Jornada Semanal, domingo 9 de marzo del 2003        núm. 418

NAIEFYEHYA

LA GUERRA DEL GOLFO II NO TENDRÁ LUGAR

A Alejando Codaval, demoledor de dogmas, 
maestro, gran amigo (1942-2003)

GUERRA EN EL TIEMPO Y ESPACIO

En 1991, Jean Baudrillard postuló la provocadora tesis de que la guerra del Golfo no había tenido lugar, que todo había sido una confrontación de ilusiones, de ardides, evasivas y astucias en un entretenimiento televisual. La idea ofendió, irritó, confundió y no convenció más que a los incondicionales del autor de La izquierda divina. No obstante la obra cuyo título está inspirado en la pieza La guerra de Troya no tendrá lugar, de Jean Giradoux, acertaba al señalar que aquel conflicto, a pesar de experimentarse "en vivo" en medio planeta, era una guerra que prácticamente carecía de imágenes y que había existido "sólo" en las pantallas. Por supuesto que las 150 mil víctimas de los bombardeos de "precisión", que en realidad no fueron otra cosa que "bombardeos de saturación", son la evidencia definitiva de lo mortal que fue aquella batalla de "engañifas" que, como apunta Paul Virilio, si bien no tuvo lugar en el espacio global físico, sí ocurrió en el tiempo global, como un obstinado e incesante bombardeo mediático de eventos confeccionados para el consumo del telespectador.

MÁS ALLÁ DE LA GUERRA

Cuando esto se escribe la administración Bush ha recibido varios reveses de sus supuestos aliados, desde Turquía hasta Rusia pasando por un titubeante Fox. Se han organizado más formas de repudio contra la guerra (como el formidable proyecto teatral internacional Lisistrata) e incluso algunos senadores estadunidenses comienzan a preocuparse porque el Pentágono es incapaz de proyectar el costo de la guerra. No obstante, el debate que interesa a Washington ya no tiene que ver con la guerra sino con el Irak post Saddam, con el control de los pozos petroleros y el "efecto positivo" que tendrá el "cambio de régimen" en la región. Parecería que en la imaginación del régimen de Bush una guerra que no ha tenido lugar ya hubiera terminado. La discusión en los medios corporativos estadunidenses ya no gira en torno a estrategias militares sino alrededor de lo que sucederá después de que los iraquíes "reciban a las tropas estadunidenses con flores y dulces". Así se preguntan ¿cuáles son las expectativas de democratizar Irak y de paso transformar como por arte de magia al Medio Oriente, como aseguró Bush que sucedería?

LAS TRES OPCIONES

Lo que es claro es que Bush júnior, haciéndose eco de su padre, está a punto de entrar a una guerra ofreciendo un nuevo orden mundial pero careciendo de la más mínima idea de cómo sustituir a Hussein. Por un lado está la propuesta de imponer a un general estadunidense (casi seguramente Tomy Franks) al estilo de lo que se hizo en Japón tras la segunda guerra mundial. Por otro lado, el Departamento de Estado de eu y la cia (que ahora se han convertido en el ala moderada del gobierno) prefieren una opción favorable a la estabilidad de la región, por lo que proponen quitar a Saddam pero dejar la estructura de su partido Baath. Con esta estrategia se pretende evitar que Irak se desintegre en regiones étnicas: kurda, chiíta, sunita, turkmena, asiria y armenia. Por su parte, el Pentágono (los extremistas bajo el mando de Donald Rumsfeld e hipnotizados por demagogos como Paul Wolfowitz y David Perle) están a favor de instalar en el poder a miembros del Congreso Nacional Iraquí, un grupo de exilados formado en 1992, integrado por una variedad de empresarios, monarquistas, fanáticos, ex burócratas y gángsters, dirigido por Ahmed Chalabi, que son vistos con enorme desconfianza por sus compatriotas en Irak.

El antiHussein

Si creemos en el perfil de Chalabi que presentó David Rose en la revista Vanity Fair (enero 2003), tenemos que es el antiHussein, un gran patriota, un humanista de una inteligencia y cultura prodigiosa y de un valor extraordinario. Chalabi, quien abandonó Irak a los trece años en 1958, es uno de los herederos de la fortuna más grande de Irak. Su padre era presidente del Senado y su familia controlaba la mayoría de las reservas de grano de todo el país. Rose presenta como un detalle inocuo el hecho que durante los años que vivió en Líbano tenía a su propia milicia, o bien que tuvo que salir huyendo de Jordania cuando se descubrieron fraudes cometidos por el banco Petra que él fundó y dirigió (esto, según el periodista, debido a una conspiración iraquí en su contra). Asimismo, olvida que Chalabi, quien se ha instalado en el territorio kurdo de Irak, ha manipulado a las dos fracciones antagónicas kurdas y en buena medida es responsable indirecto de la masacre de kurdos que fue el resultado de la insurrección incitada por la cia en 1995. De la misma manera en que los grandes medios y Bush creen que la guerra que no ha tenido lugar ya ha terminado, Chalabi se ha estado reuniendo con ejecutivos de tres petroleras estadunidenses para negociar el futuro del petróleo de Irak, como revelaron Peter Beaumont y Faisal Islam en The Observer, el 3 de noviembre del 2002. Chalabi ha dicho que desconocerá todo contrato con China, Rusia, Francia y demás naciones y recompensará a los estadunidenses por la liberación de la patria.