Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Jueves 6 de febrero de 2003
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Mundo

Cuestiona la oposición la "obediencia ciega" del gobernante español hacia Bush

Enfrenta Aznar rechazo total en el Congreso a su posición en torno a Irak

Desalojan de la sesión parlamentaria a actores que gritaban consignas contra la guerra

ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL

Madrid, 5 de febrero. Frente al clamor generalizado del "no a la guerra", el presidente del gobierno español, el conservador José María Aznar, se quedó solo en el Congreso en su primera comparecencia para explicar su postura ante la hipotética guerra contra Irak. Todos los partidos de la oposición, apoyados por un nutrido grupo de representantes del gremio del cine y el teatro, manifestaron su rechazo a la "obediencia ciega" y "sumisión" de Aznar a la estrategia belicista del presidente estadunidense, George W. Bush.

El presidente del gobierno español se ha unido al eje europeo en favor de la guerra contra Irak encabezado por el primer ministro británico, Tony Blair, y su par italiano, Silvio Berlusconi. Hoy, sin embargo, se declaró en favor de que la ONU apruebe una segunda resolución previamente a cualquier ataque, si bien afirmó que el presidente iraquí, Saddam Hussein, debe tener un plazo de semanas improrrogable para cumplir las aspiraciones de la comunidad internacional.

La sesión parlamentaria de hoy fue tal vez la más combativa y crispada de cuantas ha protagonizado Aznar como jefe de gobierno. Su apoyo irrestricto a un ataque unilateral a Irak por parte de Estados Unidos, para lo que España ya ofreció incluso sus bases militares de Rota y Morón, ha despertado una conciencia antibélica sin precedente en este país, reflejada en recientes sondeos de opinión que revelaron que más de 75 por ciento de la sociedad asume como propio el mensaje de "no a la guerra".

Además, la oposición a la postura de Aznar en este conflicto internacional se intensificó a raíz de la ceremonia de entrega de los Premios Goya (de la industria cinematográfica), en la que todos los premiados se manifestaron contra la guerra, lo que provocó ataques sin precedente por parte del gobierno y algunos productores a la "libertad de expresión" de la Academia de cine. De ahí la presencia de un grupo de actores en la sesión, que fueron desalojados por mostrar pancartas contra la guerra y gritar consignas contra Aznar, y de la movilización a las puertas del Congreso, donde unas dos mil personas advirtieron que "Aznar y Bush quieren salir a matar".

Aznar y su formación política, el derechista Partido Popular (PP), enfrentaron unánime rechazo del resto de los grupos parlamentarios, algunos de ellos a pesar de tener alianzas con el gobierno, como los catalanes de Convergencia i Unio (CiU) y Coalición Canaria (CC).

En favor de otra resolución

Durante su comparecencia, que para muchos se trató más bien de un "monólogo", ya que no hubo oportunidad de réplica, Aznar defendió la redacción de una segunda resolución en el seno del Consejo de Seguridad de la ONU para fijar "plazos concretos, de semanas" para el desarme del régimen iraquí, al tiempo que desechó dejar sine die la actuación de los inspectores en territorio iraquí, "ya que esto daría alas al régimen de Saddam".

Después, los 10 voceros de los grupos de oposición manifestaron su negativa, con distintos matices, a la intervención bélica, pero coincidieron en lo sustancial: que la guerra es evitable y que la actitud de Aznar ha sido "irresponsable, ocultista y sin diálogo".

En esos términos se expresaron los representantes del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), principal fuerza opositora; de Izquierda Unida (IU, republicanos y comunistas); de CiU; del Partido Nacionalista Vasco (PNV); de CC; de Eusko Alkartasuna (EA); del Bloque Nacionalista Galego (BNG); de la Chunta Aragonesista; de Iniciativa per Catalunyaaznar_iraq_ua7 y Esquerra Republicana.

En su segunda intervención, Aznar respondió a las acusaciones de estar al "servicio de la extrema derecha estadunidense", al afirmar: "No me parece razonable jugar a deslegitimar al gobierno porque esas cosas ni se corresponden con la realidad ni los ciudadanos las respaldan. La esencia de la democracia es también la diversidad y la pluralidad de opiniones, pero naturalmente no se es más democrático porque lleven una pegatina ni tienen el monopolio de los sentimientos pacíficos".

Tras este pronunciamiento del presidente del gobierno, ocho de los 29 actores invitados a la sesión parlamentaria se despojaron de sus abrigos y mostraron, de pie, una camiseta en la que se podía leer el mensaje "No a la guerra", al tiempo que gritaron consignas contra Aznar y sus ataques a la libertad de expresión de la industria cinematográfica.

La revuelta duró escasos 40 segundos, en los que Aznar tuvo que interrumpir su discurso, y pidió a la presidenta del Congreso, la derechista Luisa Fernanda Rudi, que las fuerzas de seguridad "desalojen de las tribunas a aquellas personas que con su actitud están alterando el orden de la sesión".

Tras el desalojo, los parlamentarios de IU mostraron pancartas con el mismo lema, mientras Aznar intentó retomar su discurso, en el que señaló, para más indignación de los parlamentarios, que "nadie desea la guerra, pero naturalmente lo que hay que ver a partir de este momento es cómo se puede conseguir un orden internacional justo, más seguro, pacífico y que haga posible precisamente esos deseos."

Lo que diga el señor Bush

José Luis Rodríguez Zapatero, líder del PSOE, consideró que Aznar asume una "reacción desproporcionada, que hace buenas las tesis de la guerra preventiva y de la acción unilateral", al tiempo que acusó al mandatario de romper el consenso que había en política internacional para crear uno nuevo que se resume, según Rodríguez Zapatero, en una frase: "lo que diga el señor Bush".

El vocero de relaciones exteriores del PSOE en el Congreso, Manuel Marín, retó al gobierno a "organizar un referéndum sobre la posición española en la crisis iraquí" tal y como lo hizo el gobierno de su partido para decidir el ingreso de España a la OTAN, y superar así la "contradicción existente".

Marín dijo esto como interpelación a un pronunciamiento del vicepresidente primero del gobierno, Mariano Rajoy, quien hizo hincapié en que la situación de hoy es igual a la de la Guerra del Golfo (1991), cuando hubo una invasión por parte de Irak. Rajoy afirmó que en esta ocasión lo que hay son "evidencias y convicciones. Podemos pensar que ahora es distinto, porque ustedes están en lugar distinto". sostuvo el responsable.

Gaspar Llamazares, líder de IU, afirmó: "parece ser que el señor Aznar no comparte los valores del diálogo y la paz. Aznar, junto con Bush, vuelven hacia atrás en la historia de la diplomacia y de las relaciones internacionales y se convierten en los hijos de la usura. Seamos claros: esta guerra no es en favor del derecho internacional ni contra las armas de destrucción masiva; esta guerra la animan los gestores del petróleo y la extrema derecha estadunidense".

El dirigente comunista acusó a Aznar de "trasladar la lógica de la guerra a la vida democrática española", que a su juicio está subordinada a los intereses de la administración de Bush.

Durante el debate parlamentario, Llamazares y el vocero del PNV, Iñaki Anasagasti, manifestaron a Aznar su disconformidad y "sorpresa" por que se haya decidido cubrir, en virtud del clima prebélico, la réplica del Gernika de Pablo Picasso que se encuentra en la sede de la ONU. Este cuadro, cuyo original se encuentra en Madrid, es considerado una de las grandes obras artísticas del pintor malagueño, al registrar con vocación pacifista el bombardeo que sufrió por parte del ejército nazi la ciudad de Gernika el 27 de abril de 1937. El bombardeo contra la población civil provocó más de mil 600 muertos y heridos y dejó a la ciudad en llamas durante más de 72 horas.

Por último, un grupo de organizaciones no gubernamentales, entre ellas Amnistía Internacional, Greenpeace, Intermón Oxfam y Médicos Sin Fronteras, se sumó a las críticas por la actitud de Aznar en el conflicto internacional. Las ONG advirtieron que el "la fuerza sólo puede utilizarse como último recurso ante un peligro inminente, y siempre en el marco de la ONU", por lo que responsabilizaron a Aznar de las víctimas civiles que provoque un eventual conflicto bélico.

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