Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Sábado 15 de marzo de 2003
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Deportes
Paco era un caso perdido; "me orino en la bandera" del equipo, le comentó a Oscar Pérez

Palencia, Abreu y el Conejo, entre las 11 bajas en Cruz Azul

Los jóvenes aceptaron las nuevas condiciones y harán frente al torneo local y la Libertadores

Para Baldi, Davino, El Loco y Jiménez "sólo había de una sopa: la rescisión del contrato"

MIGUEL ANGEL RAMIREZ

"Yo me orino en la bandera de Cruz Azul", respondió Francisco Palencia cuando su compadre Oscar Pérez le hizo ver que para ellos era el momento de envolverse con la bandera de los Cementeros y dar todo por ella.

Esto no sólo lo escuchó el popular guardameta; llegó a oídos de la directiva. Paco era desde entonces una causa perdida, pero ayer dolió en la institución que el Conejo apareciera entre los 11 jugadores que aceptaron la rescisión de contrato.

Como los jugadores no se comprometieron a ganar ninguno de los 30 puntos que restan por disputarse en el torneo local, la directiva que encabeza Guillermo Alvarez Cuevas decidió ayer apretar en serio las tuercas.

Citó a todo el plantel en las instalaciones de La Noria para que de una vez firmara su finiquito o aceptara las nuevas reglas. El que estuviera de acuerdo debía trasladarse al estadio Azul, donde se encontraba el equipo de la primera A para entrenar bajo las órdenes de Enrique Meza, por si había necesidad de echar mano de ellos en el juego contra Pumas.

Trascendió que la charla en La Noria estuvo lejos de ser cordial; hubo reproches, porque los jóvenes le hicieron ver a Palencia, Sebastián Abreu, Sergio Almaguer y compañía, que ellos apenas estaban empezando y no habían tenido la oportunidad de hacer un capital.

Se concretó la división del grupo y empezaron a llegar noticias al estadio de que podían contar con cuatro jugadores, 10, y cuando el número llegó a 14 se lo notificaron a Meza para que cambiara de planes con los de la primera A.

Como en el barrio

Al hacer su aparición en el estadio Mario Ortiz, Yosgart Gutiérrez, Iván Moreno, Gerardo Blanco, Miguel Angel Gómez, el auxiliar Horacio López Salgado y otro ayudante empezaron a armar una posible alineación en plenas escaleras. No importaba si estaban en ritmo o en condiciones de jugar; había que completar el cuadro.

Meza empezó a trabajar hasta que en La Noria se conoció que 11 jugadores dijeron no a la nueva propuesta de la directiva y aceptaban su rescisión de contrato, aunque sólo siete tenían la oportunidad de continuar en el plantel.

Benito Pardo, director deportivo de la institución, informó que algunos elementos podían elegir entre dos opciones (recibir la liquidación o aceptar las modificaciones), pero para otros únicamente "había de una sopa: la rescisión del contrato". No quiso revelar los nombres ni para cuántos era esta oferta.

Sin embargo, trascendió que los que estaban en la lista negra eran Abreu, Flavio Davino, Daniel Baldi y Gilberto Jiménez, pues todos tienen algo en común: estaban a préstamo en el club. Como sólo llegaron a crear problemas y ya no serían tomados en cuenta la siguiente temporada, era mejor acelerar su salida.

De los siete futbolistas restantes se confiaba que Oscar Pérez demostrara su cariño por los colores y se quedara, al igual que Melvin Brown. Sin embargo, ambos terminaron uniéndose a Miguel Zepeda, Pablo Galdames, Julio César Pinheiro, Sergio Almaguer y Palencia.

Paco, a quien el club le aguantó que viajara constantemente a España para ver a su novia, fue de los que no quiso saber nada de la prensa al concluir la reunión en La Noria. Pinheiro no siguió sus pasos y fue el primero en anunciar que 11 jugadores ya estaban "fuera de Cruz Azul".

Explicó que fue una cuestión de dignidad y que confiaba en que no fueran catalogados de "conflictivos". Insistió en que había un contrato firmado con anterioridad y sólo pedían que fuese respetado.

Para él existe gente honesta en el medio, que ignorará las versiones de que ningún club los contratará en solidaridad con la gente de Cruz Azul.

Agregó que ojalá todos hubieran seguido "en el mismo barco". Sin embargo, comprendió la situación de "14 chavos", quienes argumentaron que no se sentían preparados para afrontar una situación así.

Sebastián Abreu, por su parte, dijo que después de lo de ayer se levantará de su cama y podrá mirar a quien sea, pues actuó con dignidad y convicción. Resaltó que nadie les puso una pistola a los directivos cuando se firmó el contrato, y por eso no tenían razón ahora de desconocerlo.

Consideró que en todo el mundo es así y por eso han recibido muestras de apoyo.

Plan D

Pese a las rabietas que anduvo haciendo en las tribunas del estadio Azul, al concluir las negociaciones Benito Pardo no sólo dijo que estaban preparados para este desenlace, sino lo aplaudió.

Estimó que ahora habrá un ambiente sano; "no se verán vedetismos". Agregó que "la directiva queda muy contenta", porque de ahora en adelante "se podrá ganar, perder, pero habrá entrega absoluta".

Los casos de Oscar Pérez y Melvin Brown, reconoció, los dejaron muy tristes por todo lo que representaba el primero, a quien se le dio "el trato de símbolo", y porque a Melvin hasta tuvieron que intervenir hace poco para que la Federación Mexicana de Futbol le pagara lo que le correspondía por su participación en la selección.

Informó que el contralor del club, Carlos Alonso, se encargó de las liquidaciones en La Noria, y él de las modificaciones al contrato con los que se quedaron.

Explicó que los jugadores ganarán ahora con base en los resultados. Se llevarán el "ciento por ciento de su salario" si ganan 23 de los 30 puntos por disputarse en el torneo local.

Confía en que podrán hacer frente a la Copa Libertadores, aunque la liga local prácticamente la dan por perdida.

Anunció que la próxima semana se reunirán con Meza para ver los refuerzos que necesitarán la siguiente temporada; los 10 partidos restantes de este torneo piensa que deberán tomarlos "de pretemporada".

El nuevo técnico cementero no hizo dramas. Aseguró que se puede trabajar con el grupo de jóvenes que quedó y, pese a ser algo inusual, es un "interesante reto" para él.

-¿Ese es su plan B?

-No, este es el D, bromeó.

Por último, aunque todavía existía una ligera esperanza de que alguno de los 11 jugadores metiera reversa, confesó que no buscaría a nadie. Comentó haber hablado mucho y las palabras "se las lleva el viento"

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