Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Miércoles 19 de febrero de 2003
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Sociedad y Justicia

"šQue Dios te bendiga... ya cállate!", le gritan en el acto por el 37 aniversario del CT

Abuchean a Abascal por el rezago salarial y la pérdida de empleos

Las rechiflas obligan al secretario del Trabajo a suspender su discurso un par de ocasiones

Su llamado a la "corresponsabilidad para avanzar en la justicia social" se pierde en el desorden

FABIOLA MARTINEZ

Cuando el secretario del Trabajo y Previsión Social, Carlos Abascal, se refirió al gobierno del "cambio", arreció la rechifla de las huestes de la Confederación de Trabajadores y Campesinos (CTC) y de la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC).

Aun cuando era el "invitado especial" en la ceremonia por el 37 aniversario del Congreso del Trabajo (CT), el funcionario no tuvo más remedio que suspender su discurso en un par de ocasiones y alzar la voz, a punto del grito, ante el fuerte abucheo. En ese momento, desde las últimas filas del viejo auditorio del CT retumbó claramente una sola frase: "šque Dios te bendiga... ya cállate!"

Abascal miró hacia arriba, como buscando al autor del mensaje, y de inmediato trató de convertir lo que fue una abrupta interrupción en un gentil deseo. Quizá por eso volvió a conceder una pausa y dio las "gracias" por el escarnio recibido, similar a la rechifla que se llevó junto con el presidente Vicente Fox el primero de mayo de 2001, cuando se promovía la aplicación de 15 por ciento de IVA a alimentos y medicinas.

La ceremonia anual por el aniversario de la constitución de la llamada "cúpula del sector obrero" se inició con un recibimiento que comenzó con el estruendo de música tropical y, más adelante, con aplausos y porras, esta vez concedidas por un pequeño grupo de ferrocarrileros colocados en los asientos del frente.

Sin embargo, a los pocos minutos las sonrisas de Abascal y de los funcionarios integrantes del presídium, entre quienes se encontraban los directores del Infonavit y el Fonacot, fueron desapareciendo. En principio por la abierta crítica a la Unión Nacional de Trabajadores (UNT) y después por los gritos de "šunidad!, šunidad!, šunidad!" -emitabascal_alcaine_ctidos por los trabajadores llevados al lugar- en favor del dirigente petrolero Carlos Romero Deschamps, quien recibía las "muestras de apoyo" con el rostro inmutable.

Parecía que aquello quedaría en la anécdota, aunque enseguida el líder de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE) envió de avanzada a uno de los suyos, Ernesto Moreno, para emitir un discurso en el que dejó en claro que "en la clase trabajadora hay inconformidad".

De entrada reclamó que en el sector público se estén aplicando despidos "disfrazados de programas de retiro voluntario" y que en el gobierno se utilice la persecución de dirigentes sindicales. Siguió la letanía de críticas: por los salarios permanentemente castigados, por los requisitos que deberá cumplir la eventual reforma laboral y hasta por la "ciega sumisión" de algunas organizaciones sindicales.

Pero lo que empezó a tensar el ambiente fue la crítica directa al desempleo, cuyo nivel "es más grave de lo que se percibe", y lo que más preocupa, agregó Moreno, es que en el gobierno se tenga otra lectura: "Ƒo será que el resto de los mexicanos vemos vasos medio vacíos cuando otros ven jarras bastante llenas?", dijo a grito abierto el representante de la FSTSE.

Mientras ello sucedía, el presidente del CT, Leonardo Rodríguez Alcaine, se acomodaba una y otra vez la corbata, signo nervioso inequívoco de cuando algo le ha incomodado. En tanto, Abascal sólo se dedicó a repasar su discurso, hizo anotaciones, subrayó y apenas esbozó una leve sonrisa del que se sabe destinatario de un ataque.

Luego llegó el turno del también líder cetemista, quien aun con problemas de dicción para pronunciar su discurso alcanzó a expresar que el nivel actual de las remuneraciones es insuficiente y "debe detenerse el deterioro del poder adquisitivo del salario, porque el número de compatriotas sumisos (sic) en la pobreza es muy alto".

Reiteró el respeto del CT a las instituciones del país, su compromiso por continuar con el gobierno en franco diálogo político y dejó en claro que esta central obrera (aval del proyecto de reforma a la Ley Federal del Trabajo elaborada en coordinación con el sector patronal) "no ha obstruido los consensos" y más aún: ha fungido como equilibrio que sustenta la paz social.

Rodríguez Alcaine dio lectura rápida a sus líneas y se encaminó de prisa a su lugar. En el fondo, justo atrás del presídium, se leía un solitario mensaje de aniversario: "CT fuerza organizada de los trabajadores, presente en la vida de México".

Tocó entonces el turno al secretario del Trabajo, quien de inmediato alzó la voz más que de costumbre, aunque no paró en halagar a sus anfitriones: "nadie puede regatear al CT su talento y amor a México... junto con el Consejo Coordinador Empresarial constituyen los dos organismos más representativos".

Pero lo que no gustó al grupo de la CTC, la central obrera más numerosa en el estado de México, fue cuando habló de que el presidente Vicente Fox ha respetado "profundamente" al Congreso del Trabajo. Ahí subió de tono la rechifla. El grupo cetecista y los croquistas, colocados en la parte superior del pequeño auditorio, tampoco le perdonaron al funcionario que mencionara siquiera el nombre del Presidente de la República. Ya con la gritería y las interrupciones cambió el semblante de algunos líderes, en especial del petrolero, quien abiertamente, sin disimulo, echó a reír.

Ninguno de los que estaban en el presídium se movía; tampoco nadie intentó calmar a los cetecistas y mucho menos se les pidió orden. Por ello Abascal subió el tono, enronqueció y gritó al pedirles "corresponsabilidad para avanzar en la justicia social y el bien común".

Al final, ahora sí cumpliendo el ritual de estos actos (salir a empujones), el líder de la FSTSE justificó la conducta de los trabajadores: "es por el rezago salarial; esto es un llamado de atención al gobierno", mientras los dirigentes locales de la CTC, cuya central encabeza Leonel Domínguez, respondieron a pregunta de la prensa: "ustedes lo vieron, los gritos fueron espontáneos... Cómo que vamos por el camino correcto, si aumentaron 1.5 pesos diarios al salario mínimo y cada vez hay más desempleados. šQuién le manda meterse en temas ampulosos!", expresaron.

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