Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Jueves 5 de diciembre de 2002
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Política

El 20 de noviembre desconocieron a autoridades partidistas y eligieron las propias

Amuzgos sólo quieren vivir en paz

En Xochistlauaca padecen zozobra y represión desde hace meses, denuncian

CAROLINA GOMEZ MENA

Ante la incapacidad y la corrupción mostradas por las autoridades partidistas impuestas al pueblo amuzgo del municipio de Xochistlauaca, Guerrero, la comunidad determinó el 20 de noviembre elegirlas por usos y costumbres. Hoy exigen al gobierno federal les ''permita vivir en paz'' con su ''propia forma de organización'', porque ello ''no significa separarnos de esta nación mexicana que tanto queremos''.

En un manifiesto dirigido a los medios de comunicación, a los pueblos de México y del mundo, al Congreso Nacional Indígena y a los gobiernos federal y estatal, el pueblo nancue ñomndaa (amuzgo) del municipio de Suljaa (Xochistlauaca) informa de la ''jornada histórica'' llevada a cabo de acuerdo con el derecho consuetudinario y la cultura del pueblo amuzgo, y expone las razones por las cuales se optó por considerar que ''es tiempo de escribir nuestra propia historia, de ser actores de nuestro presente y vivir soñando con un futuro mejor''.

El escrito, enviado ''desde el corazón del pueblo amuzgo", hace un llamado de atención al "gobierno de México" y le plantea que si no ha podido darles las condiciones para un desarrollo digno les dé la oportunidad de buscar un futuro mejor, siendo gobernados por sus autoridades tradicionales.

''Al gobierno de México le decimos que si no ha sido capaz de resolver nuestros problemas como pueblo nancue ñomndaa, ni sacarnos de la pobreza en la cual hemos vivido históricamente, le exigimos que nos permita vivir en paz en nuestras comunidades con nuestra propia forma de organización y gobierno.

"No estamos planteando separarnos de esta nación mexicana que tanto queremos ni de los pueblos con que hemos construido juntos nuestra historia, queremos que nos dejen vivir como sabemos, tejiendo los hilos de nuestro propio desarrollo. Nosotros los amuzgos, somos un pueblo pacífico y de trabajo, dedicados a nuestras tierras y a nuestras familias.

"Hacemos un llamado a todos los pueblos, comunidades y organizaciones indígenas del país y del mundo, a los mexicanos que viven dentro y fuera de nuestras fronteras, a que den cobijo a la lucha que hemos iniciado. Es tiempo de escribir nuestra propia historia, de ser actores de nuestro presente y vivir soñando con un futuro mejor".

En el texto se relata que en asamblea y sobre la propuesta que hicieron "nuestros calandyo (principales, ejidatarios y ancianos), el pueblo nombró a siete nama'n'iaa ndaatyuaa suljaa (autoridades tradicionales del municipio de Xochistlauaca) para que dirijan "los destinos de nuestras comunidades, con el principio de servir obedeciendo al mandato del pueblo, y no servirse de él".

Esto -aseguran- se realizó "en ejercicio de la autonomía a que legítimamente tenemos derecho como pueblo originario de estas tierras mexicanas, con cultura, instituciones, lengua y territorio propios".

De esta forma, dicho pueblo restableció sus formas tradicionales de gobierno, que "desde hace tiempo fueron violentadas por el Estado mexicano", el cual -aseveran- "desde hace años impuso el régimen de partidos a nuestro pueblo". Forma de hacer gobierno que "no ha servido para el desarrollo" de los amuzgos, pero sí para "conformar gobiernos corruptos y caciquiles" que son "impuestos desde arriba por los poderosos", los cuales, para esta comunidad "lo único que han hecho es empeorar la difícil situación de los habitantes indígenas del municipio".

Relatan que en los últimos tiempos los Nancue Ñomndaa, así como las comunidades nahuas y mixtecas pertenecientes al municipio, han padecido una "crisis política sin precedentes".

Esta llevó desde hace un año y medio a la toma masiva del palacio municipal de Suljaa y al desconocimiento de la presidenta municipal de ese entonces, Aceadeth Rocha Ramírez, la que es considerada por la comunidad "corrupta, despótica y arbitraria".

Desde el comienzo de su administración, refieren, estuvo "dividiendo a nuestras comunidades, imponiendo a las autoridades locales, violando sus derechos de nombrar según usos y costumbres" a sus autoridades principales.

También -dicen- ha dividido al magisterio bilingüe. En suma, su gobierno "ha golpeado físicamente al pueblo que se opone a su política, provocando también que en cada comunidad existan dos comisarías o delegaciones municipales", pero también "ha privado de la libertad y torturado a los opositores (...), lo que ha provocado la muerte de algunos hermanos, sin que hasta la fecha se haya hecho justicia".

Ante esta situación -indican- el municipio vive un clima de "zozobra y represión desde hace meses'', y que aún así se celebraron las elecciones para elegir a un nuevo presidente municipal, lo que dio por resultado que por la "apatía electoral generalizada" y el "coraje", haya resultado ganador un candidato del PRI, y de "la familia de la ex presidenta".

Este resultado convenció al pueblo amuzgo que "el estado de derecho premia a los delincuentes, a los que roban el dinero del pueblo, que sirven a los poderosos que viven a costa de oprimir y representar a los indios y a los pobres".

Por el "vacío de poder" generado y derivado de la "complicidad y respaldo del gobierno estatal con los caciques locales, los oídos sordos del gobierno federal y la evidente incapacidad de responder" al reclamo de "justicia y desarrollo" es que los habitantes de Ndaatyuaa Suljaa, determinaron formar su propio gobierno.

Lo anterior, mediante el ejercio "pleno del artículo 39 de Constitución" y de las funciones de gobierno que se establecen en los "artículos 115 Constitucional y 1,2, 3, 6 y 61 al 70 de la Ley Orgánica Municipal del Estado de Guerrero".

Los amuzgos agregan que se cobijan en los acuerdos de San Andrés, porque "son las palabras de nosotros los pueblos indígenas", los mismos que el "gobierno federal firmó, y que hasta la fecha se ha negado a cumplir, pero que es palabra viviente, es norma en nuestras comunidades y nuestros corazones", pero que "por ser nuestra el gobierno siente fuera del estado de derecho, pero vive con nosotros, a veces de manera clandestina".

Así, el pueblo amuzgo retornó a su "propio camino", el que sí les dice adónde van, el "camino de abajo, el que hemos aprendido, el que nos enseñaron, el que por siglos recorrieron los abuelos de nuestros abuelos, el que no se hace de mentiras, sino el que se construye a pasos verdaderos, entre todos y todas, unidos como el día en que nacimos en esta tierra".

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