Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Lunes 21 de abril de 2003
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TOROS

Petición a López Obrador

Proponen crear el Museo Taurino de la Ciudad de México

LUMBRERA CHICO

Todas las ciudades que son importantes en el pequeño planeta de la fiesta brava -Madrid, Sevilla, Córdoba, Ronda, Granada, Lima, Bogotá, Caracas, Huamantla, Tijuana y otras- cuentan con un museo taurino. ƑTodas?, cabría preguntar como en la célebre introducción de Astérix. Y responder: bueno, todas no, hay una ligera excepción. En el Distrito Federal, la concentración humana que aritméticamente posee el mayor número de aficionados y la plaza de toros con mayor cupo en el orbe, no hay un recinto dedicado al estudio de la tauromaquia.

No puede alegarse, en descargo, que no exista una vocación coleccionista entre los adeptos. Allí están, por ejemplo, los tesoros que el doctor Alfonso Gaona conserva, debidamente clasificados, en sus oficinas de la Torre Latinoamericana, a las que el público en general no tiene acceso. O el acervo de carteles, trajes de luces, pinturas y reliquias que exhiben a sus clientes algunos restaurantes, como El Taquito, El Tío Luis o las sucursales del Belmont. Pero nada más.

Preocupados por esta carencia, que habla de lo poco que importa la fiesta de toros en cuanto baluarte cultural de los capitalinos, dos amantes de la fiesta se acercaron a esta página para tratar de poner una carta sobre la mesa de Andrés Manuel López Obrador e invitarlo a reflexionar al respecto. Frente a la plaza Muerta (antes México), sobre la calle de Augusto Rodin, hay un edificio de dos plantas a medio construir, bajo el cual funciona, cuando hay corridas, un estacionamiento de dos pisos. El inmueble, como el terreno, pertenecen a la familia Cossío, dueña asimismo del viejo embudo que le da sombra.

La obra fue impulsada, en su trienio, por el ex delegado ex perredista Ricardo Pascoe, con el fin de instalar un centro comercial que a nadie interesó. Pero allí están los locales esperando la demolición o la ruina. ƑPor qué no erigir ahí el Museo Taurino de la Ciudad de México? Habría que formar, señalan nuestros creativos lectores, un patronato responsable de todo: recaudar el dinero indispensable para integrar un fondo revolvente, solicitar donaciones para constituir una pinacoteca mínima, incorporar a los restauranteros de la zona que fomentarían un atractivo adicional para sus negocios.

López Obrador, añadieron, debe recordar que durante la gestión de Guillermo H. Cantú como presidente de la Comisión Taurina del Distrito Federal se creó un fideicomiso cuyos fondos están depositados en un banco y sin duda han generado intereses. Ese monto podría ser la base del capital necesario para poner en marcha el proyecto. El lugar, además, podría contar con un café-bar para la tertulia y el turismo, y de allí en cierto modo obtendría recursos para su funcionamiento.

La propia Comisión Taurina podría disponer de un espacio para sus actividades y desde allí impulsar la formación de la tan anhelada asociación de tenedores de derechos de apartado, que tendrían un punto de encuentro y deliberación. Pero el espacio de hoy se agotó y el tema queda abierto para la semana próxima.

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