Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Viernes 14 de marzo de 2003
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Humanchiles: nuestra suerte, en manos de Fox

Firme decisión de los escudos humanos mexicanos de seguir en Irak hasta el 24 de marzo

BLANCHE PETRICH ENVIADA ESPECIAL

Bagdad, Irak, 13 de marzo. El grupo de ocho mexicanos -cinco estudiantes, una profesora universitaria, una religiosa y un veterinario- que llegó a Bagdad el sábado pasado para incorporarse al movimiento de internacionalistas contra la guerra, los llamados escudos humanos, advirtió aquí que si el presidente Vicente Fox decide apoyar a George W. Bush en su plan bélico contra Irak, será directamente responsable de lo que les pueda suceder a ellos.

''Fox sabe que estamos aquí y que nos vamos a instalar en una planta purificadora de agua, que puede ser un irak-marcha-2blanco militar. Si a última hora traiciona su palabra de votar a favor de la paz, será culpable de lo que nos pueda ocurrir'', señalaron de manera unánime los ocho, secundando un señalamiento del grupo británico de escudos, que también advirtieron a su primer ministro, Tony Blair, principal aliado de Bush en su plan de guerra, que él será responsable si algo le sucede a cualquier súbdito de la corona británica que esté como pacifista en este país a la hora del bombardeo.

Dos funcionarios de la Secretaría de Relaciones Exteriores viajaron a este país el miércoles para ofrecer protección consular a los ocho mexicanos. Juan Manuel Sánchez, director de Asuntos Consulares de la cancillería, y Federico Moreno, encargado consular de la misión mexicana en El Cairo, se entrevistaron aquí con dos de los integrantes del grupo, Alexis Forcada y Jorge Arturo Calderas.

''Nos explicaron que vinieron a cumplir con su deber de brindar protección a los mexicanos en el exterior; nos hicieron un llamado para salir cuanto antes de este país e incluso nos ofrecieron apoyo económico'', explicó a este diario Alexis. ''Nosotros les agradecimos la atención, pero no aceptamos su ofrecimiento. Les reiteramos que por el momento nuestra decisión es cumplir con el plan inicial de nuestro viaje, que es permanecer aquí hasta el día 24. También les hicimos saber que algunos de nosotros estamos dispuestos a salir hacia Ammán (capital de Jordania, a 14 horas por tierra de esta ciudad) si detectamos signos de máxima alerta, como sería el desalojo de funcionarios de las embajadas y los organismos de la ONU'' que aún se mantienen activos en el país.

Los diplomáticos mexicanos estarán un par de días sondeando la situación en esta ciudad y saldrán hacia Ammán el jueves. Este día, además de la entrevista sostenida con los connacionales, se reunieron de manera informal y por separado con los embajadores de Cuba y Venezuela, quienes les dieron su perspectiva sobre la situación de este país donde, coinciden analistas dentro y fuera, el golpe militar estadunidense parece inevitable. Sólo es cuestión de tiempo, mientras en el Consejo de Seguridad se juegan las últimas cartas de la política internacional. Estos dos son los únicos países latinoamericanos que mantienen abiertas sus embajadas en Irak. Aunque entre los activistas de escudos hay también otros latinoamericanos, argentinos y al menos un uruguayo, no se tienen noticias de que autoridades de sus respectivos gobiernos los hayan contactado de manera directa para ofrecerles protección.

En tanto, la religiosa María de la Luz Rodríguez, otra integrante del grupo, se comunicó hoy a México con el obispo Abelardo Alvarado, secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano, para instarlo a que el clero del país secunde la postura del papa Juan Pablo II y adopte una posición firme a favor de la paz y en contra del plan bélico de Estados Unidos y Gran Bretaña. Le expuso los temores de represalias contra la minoritaria comunidad católica iraquí en caso de que se desencadene una polarización política y religiosa, una vez desatada la guerra ''calle por calle'' entre las fuerzas de ocupación estadunidenses y los fieles al régimen, que aquí son legión.

Humanchiles

Dentro de unos días el grupo mexicano se instalará en una planta potabilizadora de agua en el barrio de Aldura, donde se abastece a 10 por ciento de la población de Bagdad. Hasta ahora son dos las instalaciones desalinizadoras señaladas por el gobierno de Saddam Hussein como sitios susceptibles para el despliegue de estos pacifistas.

Los humanchiles, como se autodenominaron, constataron que las condiciones de alojamiento son modestas, con carencias sanitarias. Pero también pudieron comprobar que el sitio está rodeado de colonias populares. Los vecinos, al verlos llegar, se movilizaron de inmediato para darles la bienvenida. Fue amor a primera vista. Los responsables de la planta dieron sentidos discursos de bienvenida y agradecimiento y les dijeron a los mexicanos: ''Ustedes vienen como escudos humanos a protegernos a nosotros; pero cuando empiece la guerra, nuestra responsabilidad será protegerlos a ustedes''.

El perredista Mario Saucedo, de la misión de paz mexicana, destacó el valor de gestiones como la de los escudos mexicanos. "Su presencia aquí entraña -les dijo al despedirse- un nivel de gran compromiso con la paz, consecuencia también del movimiento iniciado con dificultades y alguna frialdad al inicio en nuestro país".

Para Saucedo la seguridad física de estos mexicanos en Bagdad es "una responsabilidad directa del gobierno mexicano, muy especialmente del presidente Vicente Fox. El debe responder con sus actos a la valiente decisión de estos ocho connacionales de proteger con sus cuerpos y con su vida sitios que son vitales para la sociedad iraquí, como es el agua potable, la electricidad y los alimentos". Por tanto, agregó, si Fox da su respaldo al plan belicista de Bush será cómplice del genocidio que se cometerá contra el pueblo iraquí y del riesgo que corran nuestros ocho compatriotas".

Por otro lado, Saucedo se comunicó telefónicamente desde Bagdad con el vocero del Presidente, Rodolfo Elizondo, a quien le propuso que el mandatario enviara a alguien "de toda su confianza" a este país para conocer de primera mano la situación de vulnerabilidad de la población civil ante las amenazas de guerra de los aliados occidentales. El dirigente perredista aseguró a Elizondo que el gobierno iraquí está dispuesto a brindar todo tipo de garantías y absoluta libertad de movimiento y acceso a la información al eventual enviado de Fox.

También habló a Nueva York con el respresentante de México ante el Consejo de Seguridad, Adolfo Aguilar Zinzer, quien se comprometió a escuchar detenidamente el informe de Saucedo sobre la misión mexicana de paz.

El lunes, los escudos humanos de 32 países reiteraron pública y formalmente su decisión de quedarse en el país, aun después de iniciadas las hostilidades. En conferencia de prensa, Usma Bashir y Judith Epson, ciudadanas británicas y nuevas voceras del movimiento, confirmaron que cinco escudos de nacionalidades estadunidense, australiana y turca, entre ellos el autor de la iniciativa, el ex marine estadunidense Ken O'Keefe, fueron expulsados de Irak por las autoridades.

Tiosha Bojórquez, otro miembro del grupo, relata desde su perspectiva parte de las vivencias y emociones que viven él y centenares de pacifistas de muy diversas edades y nacionalidades que resolvieron en esta hora incierta estar presentes en el primer sitio de la geografía humana donde el presidente George W. Bush piensa aplicar su doctrina, según la definió poco después de su abusiva victoria en Afganistán: "En tanto existan terroristas o simpatizantes de terroristas en gobiernos establecidos será necesaria una guerra.

"Human Shields es una de esas curiosas organizaciones del nuevo milenio que surgen sin estructuras jerárquicas, practicando de entrada una radical democracia directa en la cual cada persona habla por sí misma y la suma de las partes crea un todo más bien amorfo, aunque estructurado. Para algunos simpatizantes del anarquismo esto puede pareder el paraíso, pero la verdad es que tiene sus pros y sus contras."

Los pros y los contras de esta "democracia radical" se reflejaron en este movimiento que ha decidido caminar al filo de la navaja, en las fracturas que enfrentó el grueso del grupo con algunas de las personalidades que surgieron como líderes, entre ellos el ex marine estadunidense Ken O'Keefe, cuyo mérito fue plantear la primera idea de los escudos humanos e impulsar sus primeras formas organizativas.

O'Keefe es un personaje singular. Participó en la Guerra del Golfo con el ejército estadunidense y después, como veterano de guerra, enfrentó su crisis personal por la falta de legitimidad de las campañas bélicas de su país con un compromiso contra la guerra en Irak. El liderazgo de O'Keefe pronto chocó con la firme creencia de la mayoría de los pacifistas en la horizontalidad de su organización. Pero las principales dificultades radicaron en el estilo confrontativo con el que O'Keefe manejó sus relaciones con el gobierno iraquí, en un Estado que está en plena alerta máxima, a punto de ser atacado.

Cuando O'Keefe fue expulsado de Irak junto con cinco escudos más, muchos justos pagaron por pecadores, porque las autoridades del país, convencidas de que entre estos activistas probablemente hay agentes de inteligencia infiltrados, endurecieron sus medidas de seguridad en la aduana de salida hacia Amman, que es la vía más transitada por los extranjeros que llegan estos días. No han sido pocos los grupos de pacifistas de diversa índole a quienes les han sido confiscados por la seguridad iraquí materiales de video, fotografía, disquetes e impresos.

Inmersos en esa pequeña comunidad de escudos, en la que las motivaciones y los grados de compromiso con el alto riesgo de su labor son tan variadas como la misma especie humana, los mexicanos también participan en esta montaña rusa de emociones fuertes que se ofrece cada día, con las señales que llegan del exterior a través de un sistema de servidores de Internet fluctuante. Una cascarita de futbtol con chiquillos de la calle en cualquier predio puede reafirmar esa sensación de calma chicha que se vive en la ciudad. Pero en los círculos en que se mueve la prensa o los internacionalistas, cualquier chispa puede encender los nervios.

De esas sensaciones de los ocho mexicanos en Bagdad, los enviados de la cancillería mexicana tuvieron hoy una probadita.

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