Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Lunes 24 de febrero de 2003
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Cultura
Presentó A paso de hierba, que calificó de ''neoarraigo''

''El poeta miente, pero no engaña'': Bañuelos

El regreso a voces remotas nos acerca a quienes sí son poetas, expresó el autor chiapaneco en la FIL de Minería

RENATO RAVELO

Juan, expresó Alfredo López Austin en la presentación de A paso de hierba, ''eres un poeta, y precisamente de esos que pueden cristalizar sus memorias y almacenarlas en versos. Y sus versos son como las hormigas que transforman sus cuerpos en odres de miel y que se cuelgan de las bóvedas para estar eternamente frescas, eternamente presentes".

Juan Bañuelos a su vez contó anécdotas sobre el origen de su libro, al que calificó de neoarraigo, como aquella en la que después de la matanza de Acteal se encontró con un anciano ciego, quien en medio de la noche trasladó por los caminos oscuros y conocidos a los sobrevivientes.

En la sesión estuvo asimismo presente Sandro Cohen, editor de Colibrí, en cuya colección As de Oros se editó el libro con el apoyo de la Secretaría de Cultura de Puebla. La ex capilla del Palacio de Minería fue el escenario de esta suerte de diálogo entre la historia y la poesía.

El Culhuacán de Bañuelos

''Tu libro me recuerda una antigua leyenda'', indicó López Austin, y contó que en el siglo XV Motecuhzoma Ilhuicamina envió para entrevistarse con la madre Coatlicue a 60 magos a las tierras míticas de Aztlán, donde "estaba estancado el tiempo todo; no existía el flujo".

Los ancianos que regresaron, continuó López Austin, relataron que ''si un habitante de Aztlán se sentía ya viejo, ascendía por la falda hasta una altura determinada: si volvía al poco andar, bajaba hombre maduro; si subía más, volvía como joven; si llegaba a la cumbre, descendía en su infancia. Este libro, Juan, es tu Culhuacán. ¿Qué edad quieres tener? ¡Escoge la página, que allí se encuentra encapsulada y fresca tu vivencia!"

Papá solito

La historia de Papá solito es la del maíz que no visitaba a las comunidades tojolabales de Chiapas, contó Bañuelos, "porque el Papá solo, el astro rey, había estado ausente en las cosechas. La misma referencia que me hicieron en Chiapas me la repitieron en Guatemala. A mí me tocó, no tanto rescatar esa voz, sino transfigurarla:

"Es/ a Papá solito/ que buscamos/ el que se fue a traer a Tata Sol-o/ -se nubló y desapareció por completo/ Lejos/ Papá solito/ no puede darnos de comer/ Los naguales salieron/ andan locos/ mientras duerme la noche en el lomo de un mico maicero[...] El hambre no es / sino el eco insistente/ de un caracol/ No calla nunca...''

Un hombre verdadero

La palabra no te basta, le dijo López Austin, "debes convertirte, transformarte. Debes iniciarte en el misterio de la poiesis. Debes ser como los tojolabales, 'un hombre verdadero'. ¿No te lo reveló así un tojolabal, de gemelo a gemelo? Aquel cantor, Coyote Azul, que vivió los Cinco Soles en las profundidades abismales del Metro en la ciudad de México. El -nos relatas- te escribió una carta".

Y otro invitado acudió a la cita en la Feria de Minería: ''Hermano, te mando unas canciones que tú llamas poemas. No sé. Son tentaciones de la gran ciudad. Las compuse mientras pastoreaba mis borregos. Tenemos que cuidar la armonía del mundo, Juan. Desde que nos cayó el asombro en el mero pecho, ese es el encargo de ser los hombres verdaderos. Cuando vengas a Tila, ya me dirás tus pensamientos''.

Y le sentenció al respecto López Austin: ''Ni modo, Juan, que te cayó el asombro. Ya transformado, deberás mostrar a los profanos tu cosecha de Aztlán, los trozos de verdad que capturaste, y lo harás por medio de la palabra trascendida, modificada, torturada hasta hacerla capaz de verter su carga''.

Para Juan Bañuelos, premio Xavier Villaurrutia 2003, ''el regreso a esas voces remotas solamente nos hace acercarnos a quienes sí son poetas. Uno al regresar a esos mitos, sin despreciar los universales, descubre que son tan verdaderos y que la labor de uno es solamente tratar de transformarlos con las experiencias que se han vivido. Al final de cuentas el poeta miente, pero no engaña''.

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