Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Jueves 5 de diciembre de 2002
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Política

Vemos con recelo las normas de la Iglesia, expresan

Racista, negarnos derechos, replican indígenas a obispos

''Respetamos la decisión de cada mujer del número de hijos que pueda traer al mundo'', señalan en manifiesto

ROSA ROJAS ENVIADA

Oaxaca, Oax., 4 de diciembre. La delegación mexicana en la primera Cumbre de Mujeres Indígenas de las Américas respondió a las críticas del Consejo Permanente de la Conferencia Episcopal Mexicana, que acusó a este encuentro de promover ''una serie de sugerencias que incitan a la violencia" y de pretender ''imponer el concepto de derechos sexuales y reproductivos".

Las representantes del país, unas 40, replicaron que ya son ''mayores de edad'', que tienen el ''irrenunciable derecho a la libre determinación'', que "cada mujer y cada pareja'' tienen derecho a decidir el número de hijos que pueda traer al mundo ''y decidir sobre sus cuerpos'', y que les corresponde a ellas reflexionar sobre los usos y las costumbres que atentan contra la dignidad y los derechos humanos.

''Tenemos mayoría de edad''

En su respuesta ''a los monseñores'' del Consejo Permanente de la Conferencia Episcopal Mexicana, las indígenas reafirmaron ''el irrenunciable derecho a la libre determinación, para la concreción de nuestros plenos derechos; el desconocimiento de nuestros derechos es un acto racista, que genera violencia y que no permite avanzar en una nueva relación entre pueblos indígenas y gobiernos, ya que existe una reiterada y sistemática violación a los derechos humanos y libertades fundamentales" de los pueblos y mujeres indígenas.

Señalan: "nos corresponde a nosotras discutir, reflexionar sobre lo que se llama usos y costumbres que atentan contra la dignidad y los derechos humanos, y sobre todo aquellas cargadas de violencia, como golpes a mujeres. De igual manera estamos contra el alcoholismo, que es la muerte lenta para nosotras y nuestros pueblos. No se preocupen, las estamos analizando, porque también creemos que nos ilumina la luz de la razón y la justicia y que estas cosas no deben permitirse, y consideramos que aún hoy en día, la sociedad nacional, incluida la Iglesia, desconoce el fondo de la justicia de los pueblos indígenas y actúan con prejuicios. Los instamos a un dialogo abierto y franco para clarificar estos conceptos.

''Ciertamente -agregan- hoy podemos manifestar más plenamente nuestra espiritualidad, lo que no pudieron hacer nuestros antepasados, porque lo hicieron a escondidas y como resultado de su desobediencia fueron arrojados a la hoguera. Para nadie es oculto la imposición de la evangelización y que sobre la espiritualidad y los centros ceremoniales se fundaron las iglesias de nuestros pueblos. Las mujeres indígenas mexicanas somos mayores de edad y tomamos nuestras decisiones para ejercer libremente nuestra espiritualidad, que es diferente a una religión, y de igual manera se respeta la creencia de cada quien. La religión católica acoge a quien le convence y cree en ella, la practica, la vive y da frutos de ella.

''Como mujeres indígenas estamos conscientes y muy orgullosas del don que tenemos de ser madres, pero también respetamos la decisión de cada mujer y cada pareja de decidir el número de hijos que pueda traer al mundo y decidir sobre sus cuerpos''.

Subrayan: ''respetamos las decisiones de la maternidad, porque los hijos son el tesoro más delicado y precioso que tenemos, pero también rechazamos la injusticia de los hombres por su irresponsabilidad de dejarnos solas con todas las obligacioones y responsabilidades de los hijos; en repetidas ocasiones los hombres renuncian a sus obligaciones".

En el mensaje, leído por Juana Vázquez, de Yalalag, Oaxaca, afirman también: ''de igual manera vemos con recelo las costumbres, normas y reglas que nos impone la educación, la Iglesia y la sociedad, que nos quieren todo tiempo puras y santas. Mujeres obedientes sin criticar, opinar ni protestar sobre las decisiones que los hombres toman. Ejercemos nuestro derecho a expresar nuestro punto de vista para complemento y equilibrio de las decisiones, pero no somos niñas para estar dependiendo y esperando las decisiones sobre nosotras''.

Anteayer, integrantes del Consejo Permanente de la Conferencia Episcopal Mexicana dieron a conocer un documento en el que consideran que la cumbre ''concibe la estructura de la familia indígena como causa directa de diversas formas de discriminación contra la mujer, cuando se ha de enfatizar el poder de la mujer indígena que en el hogar lleva la conducción de los hijos y la transmisión de los valores''.

Y afirman que los temas de la reunión se abordan ''desde una perspectiva completamente alejada de la realidad cultural y espiritual de las diferentes etnias que forman nuestros pueblos indígenas''.

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