La SCT mutiló la estructura de Capufe al quitarle las tres autopistas más importantes
Carreteras, a un paso de la bursatilización
Las vías más rentables fueron transferidas al fideicomiso administrado por Banobras
VICTOR CARDOSO
La Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) mutiló la estructura de Caminos y Puentes Federales de Ingresos (Capufe) al quitarle las tres autopistas más importantes y más rentables del país para transferirlas al Fideicomiso de Apoyo al Rescate de las Autopistas Concesionadas (FARAC), del Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras).
Apenas el pasado primero de octubre, la SCT giró instrucciones a Capufe para transferir los derechos sobre las autopistas México-Puebla y México-Querétaro. Operación similar se realizó posteriormente, el 11 de diciembre, con la carretera Querétaro-Irapuato.
El movimiento, según fuentes bien informadas, representa un paso previo para la bursatilización de los ingresos que generan esas carreteras por la vía del peaje. Algo similar se hizo en 1994 para el caso de la autopista México-Cuernavaca.
Cálculos no oficiales consideran que el gobierno federal podría obtener alrededor de mil 500 millones de dólares con la emisión de certificados bursátiles garantizados por los ingresos de esas autopistas.
Tan sólo las tres carreteras, cuyos derechos se encuentran ahora en el FARAC, generaron a Capufe ingresos por casi 4 mil 300 millones de pesos durante 2002. Esta cifra representó casi 70 por ciento de los ingresos generados por el organismo.
La México-Puebla es la más rentable de todo el sistema de autopistas de peaje en el país. Por esa vía circularon un total de 36 millones 778 mil 202 vehículos durante el año pasado. En orden de importancia le sigue la México-Querétaro, donde se registró un aforo de 26 millones 466 mil automotores y, finalmente, la Querétaro-Irapuato, por donde circularon 12 millones 996 mil 202 unidades, también, durante el año anterior.
Hasta donde se sabe, la transferencia de los derechos de las autopistas al FARAC es un paso previo a la bursatilización y sólo falta un acuerdo entre la SCT y la Secretaría de Hacienda para definir el destino de los recursos que se obtendrían: la primera dependencia pretende que se "etiqueten" a fin de utilizarlos como "capital semilla" en la construcción de nuevos tramos carreteros concesionados.
La SCT tiene identificada la necesidad de construir por lo menos 40 tramos carreteros para modernizar los 14 ejes troncales del país y eso requiere inversiones por unos cien mil millones de pesos durante la presente administración; aunque en una primera etapa se requieren 11 proyectos con un costo de 18 mil 800 millones de pesos.
Por su parte la Secretaría de Hacienda estaría empeñada en absorber ese dinero para completar el presupuesto federal, ya sea de este año o del próximo, dependiendo de las necesidades que se presenten.
Hace casi un año el titular de la SCT, Pedro Cerisola y Weber, confirmó la intención gubernamental de colocar bonos carreteros en los mercados internacionales. Como antecedente, el desmembramiento de Capufe ya se vislumbraba en el Programa Sectorial de Comunicaciones y Transportes del actual gobierno, donde se planteó como uno de sus objetivos la "consolidación de la administración del sistema de autopistas de cuota que opera el gobierno" mediante acciones como "crear una nueva estructura institucional que permita la mejor administración de sus aspectos financieros, administrativos y operativos".
