Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Jueves 6 de marzo de 2003
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ENTREVISTA /SUSAN SONTAG, ESCRITORA

Nada impedirá a EU emprender una guerra contra Irak

Washington utilizó el 11 de septiembre como pretexto para llevar a cabo su proyecto de reconfigurar medio oriente. La nueva política exterior estadunidense no está sujeta al sistema democrático y es "peligrosa", por decir lo menos, asegura

CAROLIN EMCKE Y GERHARD SPÖRL DER SPIEGEL

sontag-susan-jpgDetrás de la ya irrefrenable determinación del equipo de George W. Bush de llevar adelante sus planes de ataque a Irak se encuentra la vocación de dominio mundial de una nación caótica y violenta, que favorece la pena de muerte y la posesión de armas en los hogares mientras practica gran variedad de religiones y se empeña en moralizar a otros, señala la escritora estadunidense Susan Sonntag en entrevista concedida al periódico alemán Der Spiegel. El 11 de septiembre, subraya, no hizo sino dar el pretexto para un proyecto cuyo objetivo es reconfigurar Medio Oriente.

-El gobierno de Bush al parecer está totalmente resuelto a librar una guerra contra Saddam Hussein. ƑUsted cree que se pueda impedir el ataque?

-Creo que no hay posibilidad alguna de impedir esta guerra. Incluso aunque se deponga, asesine o exilie a Saddam Hussein, los estadunidenses pretenden ocupar Irak. Están decididos a configurar Medio Oriente de nuevo.

-Hay mucha resistencia en Europa, como han probado las manifestaciones, y sentimientos encontrados en Estados Unidos, como señalan las encuestas.

-Pero véase la retórica del gobierno de Bush. Ese "nosotros" que Bush, Cheney, Rumsfeld y Powell emplean es un "nosotros" mayestático: no es el "nosotros" de la Constitución, el "nosotros el pueblo". Aunque se le pudiera demostrar a Bush y sus asesores que las mayorías rechazan la guerra, su respuesta sería: "Es nuestro cometido ejercer el mando". La política exterior no está sujeta al sistema democrático. Han adoptado una política que es, por decir lo menos, muy peligrosa.

-ƑEstá sugiriendo que el presidente Bush utilizó el 11 de septiembre como pretexto para ejecutar lo que ya tenían previsto hacer, es decir, invadir Irak?

-Sí. El periodista Bob Woodward refiere en su reciente libro, Bush en guerra, que ya el 12 de septiembre Rumsfeld y su equipo estaban debatiendo la opción de atacar a Irak primero y luego Afganistán. Los sucesos del 11 de septiembre fueron el portal. El personal de asuntos exteriores de Bush advirtió de inmediato que a partir de aquel momento todo era posible: una nueva política exterior, radical, en la que la expansión militar estadunidense podía justificarse como mera defensa propia.

-Ya queda poca de aquella inicial adhesión europea a Estados Unidos por haber sido víctima de atentados terroristas. De hecho, hay en la actualidad una creciente reprobación a la beligerancia estadunidense. ƑSe está abriendo un abismo entre Europa y Estados Unidos?

-Sí, hoy día, cuando Estados Unidos obra con arreglo a esos principios que lo distinguen, que lo han distinguido siempre de las sociedades de Europa occidental, la distancia parece más amplia. La cuestión bélica es sólo la punta del iceberg. Pues si bien Estados Unidos ha cambiado, también Europa ha cambiado en el último medio siglo. Cambiado de manera espectacular. Véase, por ejemplo, la cuestión de la pena capital. La amplia mayoría de los estadunidenses no puede entender siquiera las razones que se oponen a su aplicación. Para ellos, no estar dispuesto a aplicar la pena de muerte implica que no se está dispuesto a castigar a quienes cometen crímenes. Si un ciudadano de un país europeo le responde, "Sí castigamos a los criminales, pero no los matamos", les parecerá una respuesta incomprensible. Otra diferencia es que los gobiernos europeos y sus poblaciones han comprendido la necesidad y sensatez de renunciar a su soberanía en algunos aspectos...

-...como abandonar su moneda.

-Sí. En Estados Unidos el proyecto de ceder parte de la soberanía a un organismo internacional es literalmente inconcebible. Otra diferencia es que Europa es secular, profundamente secular, en cambio la inmensa mayoría de los estadunidenses cree o dice que cree en Dios, y habitualmente asiste a alguna especie de servicio religioso. Estados Unidos es un país anárquico en diversos sentidos y tolera una violencia extraordinaria en su seno. Me viene a mientes el muy preciado derecho a poseer armas y a emplearlas cuando se sospecha una amenaza. Es asimismo un país al que le gusta moralizar. El lenguaje extremado de Bush -nosotros contra ellos, la civilización contra la barbarie, América la buena contra el eje del mal- es muy bien recibido en las provincias de Estados Unidos.

-La resistencia de Estados Unidos a ceder soberanía Ƒes la razón de fondo de su talante unilateral, de su rechazo a firmar los acuerdos de Kyoto o a brindar su apoyo al Tribunal Penal Internacional?

-Sí, el grupo de Bush es consecuente. Por qué habrían de integrarse a tratado alguno si eso implica que un día se les impedirá hacer algo que consideran de interés para Estados Unidos. Por principio este gobierno no tiene deseos de firmar tratado o acuerdo alguno.

-Entonces Ƒcómo explica el hecho de que Estados Unidos se haya dirigido a la ONU para obtener el respaldo a la guerra contra Irak?

-Sabían que no podían comenzar la guerra al menos hasta marzo. Fue un modo de ocupar los meses necesarios para trasladar las tropas y pertrechos y preparar la invasión. Es evidente que el gobierno de Estados Unidos preferiría contar con la resolución del Consejo de Seguridad para respaldar su invasión, y es muy probable que al final la consigan. Pero la política oficial es que Estados Unidos no se detendrá si no puede obtener dicha resolución. La ausencia de una resolución sólo demostrará, en palabras de Bush, que la ONU es "irrelevante".

-ƑCuál es su postura personal frente a la guerra? ƑSe considera pacifista?

-Como casi todas las personas que conozco, participé en la enorme manifestación en Nueva York. Sin embargo, no soy pacifista. Estoy en contra de esta guerra en particular. Pero no pienso que recurrir a la fuerza armada sea injustificable siempre y en toda circunstancia.

-En Bosnia y en Kosovo, por ejemplo, Ƒla guerra era lícita?

-Sí, me parece que la intervención de la OTAN -para impedir la agresión a Bosnia- estaba justificada. El propósito era poner fin a una matanza terrible, y en efecto cumplió con ese propósito. Lo lamentable es que esa mínima aplicación de fuerza habría podido terminar con aquella guerra dos años antes. Pues cuando las bombas cayeron finalmente, en agosto de 1995, no murió ni una sola persona que no combatiera. Pero ello no detuvo a Milosevic, que entonces se dirigió a Kosovo. Por desgracia muchos ciudadanos de Kosovo murieron durante los bombardeos de la OTAN.

-ƑDónde comienza su desacuerdo con la guerra contra Saddam Hussein?

-Comienza reconociendo la complejidad de la posición con- traria a la guerra. Saddam Hussein es un dictador de una perversidad sin límites que ha causado la muerte de cientos de miles de personas en su país. La invasión a la que me opongo acaso la reciba con beneplácito buena parte, si no es que casi todo, el pueblo iraquí.

-Entonces Ƒpor qué se opone a esta guerra ?

-Porque hay muchas otras opciones. Siempre hay otras opciones frente al bombardeo de las ciudades. Por ejemplo, los estadunidenses -por diversas razones evidentes- no van a bombardear Pyongyang, aunque Corea del Norte sea mucho más provocador que Irak en lo que se refiere a la posesión de "armas de destrucción masiva". Los estadunidenses no tienen que bombardear Bagdad o ninguna otra ciudad. Habrá una guerra porque se proponen invadir Irak. Sin duda no tienen intención de ocupar Corea del Norte.

-Desde la guerra de Vietnam los estadunidenses han estado obsesionados con el trauma de combatir en una guerra injusta o impopular. ƑPor qué no sigue obsesionándoles su fracaso en Vietnam?

-Por la carencia de una oposición política viable. En efecto, ya no hay dos partidos políticos en Estados Unidos. Sólo nos queda uno, el Republicano, una de cuyas ramas se denomina a sí misma Partido Demócrata. Hay suficientes opositores entre diversos sectores del electorado, pero esa gente no está representada en el sistema político. En los años 60 y 70 aún tenía lugar un debate abierto y vivo sobre las cuestiones fundamentales de la política nacional y extranjera entre quienes eran elegidos a los cargos públicos. Hoy día hay un acuerdo en lo esencial.

-Justo después del 11 de septiembre usted publicó un comentario que indignó a muchos estadunidenses. Se le amenazó de muerte y fue vilipendiada en la prensa. Se le llamó Osama Bin Sontag, se hicieron llamados para que se le despojara de su ciudadanía y se le deportase, entre otros. ƑCómo explica esta reacción?

-Bien, después del 11 de septiembre el lema fue "Unidos resistimos". Por lo que a mí se refiere aquel lema significaba: No pienses, sé un buen patriota y haz lo que te ordenemos.

-La casualidad quiso que usted estuviera el 11 de septiembre en Berlín, donde tenía prevista una visita de unas semanas, y no en Nueva York, donde reside habitualmente. ƑEse hecho cambió las cosas?

-Sí, lo que escribí. Escribir desde Berlín implicaba que, como casi todo el mundo, estaba viendo las imágenes transmitidas por televisión, y no desde el techo del edificio de apartamentos donde vivo, desde el que se podía ver el World Trade Center. El resultado -un buen resultado, me parece- fue que me concentré en cómo se estaba difundiendo el atentado y cómo se le integraba a una ideología de la superioridad y la presunta inmunidad de Estados Unidos, en lugar del patetismo y el horror propios del suceso. Si hubiese estado en casa, en Nueva York, no habría buscado que la televisión me suministrara idea alguna sobre las implicaciones del atentado.

-ƑQué aspecto de lo que escribió perturbó a algunas personas?

-Lo que parece haber perturbado casi a todos fue la afirmación de que si bien el atentado era sin duda un crimen terrible y absolutamente reprensible, no era verdad -como después se afirmó a menudo justo- que los terroristas habían sido unos cobardes. La gente infirió que yo estaba elogiando o al menos condonando a los terroristas. Eso es absurdo, claro está. La afirmación de que un criminal puede ser valiente no equivale a afirmar que sus acciones son válidas en el terreno moral. Coincido con Aristóteles en que la valentía, si bien es una virtud, no es una virtud moral. También censuré la descripción según la cual el atentado terrorista había sido contra la civilización misma.

-ƑQué piensa acerca de la opinión, frecuentemente expresada, de que el 11-S se inscribe en el choque de culturas o civilizaciones?

-Seré cautelosa en un empleo tan beato de la palabra civilización. Pero sí, sin duda hay un choque de valores que se centra en el proyecto de la modernidad. Una parte esencial de ese proyecto consiste en la emancipación de la mitad de la humanidad a la que por casualidad pertenezco: las mujeres. El radicalismo islámico atrasa el reloj para las mujeres. Vivo en la parte del mundo en la que se sostiene que éstas deberían tener idénticas oportunidades y responsabilidades que los hombres. Claro, todos los fundamentalismos religiosos son perniciosos para las mujeres en alguna medida. Pero su represión y sometimiento es mucho más grave en el fundamentalismo islámico: una corriente radical que irriga todo el Islam, afecta cada vez a más personas y se sustenta en los sentimientos encontrados respecto de la modernidad. Los hombres musulmanes están siendo movilizados en todo el mundo para protestar contra la injusticia, el fracaso económico, la ineptitud política y la corrupción de sus propios países, a fin de convertirlos en soldados en una guerra religiosa cuyo frente más importante no es el imperialismo de Estados Unidos, sino la guerra contra las mujeres.

-ƑNo es ése también un motivo razonable para que el gobierno de Bush restructure Medio Oriente para hacerla una región más democrática?

-Pero Ƒserá acaso más democrática? Claro, muchos iraquíes no quieren otra cosa que el derrocamiento de ese dictador execrable, y espero en verdad que Saddam Hussein sea depuesto y se le dé muerte. Pero no mediante una invasión estadunidense a Irak, la cual supone la muerte de muchas personas que no combaten. Los iraquíes ya han sufrido bastante.

-ƑQué consecuencias de la invasión le preocupan más?

-Una consecuencia que podría darse por hecho, si los estadunidenses prosiguen con su guerra, es que habrá más terrorismo en el extranjero. Otra es que las fuerzas seculares se debilitarán aún más. Aunque Hussein es en verdad el monstruo que todos dicen, tal vez lo único ventajoso sea que es un monstruo secular. Su remoción del poder de este modo podría conducir a un régimen fundamentalista. El radicalismo islámico como fuerza política tiene eco a lo largo y ancho del mundo. Claro, no puede "derrotar" a Estados Unidos en el sentido militar. Pero puede poner en peligro las libertades democráticas por doquier, y producir una nueva suerte de guarnición o sociedad militarizada en la que cada cual se acostumbre a vivir bajo la amenaza de lo que ahora denominamos "terror".

-Muchas gracias por esta conversación.

 

Entrevistadores: Carolin Emcke y Gerhard Spörl, de Der Spiegel.

Copyright Susan Sontag 2003.

Traducido del inglés por Aurelio Major

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