Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Jueves 6 de marzo de 2003
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Política

Trece resultaron heridos; desde enero de 2002 disputan el poder municipal

Fallecen al menos dos tzotziles en riña de perredistas y priístas en Zinacantán

Encabeza el gobernador de Chiapas mesa de negociación para solucionar el conflicto

ELIO HENRIQUEZ CORRESPONSAL

enfrenamiento_05Zinacantan, Chis., 5 de marzo. Al menos dos indígenas tzotziles murieron y 13 resultaron lesionados, además de que fueron incendiados cinco vehículos, al enfrentarse con armas de grueso calibre perredistas y priístas por la disputa del poder político en este municipio.

Ante la gravedad de los hechos, el gobernador Pablo Salazar Mendiguchía y el secretario de Gobierno estatal, Emilio Zebadúa González, se trasladaron esta tarde a Zinacantán para dialogar con ambos grupos y tratar de evitar nuevas confrontaciones.

En entrevista, el mandatario sostuvo que el enfrentamiento fue resultado de "la resaca de un conflicto por las regidurías plurinominales y provocaciones mutuas" entre los perredistas, que gobiernan el municipio, y los priístas que son oposición. Agregó que la disputa "es parte de la realidad que vivimos, ya que el proceso democratizador no ha logrado encarnar en nuestras comunidades, donde hay intolerancia política y los partidos que ganan creen que ganan todo y que no pueden compartir responsabilidades ni espacios con otros partidos".

Según testigos y habitantes de Zinacantán, ubicado a 10 kilómetros de San Cristóbal de las Casas, desde la noche del martes surgieron rumores de que priístas de distintas comunidades llegarían a ocupar la alcaldía.

En la madrugada, cuando comenzó el movimiento de personas, el alcalde perredista Domingo de la Cruz ordenó retirar de la presidencia municipal unos 20 vehículos oficiales y otros bienes, y abandonó su domicilio particular, que hace un año incendiaron sus opositores, y en la casa quedaron varios de sus partidarios.

A las 5 de la mañana, los priístas convocaron a sus compañeros con un altavoz para que se concentraran en la plaza central de Zinacantán, al parecer para ocupar la alcaldía. Dos horas después, unos 150 hombres se dirigieron al edificio. Alrededor de 400 perredistas reaccionaron y trataron de sacarlos, lo que generó un enfrentamiento a golpes.

Los priístas se replegaron a sus oficinas, separadas sólo por la calle y dos canchas de basquetbol, ubicadas en el antiguo edificio de la alcaldía, donde funciona -ilegalmente, de acuerdo con los perredistas- el Comité Municipal del PRI.

La tregua duró varias horas, mientras los del PRI esperaban refuerzos de otras comunidades. La espera fue infructuosa porque 44 priístas que venían de La Granadilla fueron retenidos por los perredistas en el poblado Nachig y, en respuesta, en Navenchauc fueron retenidos 10 militantes del PRD. Los 54 rehenes fueron liberados esta tarde.

Ya reagrupados, entre las 10 y las 11 de la mañana unos 400 perredistas se dirigieron a las oficinas del tricolor y dispararon con armas de fuego de grueso calibre, según dienfrentamiento_01stintas versiones, e incendiaron cinco vehículos. Luego hubo un enfrentamiento a golpes y después se escucharon más balazos. Con varios heridos en sus filas, los priístas huyeron hacia la entrada del poblado, lo que aprovecharon sus adversarios para romper puertas y ventanas del comité del PRI, de donde sacaron a la calle documentos y muebles.

Los priístas, al igual que socorristas de la Cruz Roja Mexicana, informaron que a consecuencia de la balacera fallecieron Mariano Hernández Pérez, Antonio Rigoberto Pérez Montejo y Alejandro González Martínez, de 60, 25 y 17 años de edad, respectivamente, y por lo menos 13 personas estarían heridas de bala o golpeadas. Sin embargo, periodistas presentes en Zinancantán sólo vieron dos cadáveres.

La Policía Estatal ingresó al lugar de los hechos cuando concluyó la balacera que, de acuerdo con los priístas, "fue provocada por los perredistas". Antonio Jiménez Sánchez, uno de los representantes del PRI, aseguró que militantes del PRD "nos agredieron con armas de grueso calibre, nosotros no disparamos armas porque no tenemos", y sostuvo que todas las víctimas eran sus compañeros.

Agregó que los priístas no pretendían tomar la alcaldía, sino que llegaron a la cabecera municipal para plantear al alcalde demandas relacionadas con obras. Señaló que entre los "agresores iban Antonio y Francisco de la Cruz, hijos del presidente municipal, que viajaban en un vehículo Tsuru color violeta", y que fue vista una camioneta propiedad del juez municipal, Mariano García, en la que "iba gente armada".

Jiménez Sánchez dijo que después de lo ocurrido hoy, los priístas exigieron al gobierno estatal que se forme un concejo municipal en Zinacantán, porque "no queremos al presidente, es un asesino, que salga él y vamos a trabajar tranquilos".

El origen del conflicto se remonta al primero de enero de 2002, cuando los perredistas rechazaron que se integraran al ayuntamiento los regidores plurinominales del PRI: Mariano Vázquez López, Mariano Sánchez Pérez y Mariano López Vázquez. El año pasado ambos grupos sostuvieron rencillas y se acusaron mutuamente de agresiones. Hace un mes, tras largas negociaciones, los tres priístas ingresaron al cabildo y cobraron los sueldos correspondientes a 2002.

Pareció que esta medida contribuiría a solucionar el problema, pero los priístas aún se quejaron de que no los habían dejado tomar posesión y aseguraron que el alcalde "no sabe gobernar". En tanto, éste sostiene que una vez que sus opositores "se integraron al cabildo, quieren actuar como presidente y no me dejan gobernar".

Pablo Salazar y Zebadúa González llegaron a Zinacantán a las 14.30 horas. De inmediato instaló una mesa de negociación entre los grupos en pugna. A las 4 de la tarde se ordenó un receso para que fueran liberados los rehenes de ambos lados, lo que se logró al cabo de dos horas.

Durante el receso, el gobernador afirmó que la situación que en Zinacantán "es inadmisible", y por eso inició un proceso de negociaciones para alcanzar, en los próximos días, un acuerdo político que resuelva el problema "de una vez por todas".

Por la noche prevalecía la tensión. Los perredistas permanecían frente a la alcaldía y los priístas en la entrada del pueblo. Decenas de policías resguardan el orden. La Procuraduría de Justicia estatal ya inició las investigaciones, pero aún no hay detenidos.

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