Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Sábado 25 de enero de 2003
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Política

Enrique Calderón A.

El mensaje de Fox y su equipo

De acuerdo con las declaraciones de los más altos funcionarios del gobierno foxista, los agricultores y rancheros mexicanos están en condiciones de competir económicamente con los mejores del mundo. "Las desventajas del sistema agropecuario son un mito", afirmó el secretario de Relaciones Exteriores, mientras que el de Economía planteaba que sólo es cuestión de que los campesinos se conviertan en empresarios, y el de Agricultura los instaba a lograr más productividad.

A la imbecilidad de tales afirmaciones se debe agregar la irresponsabilidad de las del secretario de Salud, más interesado en puestos honorarios internacionales que le permitan viajar y cultivar sus inclinaciones de relacionarse con la alta sociedad que a cumplir con sus responsabilidades; la respuesta en torno de la muerte de decenas de recién nacidos, imputando la causa de la tragedia a la pobreza de las madres, habla del nivel de su vocación al servicio público.

La actuación del secretario de Comunicaciones ante la operación mafiosa de Tv Azteca al apoderarse de las instalaciones de Canal 40 presenta otra faceta del grupo en el poder: la incapacidad para salvaguardar el estado de derecho y para entender la importancia de las leyes.

Complementa este escenario dramático la frivolidad de la familia presidencial: mientras la esposa del Presidente hace instalar un supermercado completo dentro de un salón de uno de los hoteles más lujosos de la ciudad, para que le sacaran algunas fotos mientras "andaba de compras", el señor Fox se afana en dar a conocer la trascendencia de sus logros mostrando una imagen de ultrasonido en la que un futuro bebé, supuestamente nieto suyo, hace una señal de la victoria, seguramente en un acto de conciencia plena.

Con todos estos actos, desfiguros y declaraciones, a los que se seguirán añadiendo otros más cada día, el Presidente y su equipo parecen estar empeñados en entregar al país un mensaje por demás importante: el de que en realidad México no necesita de gobierno alguno para seguir adelante, por lo menos en las condiciones actuales, y quién quita y hasta mejorando un poco. Porque de qué sirve tener un gobierno desinteresado de los problemas sociales, interesado en que cada quien se rasque con su propias uñas ("Pues búsquele por allí", respondió Fox a una anciana que quedó sin hogar en Colima), que no ha sido capaz de concretar un proyecto de nación ni tiene interés en hacerlo.

No es una idea descabellada, si tomamos en cuenta que de acuerdo con la ideología dominante, en una economía perfecta, de la cual estamos ya a un paso, todo el desarrollo económico y social debe ser regulado por las leyes del mercado, del equilibrio de la oferta y la demanda. Si el país bien puede seguir adelante sin necesidad de que los funcionarios foxistas intervengan, y a veces rogando que así sea.

ƑEs en verdad por toda esta frivolidad, por este desconocimiento de los problemas nacionales, por este manejo irresponsable y carente de visión, por lo que votó la sociedad mexicana en julio de 2000? No lo creo, el pueblo de México votó por una esperanza, la esperanza de un cambio que le restituyera su patrimonio, que le brindara más y mejores oportunidades de empleo, mejores condiciones de vida, menos incertidumbre. Ciertamente se trataba de desafíos de cambio a mediano plazo; sin embargo, lejos de mostrar que esa posibilidad existe, y que se trabaja para alcanzarla, el gobierno de Fox no pasa de ser un desbarajuste y de mostrar su incapacidad para resolver nada que sea relevante.

Estos son los riesgos de la democracia; los pueblos pueden equivocarse en sus decisiones, especialmente cuando son sujetos a campañas mediáticas, como las padecidas por nuestro país en el pasado reciente, pero la democracia lleva implícito un proceso colectivo de aprendizaje que le permite corregir sus errores. Esta es hoy la mejor, y quizás la única, esperanza para el futuro.

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