Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Viernes 7 de marzo de 2003
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Cultura

Viar de la venada, título reciente del escritor publicado por la UAM

Guillermo Landa recurre al neologismo para impugnar la deshumanización

Además de ser ''un mitógrafo, se asume como poeta tal vez un poco o nada difundido''

ARTURO JIMENEZ

Autor de una decena de libros de poesía, algunos en francés en su primera escritura, catedrático en ciudades como París o Praga y diplomático recién jubilado luego de 30 años de servicios, el escritor y "neologista" Guillermo Landa (Huatusco, Veracruz, 1935) comparte: ''No diría que soy un poeta inédito, sino tal vez un poco o nada difundido". Y se define: ''Por mi talante poético soy un mitógrafo".

Con los comentarios de Hugo Gutiérrez Vega, Miguel Angel Echegaray y Luis Ignacio Sainz, ese poeta presentó la noche del miércoles su más reciente libro, Viar de la venada, editado por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) en su colección El Pez en el Agua.

''Hay dos veredas que entroncan en este viar, en este caminar, en este pasear: la erudición, que no es gratuita, y el sentido del humor, pues no podemos estar apesadumbrados todo el tiempo. Es un texto que requiere una lectura pausada."

Itinerancia linguística

Es un poemario, además, en el que dos de los temas centrales son el tiempo, el poético, más que el de la física o el de la filosofía, y el espacio, al que, por ejemplo, ha hecho triunfar sobre el primero en su poema A un collar de perlas de ámbar báltico.

Abunda Landa acerca de Viar de la venada:

''Como toda mi obra precedente, sigue el itinerario de la lengua. Y en todo caso, la condición lingüística del linaje humano destrizada por el tumulto de las lenguas discordantes, cuando sobrevino el derrumbe del zigurat de Nemrod, rey de Babel.

''Pero ya lejos de la versión que da el autor del Génesis XII, versículos 1-9, mi itinerancia lingüística adquiere su impulso literario con Gonzalo de Berceo, poeta del siglo XIII y autor de sobrado talento y erudición. Viar de la venada es, además, una invitación a que el lector repase sus lecturas previas."

Pasear, arrebatarse, crear, alocarse

No obstante, qué significados se ocultan detrás de ese título que nada tiene que ver con lo que al parecer designa. Landa explica entonces, como lo hace en la tercera de forros de su libro, que de algún modo se refiere a la acción de ''pasear" un arrebato creativo, lúdico y hasta locuaz. ''Viar" también es caminar, y ''venada" viene de vena, de una inspiración profunda.

Y es que lo propio de Landa son también sus juegos de palabras, sus neologismos, sus términos sacados y resemantizados de la ciencia y de la tecnología, así como su recreación de mitografías provenientes de los nahuas, los griegos, los romanos. Pero, sobre todo, se muestra como un poeta de su tiempo.

''Los neologismos recorren toda la historia de nuestra literatura. Invoco siempre a Góngora, quien se los inventaba con ese arrojo culterano y los hacía derivar del latín. En estos tiempos no soy el único que los ha utilizado, quizá también Lezama Lima, Sarduy, Darío.

''Pero mi pretensión principal es hacer circular neologismos de la ciencia, la técnica, el digitalismo que están tan al uso y nos tropezamos con ellos todos los días. Aprovecho ese glosario informático para impugnar la deshumanización actual."

Landa, quien ha participado como escritor en diversos encuentros literarios en el mundo y ha sido jurado de varios premios, entre ellos del Internacional Rubén Darío, en 1995 y 1996 en Nicaragua, es autor de Este mar que yo soy (1964); Osario del amor no cumplido (1970); Cahier d'amour (París, 1979); Eucrático (1986); Alción muerto (1987); Rabo de mestiza (1991); Treintañal. Obra poética, 1964-1994 (1994); Yvoty Pyahu (2000) y Frutero y yo (2001). Y prepara Vs cibernantropus.

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