Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Martes 21 de enero de 2003
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Cultura
Siete momentos de la vida de los mayas se estrenó en la comunidad de Ticopó, Yucatán

Rescate de una tradición maya con 470 indígenas en escena

Montaje con Laboratorio Teatro Campesino e Indígena, dirigido por María Alicia Martínez Medrano Los medios de comunicación soslayan las fiestas prehispánicas, critica

CARLOS PAUL ENVIADO

Merida, Yuc. Con 470 actores en escena, el espectáculo Siete momentos de la vida de los mayas sintetiza la fiesta ceremonial La Vaquería, que desde hace más de 200 años se realiza durante siete días en las comunidades indígenas de Yucatán.

Esta fiesta en la que se mezclan símbolos y ofrendas prehispánicas y españolas (que datan de mil 700 años), con el quehacer cotidiano del pueblo maya, se estrenó con el grupo Laboratorio Teatro Campesino e Indígena de Yucatán, dirigido por María Alicia Martínez Medrano, el sábado pasado en un espacio natural adecuado para la escenificación, ubicado a media hora de Mérida, en la comunidad de Ticopó.

Irrespetuosos con el arte indígena

Martínez Medrano, quien durante más de 32 años trabaja con la idea de que ''en México no se respeta el arte indígena" y que en los medios de comunicación ''casi nunca aparece aunque sea una de las mil 300 festividades que existen entre las 56 culturas indígenas", destaca que fue muy importante la participación de decenas de niños y niñas, jóvenes, señores, señoras y abuelos de las comunidades de Seyé, Holactún, Saccich, San Bernardino, Canicab, X'ocen, Chichimila y Tipocó, pues por un lado se rescató y regeneró una tradición que se estaba perdiendo en esta región, sobre todo la de usar la ropa típica y los pasos de la jarana, baile central de La Vaquería.

Por otro lado, este trabajo permitirá consolidar el proyecto Teatro y Espectáculos, SCP (Sociedad Civil Particular), ''que hoy, con esta puesta en escena se pone en marcha" y cuyo propósito, entre otras cosas, es que esas comunidades se vean beneficiadas con la obra que presentan.

Como el espacio en el que se escenifica el montaje (cinco hectáreas) ''ha sido cedido por los ejidatarios durante 12 años", se pretende también que en tanto se escenifica la obra, esas comunidades puedan ofrecer su arte y tradiciones, su comida, comenta Delia Rendón, directora general de Teatro y Espectáculos.

''Ahora -abunda- buscamos que los montajes de teatro campesino sean autofinanciables para ya no depender de los apoyos del gobierno, pues otros proyectos semejantes han desaparecido por falta de ese apoyo.''

La cesión de la tierra se realizó de manera legal al gobierno de Yucatán, expresa Carolina Cárdenas Sosa, titular de la Secretaría de Turismo de la entidad. ''No vamos a quedarnos con esas tierras -asegura la funcionaria-, pues queremos impulsar un proyecto cultural que beneficie a esas comunidades".

Tradición viva

La Vaquería -explica Martínez Medrano- es una fiesta ceremonial en la que todas y todos los niños, jóvenes y viejos acuden con los sacerdotes mayas para bendecir, rezar, ofrendar y prometer que la comunidad bailará con placer y alegría, y así, puedan comer, sembrar, encuentren esposo o esposa o tener hijos, según cada quien.

''El rescate de esa tradición es el principio también del desarrollo de esas comunidades. Es un programa muy ambicioso en el que sólo participarán personas de la comunidad y sus artesanos, quienes piden una biblioteca".

Respecto de la situación actual de los campesinos indígenas yucatecos, señala la creadora escénica, ''es muy difícil, pues el huracán Isidore destruyó muchas granjas y huertos.

''Considero que los programas agrarios del gobierno para su recuperación deben ser analizados con lupa, porque ya sucedió lo de San Salvador Atenco, lo de Coahuila, lo de Sonora, y eso puede suceder en Yucatán y en todo el país. Aunque aquí (en Yucatán) son como más filósofos, además de que trabajan la tierra de una manera casi familiar y no para exportar como en otros lados, a excepción de los cítricos.

''No obstante esa circunstancia, sus tradiciones las están redescubriendo, principalmente los jóvenes. Sólo en esta parte del país -explica Martínez Medrano- existen 72 fiestas tradicionales que deseamos recuperar, aunque muchas aún se efectúan.

''Tenemos un proyecto para formar docentes y puedan rescatarlas. Por desgracia no hay recursos para hacer un foro, el vestuario, ni representarlas y por ello no se puede crear teatro indígena. Eso sucede en cada cultura, por lo que las tradiciones se han ido degradando y cuando las ve la gente lo que siente es lástima y no la alegría y elegancia como se vio en Siete momentos de la vida de los mayas.

''Queremos que la gente venga a ver este espectáculo el cuál nos llevo un año de trabajo, pese al paso del huracán Isidore.''

Con la producción de Laboratorio Teatro Campesino e Indígena y el apoyo de la Secretaría de Turismo de Yucatán, Siete momentos de la vida de los mayas se escenifica los sábados a las 16 horas en el horario de invierno, y a las 17, en el de verano. El espacio donde se realiza está ubicado en Ticopó, comunidad ubicada a media hora de la ciudad de Mérida.

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