En casos como el del 5 de diciembre, que no es el primero, "lo mejor es callar": un vecino

Silencio en torno al linchamiento, consigna en San Pablo Oztotepec

Ha llegado mucha gente extraña "y no queremos ser una Iztapalapa", respecto a inseguridad

JOSEFINA QUINTERO M.

En San Pablo Oztotepec, uno de los 12 pueblos que integran la delegación Milpa Alta, prevalece el silencio. La regla: "cuando haya algo que no puedes contar, es mejor callar". Después del linchamiento del pasado 5 de diciembre nadie toca el tema, sólo circula el rumor. Se dice que fueron pocos los moradores involucrados en la muerte de dos presuntos asaltantes; que "fueron taxistas de San Pedro Atocpan y San Salvador". La lealtad a la comunidad les impide hablar de los hechos. No es la primera vez que aquí linchan a una persona: hace dos años y medio mataron a un violador.

Este pueblo tiene raíces agrícolas. "Nuestros padres y abuelos eran del campo, sabemos trabajar, defendemos la tierra y a nuestra familia", comenta un vecino que pide el anonimato.

Al pueblo, relata, ha llegado gente de muchas partes de la ciudad. El hombre que intentó violar a una joven de 16 años en octubre de 2000, venía de Villa Coapa, formaba parte de una familia desintegrada y solo vivía con su padre. Cuando el pueblo se enteró del intento de abuso alguien tocó las campanas de la parroquia. "Se juntó gente de todos lados, y cuando llegamos ya lo habían golpeado los familiares de la muchacha. Otra mujer lo reconoció porque le hizo lo mismo y entonces le dieron con todo. Las autoridades lo bajaron a Milpa Alta y después de cuatro días supimos que murió por los golpes".

Si nos defendemos, argumenta, es "porque no queremos una ciudad de México ni una Iztapalapa aquí. Si vigilamos es para saber quién entra y quién sale del pueblo, nos cuidamos. Tratamos bien a todo el que llega con buena voluntad, pero a aquellos que intentan pasarse de listos los ponemos quietecitos".

Hace poco, agregó, tres sujetos empezaron a sacar basura de las coladeras; luego tocaban las puertas de las casas y pedían 20 pesos por la limpieza. "Cuando les pedimos que se identificaran eran de Iztacalco; los bajamos a la delegación y ahí dijeron que lo hicieron porque necesitaban dinero. Así han llegado otros a hacer pleito y querer demostrar que son muy chingones, pero también los sacamos".

Guadalupe Chavira, jefa delegacional de Milpa Alta, indicó que el linchamiento es un fenómeno sociológico que hay que analizar. Añadió que no está en contra de conservar los usos y costumbres, pero siempre y cuando el estado de derecho lo permita.

Señaló que los taxistas han advertido que van a perseguir delincuentes. "Pareciera que se sienten los justicieros, pero no pueden suplantar la función de la autoridad. Además han llegado muchas quejas de vecinos de que al mínimo roce con un taxista, llaman a sus compañeros por radio de banda civil y éstos llegan para amedrentar a quien tuvo el incidente".

Agrega que "ojalá yo tuviera las atribuciones de regular el transporte y la proliferación de taxis, pero eso es competencia de la Secretaría de Transporte y Vialidad (Setravi)". Refiere que "tuvimos un incidente la semana pasada: me bloquearon la delegación un grupo de taxistas porque se había autorizado un sitio. Se quejaban de que eran piratas". La delegación no tenía conocimiento, por lo cual exigió a la Setravi información sobre los permisos que otorga.

Por su parte, los taxistas del sitio 600 de San Pedro Atocpan niegan estar involucrados en el linchamiento de los sujetos que asaltaron a uno de sus compañeros. Incluso, el despachador aseguró que el taxista que fue asaltado ya no trabaja allí.

El coordinador territorial de San Pablo Oztotepec, Joaquín Medina Galindo, descartó que todo el pueblo haya participado en el linchamiento; el llamado, dijo, fue cuando ya habían muerto "esas personas". Agregó que si existe un ambiente de inseguridad por la falta de vigilancia. "La molestia de los habitantes es porque cuando se detiene a alguien y lo remiten al sector, dos o tres días después sale y no se aplica la ley".

Prefirió no hacer conjeturas sobre la posible reacción del pueblo en caso de que la procuraduría capitalina lleve a cabo detenciones de vecinos supuestamente involucrados en el linchamiento, "porque es algo que me tiene preocupado. El día del linchamiento hasta a mí me desconocieron".

Sin embargo, Guadalupe Chavira señaló que en la delegación la delincuencia no tiene la magnitud que se le quiere atribuir. Precisó que en lo que va del año se han cometido 33 homicidios en Milpa Alta, de acuerdo con la fiscalía desconcentrada de la procuraduría capitalina. Además, se han hecho 918 denuncias por delitos; en esto San Pablo Oztotepec ocupa el cuarto lugar, con 81.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática, Milpa Alta tiene 96 mil 773 habitantes.