Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Domingo 2 de marzo de 2003
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Espectáculos
Soldados vigilan constantemente las favelas

En calma se realiza el carnaval, en un Río de Janeiro sitiado por el ejército

AFP

Rio de Janeiro, 1º de marzo. Miles de cariocas daban rienda suelta este sábado a la celebración del carnaval en las calles de un Río de Janeiro en calma y protegido por tropas y carros de combate del ejército movilizados para evitar la violencia de los narcotraficantes.

Con esa intensa presencia policial en toda la ciudad y la vigilancia de las tropas de las Fuerzas Armadas, los habitantes pudieron disfrutar tranquilamente de los ruidosos desfiles de los blocos (agrupaciones) carnavalescos.

En el centro de Río, la tradicional agrupación Bola preta paralizó la ciudad arrastrando decenas de miles de bailarines, al tiempo que la Banda de Ipanema, en la playa homónima, también llevó adelante su irreverente desfile sin problemas de violencia.

En la zona sur de la ciudad, las entradas y salidas de varios túneles que cortan la ciudad eran vigilados por tropas de las Fuerzas Armadas, que portaban armamento pesado.

Uno de los puestos más numerosos de la tropa se situaba a la salida del túnel Santa Bárbara, que conduce al Sambódromo, donde se realizan los desfiles de carnaval. En ese punto, soldados vigilan constantemente las favelas vecinas con binoculares.

La ola de violencia estalló en la noche del lunes, cuando grupos de narcotraficantes bloquearon autopistas, incendiaron autobuses y ametrallaron los comercios que se negaron a obedecer la orden de paralizar las actividades.

El gobierno de Río de Janeiro respondió con dureza: lanzó la Operación Río Seguro, pidió la participación de tropas de las Fuerzas Armadas y trasladó a una cárcel en el interior del estado de Sao Paulo al narco Fernandinho Beira Mar, señalado como el líder de la ola de violencia.

Las acciones de los traficantes, que se registraron hasta la madrugada del viernes, dejaron un saldo de tres muertos: un chofer de taxi, una mujer que no logró abandonar a tiempo un autobús incendiado y un oficial de la marina que al ser identificado como tal fue ejecutado delante de su familia.

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