Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Domingo 16 de febrero de 2003
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Capital

Angeles González Gamio

Bodas de plata de la Coyolxauhqui

El 23 de febrero de 1978 el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) recibió una llamada anónima de una mujer, quien informó que personal que estaba trabajando en las calles Guatemala y Argentina había hecho un hallazgo dos días atrás, que parecía ser importante, y solicitó que fuera investigado. Paralelamente, el ingeniero Orlando Gutiérrez, encargado de las obras, buscaba en las distintas dependencias del INAH quién lo atendiera, hasta que finalmente llegó al departamento de Salvamento Arqueológico y notificó el descubrimiento. Los arqueólogos tuvieron que esperar hasta las 10 de la noche, hora en que se iniciaban los trabajos, para no entorpecer la circulación.

Cuando se percataron de la magnitud del hallazgo, se comunicaron con el maestro Gastón García Cantú, a la sazón director del INAH. Días más tarde se determinó que era un enorme monolito que representaba a la Coyolxauhqui, personaje femenino de la cosmogonía mexica, a quien decapitó su hermano Hutzilopochtli y la arrojó de lo alto de una pirámide quedando desmembrada, por haber pretendido asesinar a su madre, Coatlicue, aliada con sus hermanos, los 400 surianos, quienes también fueron eliminados por el que habría de convertirse en un venerado dios.

La importancia del descubrimiento llevó a que el entonces presidente, José López Portillo, diera la orden de que se demolieran los edificios de parte de esa manzana, para poner al descubierto los vestigios del Templo Mayor de los aztecas, monumental construcción que impresionó profundamente a los españoles. Para tal propósito se creó el proyecto Templo Mayor, al frente del cual quedó el arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma, quien a lo largo de cinco años, con profunda entrega y pasión, sacó de las entrañas de la tierra innumerables tesoros que confirmaron lo que los cronistas, frailes y conquistadores habían dicho de la grandeza del recinto.

Vale la pena recordar la descripción de Hernán Cortés en la segunda Carta de Relación que envía al rey de España: "(...) y entre estas mezquitas hay una que es la principal, que no hay lengua humana que sepa explicar la grandeza y particularidades de ella, porque es tan grande que dentro del circuito de ella, que es todo cercado de muro muy alto, se podía muy bien hacer una villa de quinientos vecinos(...), tiene todo a la redonda muy gentiles aposentos donde se aposentan los religiosos que allí están. Hay bien cuarenta torres muy altas y bien obradas, que la mayor tiene cincuenta escalones para subir al cuerpo de la torre; la más principal es más alta que la torre de la iglesia mayor de Sevilla. Son tan bien labradas, así de cantería como de madera, que no pueden ser mejor labradas ni hechas en otra parte, porque toda la cantería de las capillas donde tiene los ídolos, es de imaginería y zaquizamíes (...) hay tres salas donde están los principales ídolos, de extraordinaria grandeza y altura y de muchas labores y figuras esculpidas (...)"

Muchas de estas maravillas que describe Cortés cobraron vida durante los trabajos, y fueron tantas y de tanta calidad que se vio la necesidad de construir un recinto para preservarlas; así nació el Museo del Templo Mayor.

El próximo día 21 se conmemoran 25 años de que fue encontrada la Coyolxauhqui, lo que provocó las excavaciones del trascendental recinto, que transformaron el corazón de nuestra ciudad, poniendo a la vista nuestra rica herencia prehispánica, que ahora convive con los soberbios edificios que representan nuestra raíz española. Para recordar esa fecha memorable, el Museo del Templo Mayor, que dirige el arqueólogo Juan Alberto Román Berrelleza, ha organizado un atractivo programa de actividades que incluye talleres, concursos, juegos para niños, mesas redondas y conferencias, que tendrán lugar los sábados y domingos hasta el 2 de marzo. En las conferencias sobresalen: "Identidad de una diosa", que va a impartir el día 22, a las 11 de la mañana, el maestro Felipe Solís. El siguiente sábado, la plática "Centro Histórico antes y después de Coyolxauhqui", la imparte el arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma. Las charlas se van a llevar a cabo en el auditorio del museo que lleva su nombre, merecido reconocimiento por las décadas de entrega al proyecto Templo Mayor y como creador y director del museo, además de autor de inumerables libros y conferencias que han difundido en el mundo este tesoro de México.

Con certeza las intervenciones serán magníficas, por lo que habrá que brindar por ellas. Afortunadamente a unos pasos, en la calle Guatemala 32, se encuentra la hermosa Casa de las Sirenas, desde cuya sensacional terraza podemos disfrutar un tequilita y una sabrosa comida, que debe incluir la sopa "Centro Histórico".

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