Carlos González cobró magistralmente
una pena máxima
Cruz Azul continúa sin conocer el triunfo; Necaxa
lo goleó 4-0
Yo soy el que no está funcionando, expresó
Mario Carrillo, quien sigue contando con el apoyo de la directiva Los
cementeros se salvaron de un marcador más abultado Luna marcó
dos goles
CARLOS HERNANDEZ
Las pocas ocasiones que Mario Carrillo decidió
salir de su banca a dar instrucciones el público cementero lo apabulló
con abucheos, silbidos, reproches y gritos de "¡fuera-fuera!"
Por eso salió poco. Y tampoco se animó a
dirigir porque el Cruz Azul de ayer no tenía remedio alguno: los
celestes tuvieron una de las peores tardes de su historia y se mostraron
como un equipo llanero pero con sueldos de cracks de fama mundial.
Tan
mal andan los azules que hasta un cuadro defensivo como Necaxa les metió
cuatro goles y falló otros tantos, en un duelo que terminó
4-0, pero que pudo ser de verdadero escándalo.
Lo mejor de la tarde fue el cobro magistral de un penal
que significó el 3-0, por parte de Carlos González, quien
tiró con jiribilla, al dar dirección a la pierna izquierda
hacia ese mismo lado, pero conectó con parte interna y el esférico
salió al lado derecho del engañado Conejo Pérez.
La acción despertó la admiración
de los aficionados que llenaron la parte baja del estadio Azteca.
Si el año pasado Carrillo sorprendió al
mando del América, ahora saborea el lado amargo del banquillo y
suma siete partidos sin victoria, en un mal inicio azul comparable a la
lejana temporada 1966-67. "Yo soy el que no está funcionando y tengo
que concentrarme más... es obvio que no estoy haciendo las cosas
bien y tengo que sacar lo mejor de mí", expresó.
Sin embargo, dijo tener el "apoyo total" de sus directivos
y afirmó que no hará cambios en la alineación. "Este
ha sido el peor Cruz Azul y el peor partido de mi vida. No hay rompimiento
con mis jugadores, pero tengo que entrenar mucho.
Estoy tranquilo, no pasa nada y no voy a caer en la desesperación",
dijo sin convencimiento.
Los Cementeros tuvieron una tarde infame, con una alineación
netamente defensiva que de nada les sirvió al minuto 24, cuando
Braulio Luna anotó el 1-0 al recibir el esférico dentro del
área y de media vuelta venció con tiro rasante a Oscar Pérez.
Ocho minutos después Alex Aguinaga definió
el 2-0 con un testarazo incómodo, ya que por poco choca contra el
poste derecho.
Después el Bolillo González presumió
su calidad en el cobro de penas máximas y los azules despertaron
hasta el seis del complemento, en tiro al poste del recién ingresado
Víctor Gutiérrez.
El Conejo tropezó en una salida, pero Diego
Martínez tiró desviado ante la puerta abierta. El definitivo
4-0 llegó al 62, en centro del propio Diego que Luna conectó
en una barrida.
El chileno Pablo Galdames salvó a su equipo de
la quinta anotación, al despejar sobre la línea de gol un
remate de Angel Sosa, al 72. A partir de entonces empezaron los oles a
favor de Rayos y los abucheos contra los azules.
Luna tuvo su tercer tanto a dos minutos del final, pero
se le alargó el esférico cuando ya había burlado a
un Conejo que ya se contagió con la mediocridad de su equipo.
Al final, Edgardo Codesal declinó comentarios sobre
las acusaciones de corrupción en su contra.