Empieza Bush plan voluntario de vacunación contra viruela

Rectifica EU; liberan barco que llevaba misiles a Yemen

Nada le impide recibir arsenal norcoreano: Ari Fleischer

Tenemos garantías de que lo usará sólo para defensa: Powell

AFP Y REUTERS

Washington, 11 de diciembre. La Casa Blanca tuvo que dar marcha atrás este miércoles a la confiscación de un cargamento de misiles norcoreanos del tipo Scud, destinados a Yemen, al recordar que este país es aliado y amigo de Estados Unidos en la lucha contra el terrorismo. "En la legislación internacional no existe ninguna disposición que impida a Yemen recibir misiles de Corea del Norte", admitió el portavoz del gobierno de George Bush, Ari Fleischer.

La nave So San fue interceptada el lunes por un barco de guerra español a raíz de informes suministrados por Washington.

Durante el registro de la embarcación descubrieron, además de un cargamento de cemento, 15 misiles Scud completos provenientes de Corea del Norte, con 15 ojivas convencionales altamente explosivas. Inmediatamente se reveló que estaban destinados a Yemen.

"Si en este caso era legítimo detener y registrar (el barco), no lo era incautar el arsenal proveniente de Corea del Norte para Yemen y, en consecuencia, el barco mercante fue liberado", declaró Fleischer durante una conferencia de prensa.

"Obtuvimos la seguridad directa del presidente (Ali Abdala) Saleh de que se trata de la última de una serie de entregas que se remonta varios años atrás, y que eso se terminará", declaró el secretario de Estado, Colin Powell.

El jefe de la diplomacia estadunidense agregó que Washington obtuvo garantías de que esos misiles serán utilizados sólo para "necesidades de Yemen en materia de defensa, y que por ningún motivo irán más allá". Además, fustigó a Corea del Norte, al que calificó como "uno de los más grandes proliferadores de armas en la tierra".

Fleischer afirmó que inicialmente Estados Unidos temió que la nave se dirigiera a un país que apoya el terrorismo. Pero no es el caso de Yemen, calificado el miércoles de "amigo y aliado" en la lucha contra ese flagelo. "No podemos violar el derecho internacional, y en este caso preciso tenemos la obligación de adherirnos a él", agregó.

La detención de la nave y el descubrimiento de su cargamento, divulgados el martes, parecieron en un primer momento contener todos los ingredientes de una nueva crisis, desde que Washington se muestra dispuesto a desatar una guerra para desarmar Irak.

Los servicios de inteligencia estadunidenses seguían al So San desde hacía varios días, pero no sabían cuál era su destino final en Medio Oriente, afirmó el miércoles Ari Fleischer.

Las autoridades yemenitas convocaron el miércoles al embajador de Estados Unidos en Sanaa para manifestarle su inconformidad por la captura del barco. También dirigieron una protesta al gobierno español, cuya marina intervino en la detención de la embarcación a pedido de los estadunidenses.

Sobre este último punto, Estados Unidos parece tener la ley en su favor: el artículo 110 de la Convención de las Naciones Unidas sobre derecho marítimo estipula que una nave de guerra puede abordar a un barco mercante si éste carece de nacionalidad o se niega a enarbolar un pabellón, como sucedió con el So San.

Pero los estadunidenses no pudieron hacer nada para quedarse con los misiles vendidos por Corea del Norte, un país que el presidente George W. Bush incluye en su "eje del mal", al tiempo que anuncian una nueva estrategia para luchar contra la proliferación de armas de destrucción masiva.

Ari Fleischer intentó el miércoles sacar ventaja de la situación, afirmando que este episodio "subraya la necesidad de examinar con nuestros amigos y otros en el mundo si los acuerdos internacionales referidos a la proliferación de misiles debían ser revisados".

Demandan legisladores estadunidenses reformar las agencias de inteligencia

Legisladores estadunidenses pidieron una reforma de la comunidad de inteligencia del país para evitar fallas como las que precedieron a los ataques del 11 de septiembre del año pasado. Entre las recomendaciones del informe se encuentra el refuerzo de las unidades paramilitares de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI). También se pidió que esta última dependencia delegara sus investigaciones dentro del país a otra agencia.

Tras 10 meses de indagatorias, la comisión conjunta del Senado y de la Cámara de Representantes concluyó que el fracaso de dichas agencias consistió en su incapacidad de atar cabos que permitieran anticipar el ataque.

Por otra parte, se informó que el ex senador demócrata George Mitchell renunció como vicepresidente de la nueva comisión independiente, presidida por el ex secretario de Estado Henry Kissinger, que investiga los hechos que llevaron a los atentados del 11 de septiembre; será remplazado por el ex representante demócrata Lee Hamilton.

Por último, el presidente estadunidense George W. Bush decidió poner a disposición de los estadunidenses vacunas contra la viruela, en una base voluntaria, para protegerse contra un posible ataque biológico. "Pienso que este debe ser un plan voluntario, y no creo que la gente deba sentirse obligada a tomar una decisión" al respecto, dijo Bush a la televisión.