Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Martes 7 de enero de 2003
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Capital
La Casa Alianza organizó la celebración para adolescentes con hijos

Para muchos niños en situación de calle no hubo Reyes

JOSEFINA QUINTERO

Los niños/padres acompañaron a sus hijos para celebrar el Día de Reyes. Adolescentes de 16 años con sus pequeños en los brazos llegaron a Casa Alianza. Los juguetes, ¿para quién?: hijos o padres, ambos eran menores.

jovencalle2En la cabeza de cada uno de ellos ya estaba la responsabilidad; su vestir lo reflejaba: zapatos de tacón, faldas abiertas a medio muslo, ojos pintados y enrimelados los hacía diferentes.

Para los padres hubo carritos de plástico y camiones de volteo. Para las madres muñecas de trapo con manitas de vinil. Y para sus hijos, cobertores de acrílico para cobijarse, más que del frío de la calle, del frío de su abandono. Porque enfría más la indiferencia que la propia madrugada.

Eran más de 40 niños de la calle que celebraban el Día de Reyes en Casa Alianza con tamales, atole, rosca y juguetes. Sin embargo, nada se comparaba con aquella atención que los educadores y visitantes les ofrecían. Un gesto, un guiño de ojo o una sonrisa tenían mucho más valor para los pequeños que cualquier otra cosa.

A la hora de abrir los regalos todos los niños (padres e hijos) se divertían con el mismo entusiasmo. Olvidaron por un instante su situación de calle.

Pero la fiesta no fue para todos. El Chiquilín, niño de 13 años, desde muy temprano se levantó porque tenía que trabajar. Rompió un par de botellas de refresco, las envolvió en un pañuelo y en el primer crucero que encontró empezó sus malabares; se recostaba sobre los vidrios de frente y de espalda, a pesar de que algunos se le incrustaron en la piel. No se quejó de ningún dolor.

Magdalena, jovencita de apenas 15 años, llegó tarde a la iglesia de la colonia Morelos y no alcanzó regalos, pero su verdadera preocupación es más fuerte: está enferma y le crece una bola de carne en la pierna.

La menor vive con Alfredo, su pareja, debajo del túnel del tren elevado de la estación del Metro Candelaria, es su única compañía y aunque a veces tienen fuertes peleas siempre se protegen. El Día de Reyes pla-nearon ir juntos al hospital de La Villa.

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