Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Lunes 2 de diciembre de 2002
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Política

Carlos Fazio

Fox y el ALCA

Tras dos años de gestión de crisis, Vicente Fox no ha podido cumplir a cabalidad con la misión que le encargaron sus patrocinadores nacionales y extranjeros: administrar un Estado recolonizado en función de los intereses del capital multinacional.

Como los tres gobiernos neoliberales priístas, el régimen foxista ha venido impulsando las directivas diseñadas por Washington, la banca acreedora de Wall Street y sus perros guardianes (FMI, Banco Mundial, BID), así como por la clase capitalista trasnacional, incluidos algunos oligarcas locales. Pero debido a las contradicciones propias del capitalismo en su actual fase neomercantilista y a un ascenso de las luchas de masas en el país -con la emergencia de una serie de nuevos actores políticos y sociales como el zapatismo, el neocardenismo, la lucha de Atenco, el Sindicato Mexicano de Electricistas y procesos de resistencia, redes y movimientos alternativos, algunos de ellos clasistas- se ha venido retrasando la aprobación de las llamadas reformas estructurales.

Así, la principal misión gerencial de Fox: privatizar lo que queda de las joyas de la economía mexicana: petróleo, gas natural, electricidad, agua, biodiversidad -como parte de un proyecto de saqueo y explotación imperial denominado Plan Puebla-Panamá-, se ha venido retrasando. Aunque ha venido avanzando en otras medidas del paquete global diseñado por el verdadero eje del mal (FMI, BM, BID): contrarreforma indígena, política de pensiones regresiva, contrarreforma laboral, desmantelamiento de las instituciones públicas con contenido social.

En rigor, "el gobierno del cambio" encarna el más puro continuismo. El Estado neocolonial sigue siendo tan fuerte e intervencionista como el viejo Estado paternalista, sólo que ahora ya no subvenciona a los pobres, sino que opera como un Estado nana al servicio de los compradores de empresas públicas, y rescata y asume la deuda fraudulenta de los banqueros y empresarios ladrones del Fobaproa/IPAB.

La deuda pública de los gobiernos del PRI y del PAN, así como la deuda privada, es socializada para que la pague el pueblo trabajador, que no recibe préstamos, pero que tiene que pagar los intereses y el capital. Mientras los grandes especuladores siguen montados en la bicicleta financiera, el neoestatismo foxista interviene en el recorte del presupuesto educativo, de sanidad, de salud, de pensiones. Y se hace de la vista gorda del dinero sucio generado por las mafias del crimen organizado, que se lava en los circuitos de la economía legal, controlada por grandes conglomerados financieros.

Durante dos años Fox se ha venido desempeñando como publicista de esa clase dirigente multinacional que usa una retórica globalizadora de doble estándar, basada en el principio capitalista de movilidad del capital e inmovilidad de la fuerza de trabajo, combinando mano de obra cada vez más barata y vigilada, con tecnología cada vez más moderna.

Fox ha recorrido el mundo como un virtual agente de propaganda de los planes hegemónicos, expansionistas, militaristas y unilateralistas de su amo imperial Bush -con algunos matices tardíos, producto del desprestigio internacional de México derivado del exacerbado cipayismo de su canciller, en particular del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA), proyecto de recolonización anexionista y antidemocrático que, como el viejo mercantilismo, busca consolidar un área de dominación en las tres Américas que involucra a 800 millones de seres humanos, controlar esferas de inversión de capital, saquear materias primas y explotar mano de obra casi esclava.

Fox prometió "transparencia". Pero los representantes de México en el ALCA han venido negociando en secreto acuerdos que afectarán la soberanía nacional. Porque lo que se está negociando en el ALCA es la codificación de los principios esenciales de la ideología neoliberal para convertirlos en normativa internacional. Eso incluye un sistema de solución de controversias que favorece a las compañías multinacionales con casa matriz en el Estado imperial (Estados Unidos) y atenta contra la soberanía de los estados nacionales de la periferia.

Vía los acuerdos del ALCA, las administraciones subordinadas renunciarán a las prerrogativas de su soberanía y a su condición de sujetos de derecho internacional para someterse a tribunales arbitrales privados, regidos por normas de derecho privado, integrados por expertos y asesores o consultores en tránsito del directorio de una multinacional a otra, que sesionarán en forma prácticamente secreta y arrasarán con los derechos, garantías y formalidades de procedimiento propios de un Estado nación.

Eso explica el sigilo y ocultamiento de las negociaciones, que no trascienden a la prensa, no son accesibles a la sociedad civil y a las que tampoco tienen acceso los parlamentos de los países involucrados. ƑQué razones pueden existir para que algo que ha sido multipublicitado por Fox como la gran panacea permanezca en la sombra, oculto en los pliegues del poder?

El pueblo debe saber qué se está jugando en el ALCA. La ciudadanía debe conocer, para debatirlos, las actas y documentos que registran las discusiones, los acuerdos alcanzados y los disensos pendientes. El Poder Legislativo también tiene derecho y la obligación de saber, opinar y controlar.

La del ALCA es otra batalla pendiente; es un asunto de todos. Se trata de transformar al actual Estado recolonizado en un Estado nacional, que podrá ser después, tal vez, socialista.

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
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