Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Viernes 21 de marzo de 2003
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Economía

ECONOMIA MORAL

Julio Boltvinik

Reflexiones sobre la invasión a Irak

Reconfiguración fascista del capitalismo
ƑDemocracias nacionales inútiles?

La economía moral es convocada a existir como resistencia a la economía del "libre mercado": el alza del precio del pan puede equilibrar la oferta y la demanda de pan, pero no resuelve el hambre de la gente

LO QUE HA DADO inicio contra Irak esta semana no es una guerra, sino un ataque unilateral, una invasión, un genocidio. Preconiza el comienzo de una era de oscuridad para la humanidad, a menos que paremos al nuevo emperador del mundo. El gobierno de un país, Estados Unidos (de muy dudosa legitimidad, por cierto), decide (con el apoyo de otro gobierno comparsa, Gran Bretaña) que otro país, Irak, constituye una amenaza para su seguridad nacional y la del mundo, y a pesar de las evidencias en sentido contrario, reiteradas al mundo por el señor Blix, jefe de los inspectores de Naciones Unidas, decide lanzar un ataque preventivo para eliminar al dictador malévolo y su supuesto arsenal de destrucción masiva. Como concluyó que no podría lograr los votos necesarios para legitimar su ataque (en parte por la resistencia del gobierno de México, lo que hay que aplaudir, a pesar de las ambigüedades mostradas), el ataque se lleva a cabo al margen del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, el mecanismo que los países triunfadores de la Segunda Guerra Mundial (encabezados por Estados Unidos) crearon para asegurarse su supremacía colectiva sobre el mundo. Pero como la supremacía colectiva que prevalecía en alguna medida entonces (sobre todo por el contrapeso que la URSS significaba) ha sido sustituida por la abrumadora supremacía militar de un solo país, Bush ya no necesita al Consejo de Seguridad, ya no necesita a la Organización de las Naciones Unidas, ni a la OTAN, ni a ninguna de las instituciones internacionales que no le son funcionales a su proyecto hegemónico. (Por eso sí le son útiles el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, que imponen en el mundo el régimen económico que a Estados Unidos le conviene.) Como dice Paul Krugman: a "la administración del presidente George W. Bush no le gusta jugar de acuerdo con las reglas. Recordemos: esta administración mandó a volar a Europa en el asunto de calentamiento global, a Rusia, en la cuestión de los misiles, a los países en vías de desarrollo con respecto al comercio y el acceso a fármacos vitales; a México, en el tema migratorio, y además insultó gravemente a los turcos y abandonó la Corte Penal Internacional. Todo eso en tan sólo dos años" (El Universal 19/03/03). Habría que añadir la promulgación de su nueva ley agrícola que desconoce todos los acuerdos internacionales sobre los subsidios agrícolas.

ƑCUALES SON LOS SIGNIFICADOS profundos de esta guerra? En un texto espléndido ("La globalización como mito y simulacro histórico", Eseconomía, NŶ 2, Invierno 2002-2003, revista trimestral de la Escuela Superior de Economía del Instituto Politécnico Nacional), Luis Arizmendi empieza recordando cómo Walter Benjamín se opuso radicalmente a "la concepción que el discurso del poder proyecta de la historia del capitalismo planetario como puro progreso, como un continuum de avances tecnológicos y políticos pretendidamente indetenibles, que, más bien, recubren y justifican la presencia de todo un alud de destrucciones y mutilaciones de la vida social que tienen en el fascismo -es decir, en el 'estado de excepción' que llega a hacer del aterrorizamiento de la sociedad la fuerza que impulsa y reivindica el terrorismo de Estado1- una ominosa configuración del mundo social que, debajo de la democracia aparente, presiona cada vez más por convertirse en un estado generalizado de afirmación o, lo que es lo mismo, de apuntalamiento del poder del capitalismo moderno" (p. 27). Continúa el autor señalando cómo después del 11 de septiembre Estados Unidos ha implementado el "simulacro de la lucha contra el terrorismo como camuflaje que recubre una peligrosa tendencia hacia la mundialización del terrorismo de Estado" (p. 28), lo que impulsa "la reconfiguración fascista del capitalismo contemporáneo", una configuración de la mundialización capitalista altamente depredatoria que "no nada más no se detenga ante los profundos y riesgosos desequilibrios ambientales y sociales que desata, sino que, además, apuesta cada vez más en mayor medida a que incluso su recrudecimiento y articulación con los conflictos bélicos podría beneficiarle" (p. 29). Ante este panorama, la única opción de un futuro distinto es "construir un movimiento antisistémico mundializado capaz de contrarrestar la crisis de la civilización y abrirle un futuro mejor a la historia del mundo, transitando hacia otro sistema civilizatorio" (Ibid).

POR LO PRONTO, ni el movimiento pacifista internacional ni la (tibia) resistencia de algunos gobiernos, detuvo la invasión a Irak. Como indicio de que no se trata de un hecho aislado, sino del inicio de las ominosas tendencias descritas por Arizmendi, oigamos otra vez a Krugman: "Todos saben que esta guerra fue ideada, en gran medida, por un grupo de intelectuales neoconservadores que la consideran como un proyecto piloto... En febrero de 2003, el subsecretario de Estado, John Bolton, dijo a funcionarios israelíes que después de derrocar a Irak, Estados Unidos se 'encargaría de Irán, Siria, y Corea del Norte' ".

AL DESATARSE LA INVASION, los medios masivos, especialmente la televisión, en vez de analizar el contexto de la guerra y sus consecuencias, se meten en el escenario del conflicto y, desde la censura impuesta por el comando militar estadunidense, transmiten los detalles más nimios de la guerra, creyendo que ellos constituyen la noticia. Para competir a escala internacional, el noticiario del Canal de las estrellas traslada a su conductor y a un grupo de enviados cerca del escenario de la guerra para cubrir así la noticia, olvidando que la guerra, como el bosque, sólo puede verse desde afuera. Que adentro sólo se ven los árboles. Con ello se olvida la información importante, se abruma a la población con gran cantidad de trivia que la desinforma y, sobre todo, la desorienta. Además, al hablar desde las trincheras del ejército invasor se adopta irremediablemente su punto de vista. Los auténticos corresponsales de guerra tendrían que estar en Irak. Krugman señala, a propósito de los medios, que todas las situaciones embarazosas que mostraban que el gobierno de Estados Unidos mentía cuando intentaba justificar por qué había que atacar a Irak (un supuesto programa nuclear iraquí y la supuesta relación de Hussein con Al Qaeda), casi no fueron mencionadas en los medios noticiosos de Estados Unidos, por lo que la mayoría de los estadunidenses no tienen la más mínima idea por qué el resto del mundo no confía en los motivos de la administración Bush.

EDUARDO GALEANO se pregunta quién eligió a Bush presidente del planeta. Y añade que a él nadie lo llamó a votar en esas elecciones. Después de 70 años de la dictadura perfecta, del sufragio no efectivo, hemos llegado finalmente en México a una situación en la que parece posible (con límites, pero posible) elegir a nuestros gobernantes. Sin embargo, esto ha ocurrido en el momento en el cual gobierna, o quiere gobernar el mundo, un dictador universal. Si a esto le añadimos que las economías de nuestros países se gobiernan cada vez más desde Washington (FMI y BM), es inevitable preguntarse si nuestro gran logro tardío, la democracia electoral, no es inútil, si no llegamos a ella demasiado tarde, cuando ya no sirve para nada.

MAURICIO DE MARIA y Campos, embajador de México en Sudáfrica, me envió su más reciente artículo para El Financiero, en el cual analiza el tema de las sanciones en el seno de la ONU. Recuerda que el país que estuvo sujeto al mayor número de sanciones fue la Sudáfrica del apartheid y señala que "a pesar del largo sufrimiento de su población mayoritaria, es el ejemplo más positivo de lo que las sanciones internacionales pueden lograr". "El segundo país en cuanto a la duración de las sanciones en su contra -continúa De Maria- es Irak, al que desde la guerra del Golfo en 1991, la ONU ha aplicado un régimen de sanciones." En su opinión las prohibiciones comerciales y de inversiones a Irak han sido eludidas, pero las sanciones han resultado en un grave deterioro de la calidad de vida de la mayoría de la población (Irak descendió más de 30 puntos en el índice de desarrollo humano que el PNUD calcula año con año). Nuestro embajador pone entonces en duda el sentido de tales sanciones si no se logra el efecto buscado en el cambio de conducta del gobierno sancionado y, en cambio, se afecta gravemente a la población. Cita De Maria a un experto egipcio que en una reunión reciente sobre el tema recordó que las sanciones pueden ser vetadas por cualquiera de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad, lo que significa que no se pueden aplicar a ninguno de ellos. Estados Unidos no puede temer sanciones de la ONU por su invasión a Irak. Nuestro embajador termina señalando que, aunque el sistema de gobierno de la ONU es antidemocrático y obsoleto, es lo mejor que tenemos, por lo que convoca a defenderla, rescatarla y reformarla después.

EN EL MERECIDAMENTE famoso capítulo de El capital sobre la acumulación originaria de capital, Marx mostró cómo el capitalismo nace "empapado en sangre"; cómo la violencia fue un requisito para expropiar a los productores sus tierras, convirtiéndolos en fuerza de trabajo libre (en un doble sentido: libre de las restricciones y compromisos del régimen feudal, pero libre también de toda propiedad de medios de producción), disponible para ser contratada como población asalariada. Para que el capitalismo surgiera era necesario que cierto número de personas hubiesen acumulado masas de dinero suficientemente grandes para poder contratar a esos hombres libres. Para ello la violencia de la conquista (y de sus formas de trabajo esclavo o semiesclavo en las minas), de la piratería, y de muchas otras formas, jugaron papel central. La violencia nunca ha sido ajena al capitalismo. Mediante ella el capitalismo se ha extendido por el mundo y ha destrozado todas las barreras que se le oponen.

EL CAPITALISMO CONTEMPORANEO está dominado por las empresas trasnacionales que buscan expandirse por todo el globo. Una de las barreras que se oponen a su expansión son los regímenes que mantienen empresas públicas nacionales que dominan ramas importantes de la producción. Estas frenan la privatización que el capitalismo mundial ha venido "impulsando por la vía pacífica" (imponiéndola en los convenios de estabilización y de ajuste estructural del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional). Una de estas ramas es la del petróleo, en la cual la familia Bush tiene fuertes intereses personales y donde el gobierno de Hussein, como el de Fox y el de Chávez, mantienen empresas públicas que frenan la expansión de las trasnacionales. En este sentido, como lo ha hecho notar Alfredo Jalife, la invasión a Irak es violencia para privatizar su petróleo.

1 Véase la siguiente frase de Eduardo Galeano para confirmar lo acertado de la afirmación de Arizmendi: "Títulos de los diarios en los días previos a la guerra: 'Estados Unidos está pronto a resistir el ataque. Récord de ventas de cintas aislantes, máscaras antigás, píldoras antirradiaciones... ƑPor qué tiene más miedo el verdugo que la víctima?' " Galeano se responde a sí mismo apuntando a los riesgos de que se desate una conflagración mundial. Pero me parece que es mejor la respuesta que está en el texto de Arizmendi: es necesario el aterrorizamiento de la sociedad para mantener el estado de excepción e impulsar el terrorismo de Estado.

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