Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Martes 22 de abril de 2003
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Economía
MEXICO SA

Carlos Fernández-Vega

Avanza EU en el control de los puertos mexicanos

TFM entrega el mando a aliado estratégico

NO LES PROVOCARA arrepentimiento ni dolor de estómago, pero sin duda los fanáticos privatizadores de la infraestructura productiva y de servicios del Estado se han llevado un nuevo chasco: ahora con los ferrocarriles, como antes con la banca y tantos otros sectores estratégicos "desincorporados" en las últimas dos décadas a favor de la causa empresarial.

AHORA UN PODEROSO consorcio nacional, propietario de casi 16 por ciento de la red ferroviaria que opera en el país, no es más que un ejemplo adicional de lo que ha sucedido en México a lo largo de esos 20 años -el modus operandi del gran capital autóctono-, en un proceso que ha transitado de la estatización a la privatización y de ésta -previa "alianza estratégica" con capital foráneo, sin dejar a un lado los "rescates" con recursos públicos- a la extranjerización de la mencionada infraestructura, otrora propiedad de la nación.

DICHO CONSORCIO NO es otro que Transportación Ferroviaria Mexicana (TFM), integrante de Transportación Marítima Mexicana, que preside Jorge F. Serrano Segovia, la cual en 1996, asociada con la estadunidense Kansas City Southern Industries, ganó la "licitación" del Ferrocarril del Noreste, con 4 mil 251 kilómetros de vías, de los 26 mil 655 kilómetros existentes entonces, y entró en operación a mediados de 1997. A la fecha, transporta 40 por ciento de la carga ferroviaria que se mueve en el país.

SEIS AÑOS DESPUES, Transportación Ferroviaria Mexicana dejará de fungir como accionista mayoritario y de control, conservando tan sólo 22 por ciento de la participación, para entregarle el mando a (¡sorpresa!) Kansas City Southern Industries, su "socia estratégica", que de entrada decidió desaparecer de un plumazo a TFM y en su lugar crear una "nueva empresa" que se denominará Nafta Rail, porque -sostiene la trasnacional- "cada vez más gente está reconociéndonos como el ferrocarril del TLC".

EL ANUNCIO FORMAL NO fue hecho público por TFM, sino por la propia trasnacional, a través de un comunicado en el que subraya que llegó a un acuerdo con Transportación Marítima Mexicana -dueña de TFM- que sólo tendrá que ser aprobado por sus respectivas directivas, lo que es un hecho. Queda pendiente la aprobación de la Comisión Federal de Competencia, por la parte nacional -aunque, tradición obliga, también puede darse como un hecho- y de la Surface Transportation Board por la estadunidense. Con lo anterior, Kansas City Southern ampliará su ya de por sí amplia zona de influencia. Este consorcio también es propietario de la Gateway Western, la Texas Mexican y la Panamá Canal Railway Co.

DE ACUERDO CON EL anuncio hecho ayer, la parte mexicana conservará 22 por ciento de las acciones, recibirá 200 millones de dólares en efectivo y obtendrá "incentivos potenciales" hasta de 180 millones de billetes verdes, siempre y cuando "se resuelvan futuras contingencias". Adicionalmente el Grupo Transportación Marítima Mexicana obtendrá 22 por ciento de las acciones (20 por ciento con poder de voto y 2 por ciento con voto restringido) de la nueva Nafta Rail, pero el control absoluto será de la Kansas City Southern.

EL COMUNICADO DE la trasnacional señala que el gobierno mexicano aún tiene bajo su poder 20 por ciento de las acciones de Transportación Ferroviaria Mexicana, empresa en extinción que, sin embargo, es titular de una concesión para operar los 4 mil 251 kilómetros de vías del Ferrocarril de Noreste hasta el año 2047, con opción de extenderla medio siglo. Los recursos combinados de las empresas incluirán: 965 locomotoras; 25 mil 206 vagones de carga y unos 181 puntos de intercambio, entre otros.

CON ESTE ACUERDO, José Serrano Segovia trata de aliviar las penurias económicas que enfrenta el consorcio que preside, aunque el ferrocarrilero no es su único dolor de cabeza. De hecho, una semana atrás el Grupo Transportación Marítima Mexicana hizo pública su decisión de vender, en aproximadamente 120 millones de dólares, su participación mayoritaria en los cuatro puertos mexicanos más grandes a otro de sus "socios estratégicos".

EN ESTA OCASION SU "asociado" no resultó otro que el consorcio estadunidense Stevedoring Services of America, la misma trasnacional que el gobierno de baby Bush benefició recientemente, mediante un "contrato inicial" (4.8 millones de dólares) de la Agencia para el Desarrollo Internacional del gobierno de Estados Unidos, para que "administre" el puerto iraquí de Um Qasr.

STEVEDORING SERVICES of America está catalogada como la empresa privada más grande del mundo en operación y manejo de terminales portuarias y tiene presencia en 152 países, entre ellos México, donde hasta ahora administra las terminales de contenedores de Manzanillo, Acapulco y Puerto Vallarta, todavía en asociación con TMM. En América Latina opera cuando menos en Panamá, Chile, Venezuela y Perú, y su "alianza estratégica" con el Grupo Transportación Marítima Mexicana (49 y 51 por ciento, respectivamente) data de mediados de 1995, cuando el gobierno zedillista -el mismo que privatizó los ferrocarriles- les adjudicó la terminal de contenedores de Manzanillo, mediante el pago de 211.3 millones de pesos.

EL GRUPO QUE PRESIDE Serrano Segovia informó que la venta a Stevedoring Services of America se concretaría durante el próximo mayo. Así, la trasnacional estadunidense sería única dueña y operadora de los puertos de Manzanillo, Cozumel, Veracruz y Progreso, o lo que es lo mismo, 45 por ciento de la carga comercial en México. TMM conservaría su participación (51 por ciento) en los puertos de Acapulco y Tuxpan.

LO ANTERIOR, COMO EN el caso de la banca y de los ingenios azucareros, es prueba fehaciente de que los privatizadores incrustados en el gobierno tenían razón: en manos del capital privado, aseguraban, las empresas del Estado funcionarán mejor y garantizarán los intereses nacionales.

Las rebanadas del pastel:

EN TODAS PARTES LA tormenta se ve llegar: bajo el lema "hacemos un mundo de diferencia", la empresa AT&T Latin America, declarada en quiebra la semana pasada, solicitó "voluntariamente" protección legal para sus activos en Estados Unidos... En el silencio podría quedar un segmento de las telecomunicaciones en Argentina, Brasil, Chile, Colombia y Perú, donde opera el "voluntarioso" consorcio.

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
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