Reduce pronóstico de crecimiento y eleva el de inflación
Ni con reformas estructurales crecerá el país 7%: CEESP
DAVID ZUÑIGA
La economía mexicana no crecerá 7 por ciento al año ni siquiera con las llamadas reformas estructurales, ya que estos cambios "no son fórmulas mágicas", afirmó el director del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), Mario Rodarte, quien aseveró que el gabinete federal no sigue una misma estrategia y ha sido incapaz de lograr un "gran acuerdo social" para convencer a todos los sectores de que apoyen estos cambios.
En conferencia de prensa, el economista explicó que las citadas reformas no producirán por sí solas tasas elevadas de crecimiento, pues además "hay que ver en qué términos se aprueban"; sin embargo, reconoció que sí pueden ayudar a elevar el potencial de crecimiento de la economía y hacer que sea más estable.
Como ejemplo, el economista explicó que si sólo se aprueba una reforma eléctrica parcial, que aumente las inversiones en unos mil millones de dólares, el efecto en la economía será prácticamente imperceptible. Para que realmente fuera un detonador del crecimiento, explicó, dicha modificación tendría que incluir el gas natural y permitir la participación privada para sustituir en los próximos años 60 por ciento de la capacidad instalada de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Asimismo, Rodarte Esquivel deploró que el Congreso aprobara destinar a la educación el equivalente a 8 por ciento del producto interno bruto (PIB). Si la recaudación tributaria equivale a 11.3 por ciento del PIB, explicó, eso quiere decir que los restantes 2.7 puntos porcentuales tendrán que repartirse en rubros como apoyo al campo, combate a la pobreza y un sistema de salud que está "al borde del colapso financiero".
El director del CEESP sostuvo que ni la política fiscal ni la monetaria deben utilizarse como instrumentos de fomento; "para eso está el gasto", la única forma de aumentar éste es por medio de una reforma fiscal "de tipo recaudatorio".
El CEESP también redujo la expectativa de crecimiento de la economía mexicana de 1.8 a 1.2 por ciento y aumentó la de inflación, de 4.8 por ciento a 5.5 por ciento. Además, estimó que las tasas de interés (Cetes a 28 días) cerrarán con un promedio de 7.14 por ciento; el tipo de cambio terminará el año en 10.18 pesos por dólar; el déficit en cuenta corriente ascenderá a 15 mil 400 millones de dólares y la economía estadunidense crecerá apenas 2.1 por ciento.
Para el próximo año el CEESP comparte la meta oficial de crecimiento de 3 por ciento, a pesar de que Estados Unidos crecerá sólo 2 por ciento; sin embargo, prevé que la inflación será de 3.6 por ciento, seis décimas superior a lo previsto por el Banco de México; tasas de interés promedio de 7.12 por ciento, tipo de cambio de 10.40 pesos por dólar al cierre del año, déficit en cuenta corriente de 16 mil 500 millones de dólares y precio de la mezcla mexicana de petróleo de 16 dólares por barril. Para 2004 el organismo prevé un crecimiento de 4.2 por ciento con inflación de 3 por ciento.
En respuesta a las propuestas de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación y de académicos de la UNAM que plantean relajar la política monetaria, aumentar ligeramente el déficit y financiarlo con deuda, Rodarte advirtió que quienes hacen estas sugerencias no toman en cuenta la presión que ejercen la deuda interna y los llamados pasivos contingentes (IPAB, Pidiregas, rescate carretero, etcétera). Este supuesto remedio, señaló, es peor que la enfermedad, ni siquiera resuelve el problema y sólo genera inflación. "Es como darle tequila a una persona deprimida. Al otro día despierta con una cruda espantosa y sigue con la depresión".
