Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Lunes 10 de febrero de 2003
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Deportes

ƑLA FIESTA EN PAZ?

Leonardo Páez

Fraudes confirmados

CADA TEMPORADA GRANDE, en su parte final, el fallido empresario de la Plaza México corrobora, involuntariamente desde luego, la sucesión de fraudes cometidos a lo largo de ése y de anteriores seriales, hasta sumar 10 temporadas.

ƑA QUE OBEDECE esta no calculada confesión por parte del contumaz promotor? A que en la mayoría de los 15 festejos ofrecidos han salido por toriles novillotes engordados, si no es que despuntados.

AHORA, COMO NI jueces, ni asesores técnicos, ni Comisión Taurina del Distrito Federal, ni delegación Benito Juárez, ni veterinarios, ni nadie se atreve a molestar a los ilegales propietarios de la fiesta brava de México exigiendo exámenes post mortem de las reses lidiadas en la plazota, todo queda en desgastantes suspicacias.

ƑPOR QUE ESE afán de enlodar la labor de generosos inversionistas que pudiendo invertir su dinero en negocios más productivos lo siguen "arriesgando" en beneficio del espectáculo taurino? Porque el auténtico toro de lidia nos recuerda que esa generosidad no existe y que ese riesgo es falso, que en el campo bravo mexicano sobran reses con edad y trapío para poner a prueba el alma y la vocación de los ases, así como para devolverle a la tauromaquia su esencia, emoción y autenticidad.

POR ENESIMA VEZ el escrupuloso ganadero jalisciense Ignacio García Villaseñor demostró, con su encierro de San Marcos lidiado ayer en el semivacío coso, que el toro de lidia de México no necesita exceso de kilos, sino años cumplidos, pues el trapío -presencia y proporción de formas que imponen en el ruedo y en el tendido- lo da la edad, cuatro años en adelante.

ALGUNOS SIRENITOS recordarán hoy a sus inadvertidos lectores que el toro con la edad reglamentaria no es garantía de faenas bonitas, ya que éstas requieren el novillote quinientón -de 500 kilos o más pero con tres años de edad-, el manso-menso, el de entra y sal para apoteosis con alfileres de guatequeros aniversarios y el toreo de salón de los ases, en torpe sustitución del arte de la lidia de los toreros intemporales.

LA EJEMPLARMENTE PRESENTADA corrida de San Marcos -torazos con 470 y 480 kilos que ponen en entredicho la edad de los toros lidiados en festejos anteriores, con 500 o más kilos pero escaso trapío y descastado desempeño- permitió sin embargo que por lo menos cuatro de sus ejemplares pusieran a prueba la tauromaquia y el ánimo de sus matadores.

MUY BIEN ESTUVO El Conde con su lote, y si no es por el poco criterio del juez Eduardo Delgado, hasta una oreja por toro se habría llevado. Como la moda es premiar a los pinchanovillos y ser rigoristas con los matadores de toros auténticos, todo quedó en vuelta y salida al tercio. El hermoso, bravo y noble Trapecista, con 472 kilos, será sin duda el mejor toro de la temporada. Que un desconocido diestro español lo haya desperdiciado lastimosamente, ya es otra cosa.

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