Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Martes 11 de marzo de 2003
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Mundo
VIENTOS DE GUERRA

Chile y otros países negocian propuesta para que Bagdad pruebe que se está desarmando

Intenso cabildeo de Bush para obtener nueve votos en el Consejo de Seguridad

Reitera Blix que los inspectores aún no encuentran armas de destrucción masiva en Irak

DAVID BROOKS Y JIM CASON CORRESPONSALES

Nueva York y Washington, 10 de marzo. La Casa Blanca reiteró hoy que obligará una votación en el Consejo de Seguridad de la ONU esta semana para la resolución que fija un ultimátum a Irak y con ello el inicio de la guerra, en un día en el que el gobierno de George W. Bush continuó su intenso cabildeo para lograr por lo menos nueve votos en favor de su resolución.

Pero el presidente Jacques Chirac afirmó en París que Francia vetará una resolución que autorice la acción militar. Mientras tanto, varios países miembros indecisos del Consejo de Seguridad, encabezados por Chile, discuten una propuesta para enmendar la resolución, al incluir la demanda de que Irak cumpla con una serie de acciones de desarme antes de una fecha límite a mediados de abril, ampliando un mes el plazo propuesto por Estados Unidos.

A pesar de estas maniobras, el juego diplomático de Estados Unidos y Gran Bretaña es hacer todo lo posible para conseguir por lo menos nueve votos en favor de su resolución, que establece una fecha límite el 17 de marzo. Con ello, se argumenta, aunque Francia o Rusia decidan vetar y nulificar la resolución, Washington obtendrá un triunfo diplomático con el voto de mayoría, con el cual podrá sostener que una guerra ya no sería un acto unilateral.

russian_ambassador_styEsta tarde en Nueva York el Consejo de Seguridad se reunió en sesión privada en lo que la Casa Blanca llamó "el fin del proceso diplomático", y otros funcionarios calificaron de "la etapa final del juego" sobre Irak. Gran parte del tiempo se dedicó a preguntas al jefe de los inspectores de armas, Hans Blix.

Al término de la sesión, el jefe de inspectores informó que su equipo estará en posibilidad de entregar al consejo el documento de "tareas claves de desarme pendientes", marcando lo que Irak debe hacer para cumplir con sus obligaciones la semana próxima. Blix reiteró que hasta la fecha los inspectores no han detectado armas de destrucción masiva en Irak.

Todo se enfoca en la fecha límite del 17 de marzo establecida por el borrador de la propuesta promovida por Estados Unidos, Gran Bretaña y España, la cual establece un ultimátum para que Irak "demuestre su plena cooperación, incondicional, inmediata y activa" para desarmarse y que todos entienden, aunque no está escrito en la resolución, que si Bagdad no cumple marcará el estallido de una guerra en su contra.

Pero aparte de los tres países que presentaron la resolución y Bulgaria, ningún de los otros 11 ha declarado públicamente su apoyo a la iniciativa. Así, la noticia del día fueron las declaraciones no de votos, sino de vetos, como el del presidente de Francia y la continua oposición expresada por Rusia.

Sin embargo, las maniobras diplomáticas continuaron y la Casa Blanca dejó entender que tanto el contenido como la fecha límite no necesariamente son inalterables, aunque insistió en que el voto de la resolución sí sería esta semana.

Como ha sido el caso en estos últimos días, el enfoque está en los seis países miembros del Consejo de Seguridad que aún no han declarado la tendencia de su voto: México y Chile, Angola, Camerún, Guinea y Pakistán. Diferentes versiones de la prensa calculan que de éstos, Estados Unidos logrará o ya logró obtener el voto de cuatro, con los cuales tendría ocho votos en favor de su resolución.

El juego, entonces, podría ser determinado por los dos países latinoamericanos, y por ello, la presión sobre sus gobiernos se intensifica constantemente.

En ese tenor, mientras Powell se entrevistaba hoy con su par de Guinea, en Washington, el canciller francés Dominique de Villepin realizaba una gira a las capitales de los tres países africanos. Por otra parte, circulan versiones de que Gran Bretaña está buscando ofrecer algunas concesiones en el texto de la resolución para lograr mayor apoyo de los seis indecisos y evitar un veto de Francia y Rusia. Esto podría incluir establecer criterios más concretos para medir el cumplimiento de Irak, dijo el embajador británico ante la ONU, Jeremy Greenstock, al concluir la sesión privada del consejo. No descartó la posibilidad de ampliar el plazo establecido algunos días más.

Y no es para menos. Algunos analistas señalan que políticamente Londres necesita una resolución mucho más que Washington, ya que el gobierno de Tony Blair está enfrentando mayor oposición y nuevas señales de disensión en sus propias filas por este asunto.

Pero, de acuerdo con algunos medios estadunidenses, el gobierno de Chile y algunos otros países están negociando una propuesta que establece que Irak debe cumplir con ciertos criterios que permitirán evaluar si ese país se está desarmando antes de 17 de abril.

De acuerdo con la BBC, si Chile se atreve a presentar esta propuesta formalmente al Consejo de Seguridad creará una problema para Washington, que tiene más de 200 mil soldados en Medio Oriente y no desea esperar una mes más antes de lanzar la ofensiva. A la vez, si esto se logra y obtiene el apoyo de la mayoría, Chile y otros estarían desafiando a Washington. Con ello, si Estados Unidos ataca a Irak, lo hará violando la voluntad del Consejo de Seguridad.

Pero Estados Unidos también ha señalado desde un inicio que está dispuesto a tomar una acción con o sin la autorización del Consejo de Seguridad. El vocero de la Casa Blanca, Ari Fleischer, declaró que si el Consejo de Seguridad no aprueba la resolución estadunidense, la ONU "ya no será la agrupación internacional que desarmará a Irak, será otra agrupación internacional la que lo haga".

Nuevamente este lunes la Casa Blanca reiteró que si el Consejo de Seguridad no vota en su favor, será interpretado como que "una vez más, el Consejo de Seguridad no está cumpliendo con sus obligaciones". Al mismo tiempo, el gobierno de Bush continuó enfatizando que hace todo lo posible para lograr nueve o 10 votos en el consejo.

Así, el presidente Bush y su secretario de Estado, Colin Powell, siguieron comunicándose con sus pares en varios países en el transcurso del día, enfocándose en los países miembros del Consejo de Seguridad.

A todo esto, la Casa Blanca siguió su retórica para promover su resolución y autorizar la guerra. El vocero Fleischer dijo que la ONU había fracasado en el pasado para actuar decisivamente en otras crisis con consecuencias desastrosas tanto en Ruanda como en Kosovo. Con ello dejó claro el mensaje de que si la ONU falla una vez más, la sangre del pueblo iraquí y otros asesinados por las armas de destrucción masiva de Irak estará en las manos de los países que votaron contra la resolución estadunidense.

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