Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Lunes 10 de marzo de 2003
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Economía

MEXICO SA

Carlos Fernández-Vega

Reservas internacionales bajo presión por sucesos políticos

A PESAR DE QUE EL gobierno del cambio no sabe qué hacer con ellas, la acumulación de reservas internacionales por el Banco de México ha sido exitosa y a la fecha su saldo reporta un nivel histórico de 50 mil 315 millones de dólares. Sin embargo, más de la mitad de ese monto se atesoró en el sexenio anterior.

SI SE RECUERDA aquel infausto diciembre de 1994, las reservas apenas si rebasaban los 6 mil millones de dólares, lo que en el balance anual se tradujo en una "pérdida" (en realidad no se perdieron, sólo cambiaron de mano) cercana a los 24 mil millones de billetes verdes, asesinatos y "errores" incluidos, como se detalla más adelante.

AUNQUE LA POLITICA de acumulación arrancó formalmente en 1996, desde diciembre de 1994 a la fecha las reservas internacionales del país crecieron en la nada despreciable proporción de 720 por ciento, aproximadamente, al pasar de 6 mil 148 a 50 mil 315 millones de dólares. De este último monto y descontando la cifra original -la del cierre de 1994-, en el zedillato se acumularon 27 mil millones y, en el tiempo transcurrido del gozoso sexenio de la pareja presidencial, cerca de 17 mil millones.

TODA INDICA QUE LA política de acumulación de reservas ha llegado a su fin o cuando menos entra en una etapa de "reconsideración", no obstante que para algunos funcionarios del sector financiero gubernamental sus resultados han sido benéficos para el país, aunque, dicen, no necesariamente se observen en el balance del Banco de México. El pasado viernes, la Comisión de Cambios (responsable de la política cambiaria del país e integrada por el secretario y dos subsecretarios de Hacienda, así como por el gobernador y dos subgobernadores del Banco de México), anunció formalmente -sin ofrecer mayores detalles- que "está analizando poner en práctica un mecanismo a través del cual se canalice al mercado cambiario una fracción de los flujos de divisas que podrían potencialmente acrecentar las reservas (...) los beneficios de una acumulación adicional serán progresivamente menores (...) el nivel que ya han alcanzado dichas reservas en ocasiones ha resultado en costos financieros importantes".

COMO AYUDA DE memoria vale recordar que en enero de 1995 el Banco de México dio a conocer la Exposición sobre la política monetaria, detallando no sólo la estrategia a seguir ese año, sino explicando, desde su muy particular óptica, las razones por las cuales las reservas internacionales del país se desplomaron en 1994, que de una u otra suerte involucraron -como causantes directos o indirectos- a diversos personajes políticos, sin mencionarlos explícitamente.

ASI, POR EJEMPLO, el documento subrayaba que "ciertos hechos políticos y delictivos coincidieron con las etapas en las que el tipo de cambio llegó al techo de la banda (de flotación) y, consecuentemente, se perdieron reservas (internacionales)". De acuerdo con el calendario, uno de ellos fue la renuncia del entonces secretario de Gobernación, Jorge Carpizo, en la tercera semana de junio, y su regreso triunfal luego de aceptar la invitación presidencial de continuar en el cargo. El efecto de lo anterior se prolongó cuando menos hasta mediados de julio, provocando, entre una fecha y otra, que el nivel de las reservas cayera 2 mil 902 millones de dólares. Refería también el impacto causado por "las denuncias y renuncia" de Mario Ruiz Massieu como subprocurador general de la República, una semana antes de que concluyera el sexenio salinista. En este contexto se reportó una pérdida de reservas por 3 mil 713 millones de dólares.

EN SU EXPOSICION, el Banco de México consideraba que la fuga de capitales "no es sorprendente, pues eventos políticos y delictivos, como los ocurridos en 1994, tienden a reducir abruptamente el rendimiento esperado, ajustado por riesgo, de invertir en el país. Ello, aunado a la mayor movilidad actual del capital, provoca ajustes de cartera de gran rapidez y magnitud, virtualmente imposibles de contrarrestar mediante alzas en las tasas de interés".

DOS SITUACIONES POLITICAS concretas ocurridas a lo largo de 1994 redondeaban lo descrito por el Banco de México: el asesinato de Luis Donaldo Colosio, en marzo (con repercusiones hasta mediados de abril), y la "hostilidad intensificada" del EZLN en la segunda semana de diciembre. Ambos acontecimientos, de acuerdo con la información del banco, habrían costado 11 mil 937 millones de dólares en reservas: 10 mil 388 millones por la ejecución del candidato priísta y mil 549 millones por la actividad del EZLN.

EL ORGANISMO BANCARIO mencionaba que "en respuesta a graves hechos delictivos, como el secuestro de un prominente banquero (Alfredo Harp Helú) y, sobre todo, el asesinato del candidato del PRI a la Presidencia de la República, el incremento del tipo de cambio se exacerbó en marzo y durante el resto del año se mantuvo cercano al techo de la banda (de flotación), y en ciertas etapas lo alcanzaba".

SIN EXPLICAR POR QUE, en su balance el Banco de México dejó a un lado otros hechos "delictivos y políticos" como el levantamiento armado del EZLN el primero de enero, el secuestro del empresario Angel Losada en abril, el asesinato de José Francisco Ruiz Massieu el 28 de septiembre, y el erróneo manejo de la política cambiaria de la entrante administración zedillista, en diciembre. Paradójicamente, la irrupción del EZLN en la vida política del país -de acuerdo con las gráficas del Banco de México- se habría convertido en un elemento macroeconómico positivo, pues las reservas internacionales mostraron un crecimiento cercano a 4 mil millones de dólares entre el primero de enero y principios de marzo. En los hechos, el saldo de las reservas comenzó a mostrar signos de deterioro a partir del secuestro de Alfredo Harp Helú y un sostenido desplome a raíz del asesinato de Colosio.

LO MEJOR DE TODO ES que hoy no saben qué hacer con 50 mil millones de dólares.

Las rebanadas del pastel:

EN CARTA PUBLICADA en el Correo Ilustrado, la directora general académica de la Universidad Chapultepec, Elena G. Canseco Flores, asegura que "nunca hemos dado de baja a ninguna alumna por estar embarazada", como publicó México SA. Qué bueno que públicamente se comprometa a no actuar con el criterio de la Guía de Padres. Sin embargo, los alumnos de esa institución que denunciaron tal anomalía, recuerdan que las tres defenestradas cursaban los dos últimos semestres del nivel medio superior. Por lo demás, reitero mis felicitaciones a Marta y a Elba Esther.

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