Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Viernes 21 de marzo de 2003
  Primera y Contraportada
  Editorial
  Opinión
  Correo Ilustrado
  Política
  Economía
  Cultura
  Espectáculos
  CineGuía
  Estados
  Capital
  Mundo
  Sociedad y Justicia
  Deportes
  Lunes en la Ciencia
  Suplementos
  Perfiles
  Fotografía
  Cartones
  Librería   
  La Jornada de Oriente
  La Jornada Morelos
  Correo Electrónico
  Búsquedas 
  >

Cultura
LA MUESTRA

Carlos Bonfil

Millennium mambo

Ambivalente retrato generacional Entorno de modernidad

HOU HSIAO HSIEN es en la actualidad uno de los realizadores chinos más sobresalientes y de mayor presencia internacional, con un nivel de búsqueda estética comparable al de Wong Kar Wai (Angeles caídos) o al de Tsai Ming Liang (El hoyo). De lo poco que se conoce en México de su extensa filmografía destacan dos películas: El maestro de marionetas (1992), retrato del marionetista Li Tien Lu, que es pretexto para elaborar un fresco fascinante de China en la primera mitad del siglo XX, y Flores de Shan-ghai (1998), descripción de la vida en un prostíbulo (''casa de flores") a finales del siglo XIX -un festín de imágenes sensuales en largos planos secuencias, una evocación de atmósferas de encierro y abandono erótico, que paradójicamente deviene un filme sobre el pudor y la complejidad de los sentimientos.

PARA QUIENES CONSERVAN del cineasta esta imagen de explorador esteta de épocas pasadas, una cinta como Millennium mambo sorprenderá por su título y por su moderna ambientación en un medio de discotecas y de interiores con intensísimos colores primarios (fotografía magistral de Mark Lee Ping-bing, camarógrafo de Deseando amar -In the mood for love, de Wong Kar Wai). Según declaraciones del realizador, Millennium mambo sería la primera parte de un nuevo proyecto: una serie de retratos de la vida cotidiana en Taiwán, con énfasis en los cambios en el estilo de vida de una juventud expuesta a una creciente influencia occidental, escéptica frente a las tradiciones locales, ansiosa de procurarse sensaciones nuevas mediante la música tecno y el consumo de estupefacientes, en particular, el éxtasis.

EN ESTA CINTA, sin embargo, no hay una sombra de comentario moralista, ni siquiera una imagen juvenil colectiva. Todo se concentra en el retrato de una joven, Vicky (Shu Qui), que trabaja en un bar de moda y padece los celos y el asedio sentimental de su joven compañero, Hao Hao (Tuan Chun-Hao), mientras frecuenta a Jack (Jack Kao), un hombre mayor, gánster de sentimientos nobles, que la protege y busca en ella una incierta posibilidad de reposo.

EL PROCEDIMIENTO narrativo es interesante: una voz en off, la de la protagonista, comenta su propia historia, pero a una distancia de 10 años, como si al utilizar la tercera persona se refiriese a una experiencia personal superada, a una Vicky menor, sobre la que lanzara una mirada más lúcida y a la vez cálida. La acción se sitúa en 2001, y hay referencias al reciente cambio de milenio, pero el comentario en off procede del año 2011. Hou Hsiao Hsien elabora un retrato generacional muy ambivalente.

LAS FORMAS EN que los protagonistas viven la sexualidad y el compromiso amoroso son a tal punto ambiguas, que pronto semejan manifestaciones de falta de interés y abulia. La dependencia amorosa de Vicky, el asedio frenético de Hao Hao, no conducen dramáticamente a ningún lado. El espectador no tiene asideros suficientes para comprender el comportamiento de estos personajes que parecen cercanos, en su desidia y hartazgo existencial, a los jóvenes de Bresson en El diablo probablemente (1977).

EL REALIZADOR CONCENTRA su interés en su protagonista, la sigue en su deambular urbano y más adelante en su visita a una provincia nevada de Japón (una secuencia estupenda), describe someramente su rutina en el bar y captura detalles de su vida doméstica con movimientos de cámara de fascinante languidez, haciendo siempre del encuadre su mejor propuesta artística.

PARA ELABORAR SU retrato generacional y describir su entorno de modernidad, Millennium mambo no recurre a un lenguaje visual novedoso, a una estética de videoclip o a un montaje acelerado. Hou Hsiao Hsien se atiene a su característica elegancia visual, tan sugerente aquí como en Flores de Shanghai, una de sus mejores obras.

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
Día Mes Año