Ojarasca 69  enero de 2003


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"EL CAMINO DE ABAJO"

Autonomía del pueblo amuzgo





Carlos González García. Xochistlahuaca, Guerrero. Este municipio, llamado Suljaa' en la lengua ñomndaa (amuzga), significa un lugar llano con flores y se localiza en el estado de Guerrero, al final de la región conocida como Costa Chica. En él habitan fundamentalmente miembros del pueblo nanncue ñomndaa (amuzgo), aunque también se encuentran algunas comunidades mixtecas y nahuas que en conjunto representan un 5 por ciento de la población total, en tanto que los mestizos no llegan ni al uno por ciento de la población.

Suljaa', con una población de más de 22 mil personas distribuidas en 133 localidades, es el corazón político y cultural del pueblo nanncue ñomndaa. La palabra de los más viejos señala el origen del pueblo nanncue ("las personas de las tierras de en medio") ñomndaa ("el idioma del agua") en "tierras más allá del mar". Permanente ha sido la resistencia del pueblo nanncue ñomndaa contra el conquistador azteca, el invasor español, el liberal criollo, el cacique, indígena o mestizo. Todavía, en la memoria y en la cultura del pueblo, perdura el recuerdo de la destrucción que significó la guerra de invasión y que implicó el casi total exterminio de la población amuzga, la cual, durante el siglo XVI, se redujo de más de 50 mil personas a menos de mil.

Los pobladores de Suljaa' se encuentran asentados en una región de gran riqueza natural (catalogada como mega diversa); y forman parte de un entramado pluricultural de significativo valor. Sin embargo la pobreza de las poblaciones nanncue ñomndaa, mixtecas y nahuas asentadas en el municipio contrasta con la riqueza natural y con el importante desarrollo de las culturas originarias asentadas en el lugar.

La historia de subordinación es una y se encuentra asociada, desde el México independiente, al centro económico y político de la región, Ometepec, bajo el control de una burguesía local que, en algunos casos, remonta sus orígenes a los tiempos de la Colonia y la Independencia. En los años posteriores a la Revolución se han consolidado cacicazgos que, apoyados en su lealtad a la "familia revolucionaria", representan la constante dominación étnica y social, concentran tierras de origen comunal y monopolizan el poder político, la ganadería, el transporte y el comercio regionales.

Los índices de marginación del municipio de Suljaa' son notables como lo demuestran las propias cifras oficiales en las que un 64.6 por ciento de la población total mayor de 15 años es analfabeta; un 97.4 por ciento de la población total carece de servicios de salud; el 45.6 por ciento de la población activa no percibe ingresos por su trabajo; el 80.3 por ciento de las viviendas carecen de drenaje y un 50 por ciento no dispone de energía eléctrica.

Harto de imposiciones, cacicazgos y miseria, el pasado 20 de noviembre de 2002, el pueblo nanncue ñomndaa de Suljaa', resolvió elegir a sus propias autoridades municipales, de acuerdo al derecho consuetudinario amuzgo, por su cuenta y a contrapelo de los caciques, los partidos políticos y la ley electoral vigente en el estado. De este modo más de setenta Calandyo (Principales), ancianos y ejidatarios, propusieron a la asamblea general comunitaria el nombramiento de siete Nanman'iaan (literalmente, "los que están sucios por que trabajan") o autoridades tradicionales. A partir de ese día las autoridades electas tomaron el difícil encargo de gobernar bajo el principio de "servir obedeciendo al mandato del pueblo y no servirse de él", y ocuparon la Wats'iaan Ndaatyuaa Suljaa' (Casa de Trabajo del Municipio de Suljaa'), antes palacio municipal de Xochistlahuaca y sede del ayuntamiento y de todas las estructuras de gobierno impuestas desde hace siglos y reforzadas por la "democracia" electoral en vigor.

La decisión del pueblo amuzgo tiene tres antecedentes significativos:
a) las luchas que de modo sucesivo dio en 1979, 1989 y 1999 en contra de los cacicazgos locales parapetados tras el gobierno municipal y apoyados por los gobiernos estatal y federal;
b) la lucha contra el poder caciquil de la señora Aciadeth Rocha, ex presidenta municipal de Suljaa', depuesta por la movilización popular en el año 2000, quien, apoyada por el gobierno estatal e importantes dirigentes del pri, ha impuesto un cruento estado de terror y violencia dentro del municipio;
c) la movilización y organización de los pueblos indígenas de todo México por su liberación y autonomía, acrecentadas por la rebelión zapatista desde el año de 1994.

A diferencia de luchas anteriores (nos referimos a las de 1979, 1989 y 1999), la actual rompe con todo el orden político que había sido impuesto al pueblo amuzgo y, sobre todo, desconfía del poder, pues, a la vez que de éste no exige reconocimientos o subsidios, sino respeto, desdeña las formas de la institucionalidad electoral y de la política tradicional.

Ya la lucha de 1979, que exigía la destitución de la despótica presidenta municipal en turno, la señora Josefina Flores, fiel representante de los intereses caciquiles de la región y del "figueroísmo", se nos presenta como una lucha contra las formas de gobierno impuestas desde el exterior y contra la estructura caciquil dominante. Es decir, los contenidos del actual movimiento ya se habían "esbozado" en 1979, pero el horizonte, de cara a la resistencia indígena nacional, se revela totalmente novedoso, donde la lucha por la autonomía y la reconstitución integral del pueblo nanncue ñomndaa se expresa como doble lucha de liberación contra la explotación económica y la opresión étnica.

El espíritu del nuevo gobierno y el ánimo del pueblo nanncue ñomndaa de Suljaa' se resume en las palabras que la autoridad tradicional hizo del conocimiento público a principios de diciembre:

 
Hoy retomamos nuestro propio camino, recorriendo el camino nuestro sabemos hacia dónde vamos, el camino de abajo, el que hemos aprendido, el que nos enseñaron, el que por siglos recorrieron los abuelos de nuestros abuelos, el que no se hace de mentiras sino el que se construye a pasos verdaderos, entre todos y todas, unidos, como el día en que nacimos de esta tierra. (Comunicado público de las Autoridades Tradicionales del municipio de Suljaa', primero de diciembre de 2002.)


Actualmente se presenta un difícil escenario para el municipio, pues, por un lado, los Nanman'iaan, junto con la mayor parte de las comunidades, los ancianos principales y las autoridades agrarias, pretenden consolidar el proceso de autonomía iniciado, fortalecer su gobierno propio y avanzar en la difícil tarea de reconstituirse como pueblos y comunidades indígenas, a la vez que buscan soluciones efectivas a las carencias de la población mediante un autodesarrollo.

Por otro lado, el Ayuntamiento Constitucional electo por la vía del voto el siete de octubre pasado, cuenta con el apoyo de todos los partidos políticos y de los gobiernos estatal y federal. Dicho Ayuntamiento, cuyo presidente municipal pertenece al pri, sigue siendo parapeto de la señora Aciadeth Rocha quien, apoyada por importantes dirigentes priístas como Beatriz Paredes, reproduce y representa los intereses de la estructura caciquil "globalizada".

No deja de ser preocupante lo anterior, junto al desconcertante silencio de la organización india más importante del estado, el Consejo Guerrerense 500 Años, ya que Aciadeth Rocha, antes de ser depuesta y desde el inicio de su gestión como presidenta municipal "venía comportándose en forma corrupta, despótica y arbitraria [...] ha estado dividiendo a nuestras comunidades, imponiendo a las autoridades locales, violando sus derechos de nombrar según los usos y costumbres a sus Nanma'ian, ha dividido al magisterio bilingüe: en cada comunidad hay dos escuelas, su gobierno ha golpeado físicamente al pueblo que se opone a su política, provocando también que en cada comunidad existan dos comisarías o delegaciones municipales, su gobierno ha privado de la libertad y torturado a los opositores [...]" (Idem).

Ahora toca esperar la solidaridad del movimiento indígena y de la sociedad civil nacionales, así como la responsabilidad de las instituciones de gobierno, las cuales, en caso de seguir apoyando a Aciadeth Rocha, podrían ser cómplices de la violencia criminal tan propia de los caciques del lugar.
 
 


Guerreros navajos. Foto: Roland Reed, 1915

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