceptado como socio comercial. Carlos Salinas y su grupo dejaron que los estadunidenses fijaran todas las reglas y normas en su favor, lo que devastó la economía interna peor que si la hubiese atacado una plaga o hubiera sido bombardeada con napalm. Vietnam se recuperó en 30 años, mientras México se hundió bajo el gran sueño del opio de la modernidad, ya que vendieron el país a cambio de espejitos y todavía lo agradecemos.

Las condiciones del TLC impusieron reglas y normas que sólo funcionan de allá para acá. Clinton impuso como condición a Salinas, para que el Congreso de Estados Unidos aprobara el tratado, mantener sobrevaluado el peso para excitar el aparato exportador estadunidense sobre México y crear una burbuja propicia para los negocios de allá para acá. Esto desembocó en la devaluación de 1995 y creó las bases para mantenernos como rehenes-compradores no sólo de sus productos, sino también de los chinos, coreanos y de todos los que hacen puente con Estados Unidos y entran bajo la protección del TLC, auspiciados por nuestro "peso fuerte".

En el caso del campo mexicano, saqueado con la imposición de los precios de garantía, el fin del reparto agrario "para dar seguridad a los inversionistas" y el desvío constante de recursos hacia otras tareas abrieron la privatización del ejido, realizada por el PRI y el PAN en tiempos de Salinas.

En 1988 la lucha por la democracia, al igual que en 1910, tuvo como base social los movimientos campesinos. La entrada de Cuauhtémoc Cárdenas en La Laguna, en febrero de 1988, simbolizó no sólo las aspiraciones políticas, sino sociales contra todas las tropelías priístas. La fundación del PRD en 1989 con nubes de sombreros de todas las regiones hablaba de la esperanza que existía en un proyecto político que los representaría, pero la Unión Democrática Campesina (UCD) terminó siendo otra oficina para arreglar camionetas chuecas y el PRD se dirigió a las clases medias urbanas en busca del voto, expulsando prácticamente a los campesinos de sus filas. Ya para el tercer congreso del partido del sol azteca los campesinos se habían extinguido.

Al aparecer el EZLN resurgió el fantasma campesino: el zapatismo ligado a la liberación nacional conjugaba las resistencias, las esperanzas y la alegría por contener la entrada de México a la globalización, apadrinado por Estados Unidos, y resurgió el México profundo agitando a todo el país.

No obstante, la centralización en las justas demandas indígenas fue borrando la identidad del neozapatismo como referencia de lucha agraria y de resistencia a las condiciones impuestas a nuestro país. La lucha agraria en Chiapas y otras regiones quedó subsumida en los acuerdos de San Andrés y, como si los campesinos estuvieran pasados de moda, fueron borrados de la visión de las izquierdas.

Este primero de enero arranca la apertura total de productos agrícolas del exterior y lo que ya es un desastre se tornará en tragedia nacional, pues arrasará con nuestra soberanía territorial, económica y alimentaria. El saqueo interno y externo del campo mexicano es mil veces mayor que el de Pemex y tendrá graves consecuencias. Es un hecho que Vicente Fox no condicionará ni revisará las condiciones ominosas impuestas por Estados Unidos; por otro lado, el PAN sólo incluye en su programa los agravios de los prístas, y ni el PRD ni el EZLN son referencia de lucha y organización campesina. ƑQué camino queda, entonces, a los campesinos? ƑLa migración, la extinción o el voto? Si el campo se incendia en guerra, que luego no pregunten por qué.

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