Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Sábado 4 de enero de 2003
  Primera y Contraportada
  Editorial
  Opinión
  Correo Ilustrado
  Política
  Economía
  Cultura
  Espectáculos
  CineGuía
  Estados
  Capital
  Mundo
  Sociedad y Justicia
  Deportes
  Lunes en la Ciencia
  Suplementos
  Perfiles
  Fotografía
  Cartones
  Fotos del Día
  Librería   
  La Jornada de Oriente
  La Jornada Morelos
  Correo Electrónico
  Búsquedas 
  >

Cultura

Juan Arturo Brennan

Algunos pendientes musicales

Algunos escépticos (yo les llamaría realistas) han especulado sobre la posibilidad de que el panorama musical del 2003 en México sea semejante a lo que se ve venir en materia política, social, fiscal, cambiaria, electoral, agrícola, indigenista, diplomática, cultural, deportiva y un largo e inquietante etcétera. Si así fuera, entonces este año que comienza estará caracterizado, en el mejor de los casos, por una repelente cacofonía, y en el peor, por un ominoso silencio. El hecho es que, como de costumbre en este país que insiste en la desmemoria histórica y cultural, los recientes tiempos de contracción económica se han reflejado de manera drástica en continuos y crecientes recortes a los presupuestos asignados a prácticamente todas las áreas de la actividad musical. Las orquestas viven de apremio en apremio, las casas de ópera presentan cada vez menos títulos, los festivales recortan en vez de programar, los encargos a los compositores mexicanos disminuyen día a día, y otro largo etcétera. En medio de todo esto, el discurso oficial, de uso universal, es el de costumbre: "Vamos bien". En medio de este panorama tan poco alentador y de una crisis musical (y cultural) generalizada, han quedado, como cada año, numerosos pendientes por atender y resolver en el ámbito de nuestra música; he aquí un inventario a vuelapluma, mínimo e incompleto.

ƑCómo podrán ser convencidas las masas de televidentes babeantes y mediatizados que los retrasados mentales de La Academia no son, ni pueden ser, ni serán el futuro de la música popular en México? ƑCuándo se realizarán acciones concretas para enriquecer la componente musical de nuestro triste panorama radiofónico? Con relación a esto, vale la pena mencionar que la solución no es, ni con mucho, el tan pregonado "rescate de la XELA". Si bien es cierto que la desaparición de la XELA ha sido un crimen de lesa música, su simple rescate equivaldría a regresar a la radio del siglo XIX. Hay, en efecto, un contingente de melómanos sinceros que añoran la oferta musical de la rústica XELA, pero también hay grupúsculos de grillos que quisieran apoderarse de la rescatada estación para atiborrarla de "programas de opinión" y aprovechar para llevar agua a sus respectivos molinos. Lo ideal sería, en cambio, crear una estación nueva, diferente de las que existen, donde se protegiera y promoviera adecuadamente (por profesionales, no por compadres y advenedizos) la música de concierto, el jazz, la música cinematográfica, la música del mundo, la música mexicana importante. ƑSerá posible? ƑLlegará el momento en que nuestros conservatorios y escuelas profesionales de música finalmente se decidan a actualizar sus planes y programas de estudios y anclarlos con firmeza en el siglo XX? ƑHabrá modo de que algún día los funcionarios dejen de jugar a las sillitas musicales con los puestos importantes de gestión y promoción musical? ƑQué hay que hacer para que los oligofrénicos oligarcas que detentan impunemente (con la complicidad culposa del gobierno) las concesiones de radio y televisión de este país disminuyan la avalancha de música-basura que difunden cotidianamente?

Y en medio de todos estos y muchos más, un pendiente verdaderamente urgente. Sólo recientemente ha comenzado a conocerse la magnitud del daño que la piratería está causando al quehacer musical en México. Y no se trata sólo de la quiebra de numerosas empresas disqueras; se trata de un efecto dominó que necesariamente afecta de manera grave (directa o indirectamente) a prácticamente todos los niveles de la actividad musical y a todos los que en ella participan. Como de costumbre, se habla mucho al respecto y no se hace nada. La piratería musical es una actividad que, por fuerza, se realiza abiertamente, a plena luz del día, y su auge inexorable es una prueba fehaciente de que hay una larga cadena de complicidades que protegen y alientan a los piratas: las autoridades hacendarias, todas las policías, los funcionarios delegacionales, y muchos otros que sin duda tienen las manos metidas profundamente en los bolsillos de los corsarios de la música. ƑHasta cuándo la impunidad?

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
Día Mes Año