La Jornada Semanal,   domingo 13 de abril del 2003        núm. 423
Poesía joven de Colombia

Collage de Giovanni TroconiAsistimos a Bogotá una delegación de poetas mexicanos (José Ángel Leyva, Armando Alonso, León Placencia Ñol, Luis Fernando Ortega y Leticia Luna, entre otros) al x Festival Internacional de Poesía de Bogotá, Colombia, del 16 al 20 de julio de 2002, organizado por la revista literaria Ulrika y la Casa de Poesía Silva. Constatamos el auge de una poesía joven que se origina en Colombia, cuya existencia denota presencias como la del legendario José Asunción Silva y los clásicos de la literatura castellana; esta muestra evidencia también las difíciles condiciones por las que atraviesa el hermano país sudamericano: la violencia se apodera de las calles, la poesía del espíritu. Las voces de estos poetas jóvenes han sido tocadas por ese "apetito de misterio" del que habló Ortega y Gasset. Nunca como en Bogotá vi tanta gente reunida en lecturas de poesía con el anhelo de escuchar el mensaje de los poetas y celebrar con William Carlos Williams que "Es difícil/ sacar noticias de un poema/ pero los hombres todos los días/ mueren miserablemente/ por no tener aquello que/ tienen/ los poemas."

RICARDO VENEGAS


Carolina Daza
(1980)

Pasillo int. día

Cuelgo mi morbosa mirada
sobre el ruedo de su falda
tejiendo su afán a mi inocencia.

El morbo crece
mientras ella se aleja
sin darse cuenta
del espía que la acompaña

Casa int. noche

Papá rema con fuerza y decisión
buscando la orilla de la cama.

Mamá presta sus senos como remos
pidiendo "más" velocidad

Desde mi lancha alcanzo a ver
cómo las olas vestidas de sudor
han pasado entre los dos
más de una vez.

Paula Andrea Altafulla Dorado
(1978)

Magia

El día de hoy
aún no ha terminado

Siento la vida deprisa
redundan en mi cabeza
los asombros del día

Ha llegado la tarde
y con ella quizás se espante
el hechizo

No falta sino esperar
que el último rayo de luz
configure el recuerdo.

El ser en accidente

Aunque la palabra se escape
y no se acoja a mi ser
él sin pretensión la añora
es una ausencia que le socava

Intentos fallidos
propician embriones
de lo que también siendo
aún no es

Confusiones de la esencia
que producen el ser accidentado

Palabra que es muchas formas
pero sólo una me explica.

Yorlady Ruiz
(1979)

Poema

Me gustan mucho
las duchas llenas de bocas
que se encuentran, se asaltan y revientan
las duchas del desespero
del agua invisible
que nos toma
los baños a la media noche
                   medio ebrios
                   medio reales
me gustan mucho tus bocas infinitas
tus tantas maneras de bañarte.

Me quedo en esta casa
rodeada de todos los cuerpos
se hablan, se dicen lo que son y lo que viven
me quedo mirando el techo
en esta triste parsimonia de la araña
me quedo imaginando tu cuerpo lánguido
cuidando de la noche los malos presagios
una vez desnuda me alejo de este mundo
para esta noche de furias en que es posible robarse
volar por un rato
bañarse de besos
vestirse de manos

El viento que me atrapa
que me corre el pelo
me arranca estos sueños de cometa
el viento
que me trae el aliento de tu boca jadeante
que me llama al exilio de la carne
para volver con mi cuerpo
sobre estos pobres
perdidos del destino que de pronto se mueren.

Liliana Guzmán
(1982)

Revelación

Todo esto ocurrió
Cuando tenía la ventana abierta
Ahora para evitar el temible escape
La cierro con doble llave.

Sonrisa

Te has convertido en la propiedad privada
De la hipocresía.
Te has vestido de insinuación...
Para terminar en esta postura irónica
que dibujo sobre mi rostro.

Isaías Romero Pacheco
(1976)

Poema

Cómo quisiera ser algo que no olvide tu memoria.

Como esos escritos en buses viejos y baratos,
Como esos graffitis sin dueño que juran amores.

Como esos perros callejeros que en cualquier lugar
Los coge la noche.

Antropófaga

El tenedor debe mantenerse
siempre arriba por si se te
escapa algún pedacito que aún
sobreviva a esta antigua relación.

No dejes que palpite más de dos veces.

Javier Cortés Ramírez
(1971)

La poesía falla

falla porque el día pasa lleno de palabras y
memoria
falla todo eso convertido en miseria que
nunca termina
falla porque el vacío en medio del cuerpo,
perenne
falla y falla sin más decir que la lágrima
humedeciendo
todos los tiempos

El cielo cae
y cae nuevamente; todos los tiempos sin
redención
cae y cae sobre este cuerpo de ruinas sin
pensamientos para
mañana.
Cae esta tarde y con ella la mentira y sus
dolores antiguos

Rodolfo Ramírez Soto
(1973)

¿Qué espera el que en la esquina
parado espera?

Acariciado por la media noche
de pie el hombre en la veintidós con décima
tiene nostalgia de vida, tiene preguntas sin respuesta.
Distrae el hambre con el humo
no se mueve de su sitio no se mueve de su odio
de repente se acerca al que no trae suerte
y con su navaja le despoja de todo.

Todos necesitamos víctimas de vez en cuando.

Federico Díaz Granados
(1974)

Ángel para un blues


 
A Irene y Andrea
Hay dos ángeles
que me calcan la ciudad en blanco y negro.

En Trocadero 162
suele descansar la luna en sus últimos silencios.
Tal vez se pueda uniformar la noche
como un ejército de velas
donde pasear la fatiga sea una misión más de los fantasmas.

Aún no sé cuál es el color de la nostalgia
pero creo que es el mismo de las fogatas del alba.

Por eso dicen que en La Habana
el alba es su única estación.

Urgente escucho un blues
para convocar a mis ángeles centinelas
para que me escolten en el próximo equinoccio,
para que remienden mis lágrimas de sangre,
porque caminando por La Habana
en la última desbandada se convirtieron en estrellas.