Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Viernes 25 de abril de 2003
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Califica a Menem y López Murphy, cercanos contendientes, de "modelos del pasado"

Kirchner, confiado en que ganará "fácilmente" la presidencia argentina

Elisa Carrió llama a "hacer memoria" y pide terminar con el "voto especulativo"

STELLA CALLONI CORRESPONSAL

Buenos Aires, 24 de abril. En el último día de campaña para los comicios presidenciales del próximo domingo en Argentina, el candidato oficialista, Néstor Kirchner, uno de los tres abanderados peronistas y de los favoritos para pasar a una segunda vuelta, sostuvo este jueves que el 27 de abril no se "define una elección interna peronista, sino el modelo que va a elegir el país hacia el futuro. No es un problema de internas ni de coyuntura, sino ideológico y de conceptos. Es un cambio".

El ex presidente peronista Carlos Menem, quien junto a Kirchner y el conservador Ricardo López Murphy comparten un empate técnico en las encuestas, vaticinó que ganará "fácilmente" las elecciones e insistió en que terminará con "el caos, la violencia y la delincuencia".

Kirchner, el candidato del presidente Eduardo Duhalde, cerró esta noche su campaña electoral en el barrio de La Matanza, uno de los bastiones peronistas en el conurbano bonaerense, fuertemente dividido en estos momentos, mientras el ex presidente cerraba con un acto en el estadio de River.

En diálogo con la prensa este día, Kirchner restó importancia a algunas las encuestas que lo ubicaron tercero en la intención de votos y aseguró que el ballottage (segunda vuelta) será entre él y Menem.

Sin embargo, Kirchner consideró como "un acto de reducción política" pensar que estos comicios son una mera interna peronista, como señalan algunos analistas. "Se trata de otra visión del país", dijo. También recordó que el candidato de los sectores neoliberales, Ricardo López Murphy, a quien una encuesta colocó hoy por primera vez como favorito y que fue ascendiendo en las últimas semanas, tiene una historia detrás que lo lleva hasta su papel como funcionario de la dictadura militar (1976-1983), y que además fue parte del continuismo económico neoliberal aplicado por el gobierno de Fernando de la Rúa, que sucedió a Menem en 1999.

El domingo se elegirá "entre dos modelos, el de concentración económica, exclusión y corrupción de los años 90, o por un modelo alternativo de inclusión social, trabajo" que este abogado de 43 años dijo representar. En política exterior, apoyó la decisión de Argentina de abstenerce en la reciente votación contra Cuba en la Comisión de Derechos Humanos de Ginebra, y dijo que la política de su eventual gobierno será de respeto a la autodeterminación de los pueblos.

Kirchner insistió en que tiene en sus manos los números de los sondeos "desde hace mucho tiempo y no ha habido cambios. El escenario de segunda vuelta es Menem contra nosotros, con 5 o 6 puntos de diferencia respecto del tercero, en el que aparecen (Adolfo) Rodríguez Saá y (Ricardo) López Murphy".

"El 27 cambiarán muchas cosas"

Sostuvo que hay sectores que quieren ver a Menem o López Murphy, disidente de la Unión Cívica Radical, en el gobierno, "para tener un gerente nuevamente". Pero "el 27 de abril se van a aclarar muchas cosas, respecto a los encuestadores. Veremos quién dijo la verdad y quién no".

Durante el acto de cierre de campaña, Kirchner, ex gobernador de Santa Cruz, pidió el voto de los electores independientes, peronistas, radicales, sociales, y "nuevas fuerzas políticas" para unirse contra Menem y López Murphy, a quienes llamó "modelos del pasado".

López Murphy, el hombre que se colocó entre los favoritos cuando ya se pronosticaba una segunda vuelta entre peronistas, cerró su campaña la noche del miércoles, pidiendo "juego limpio" el domingo y afirmó que "en ningún lugar de la Constitución dice que el presidente tiene que ser justicialista, y menos que tiene que ser Carlos Menem".

En tanto, los dos candidatos que le siguen, el peronista Adolfo Rodríguez Saá, y Elisa Carrió, de Afirmación para una República Igualitaria, como se llama ahora la ARI, hicieron sus cierres este jueves. Rodríguez Saá lo hizo en su feudo, la provincia de San Luis, que gobernó durante 18 años, donde denunció "una operación de prensa descomunal" en su contra, mientras Carrió lo hizo en un modesto acto, realizado en el centro de Buenos Aires ante unos 500 simpatizantes. La ex diputada que se hizo popular por sus investigaciones sobre la corrupción y que llegó a encabezar las encuestas hace seis meses, llamó a "hacer memoria" y "terminar con el voto especulativo", al tiempo que pronosticó una "sorpresa" el domingo.

El candidato de la alicaída Unión Cívica Radical (UCR), otrora fuerza rival del peronismo, Leopoldo Moreau, denunció que a Elisa Carrió la sacaron de los sondeos para imponer a López Murphy. "La corrieron por derecha", sostuvo en el cierre de campaña en la ciudad de Rosario, y afirmó que los mismos sectores que apoyan a Menem están gastando millones de pesos para la campaña de López Murphy. "Inventaron la teoría del voto útil", dijo.

Por lo pronto, la campaña de López Murphy, basada en que no existen diferencias entre lo que propone como candidato y lo que ha sido su vida profesional, ha sido considerada por los encuestadores como la mejor estructurada y la más positiva. Y también tan cara como la de Menem.

Menem hizo un cierre a su estilo: con camiones traídos desde las zonas suburbanas -previo reparto de dinero y sandwiches-, donde cuenta con los sectores más pobres entre los pobres, como señaló el titular de la encuestadora Ceop, y sus amigos del otro sector, los nuevos ricos surgidos durante su gestión (1989-99) en costosos automóviles, más los grupos de la farándula que lo acompañaron durante su gestión. No faltó un espectáculo de pirotecnia, que mostró el alto costo de su campaña.

Aprovechó para recordar el presunto embarazo de su esposa, la chilena y ex Miss Universo Cecilia Bolocco, al sostener que su hijo venía "con la banda presidencial".

Además de considerarse "el verdadero justicialismo", en alusión al peronista Partido Justicialista, prometió hacer respetar "el derecho de propiedad" y criticó a los "idiotas de siempre".

Anteriormente, se lanzó contra Duhalde, a quien acusó de "inflar" la figura de López Murphy, para impedir que gane las elecciones. "Duhalde siente un odio hacia mí, no sé por qué. ¿Qué le hice para que me odie tanto?", se preguntó el ex mandatario en su mejor estilo de dar estocadas a fondo. Tampoco se salvó López Murphy, "otro de los fracasados de la Alianza (que gobernó entre 1999-2001)".

"Vuelvo con hombres y mujeres nuevas para devolver la calidad de vida a los argentinos, vuelvo para terminar con el caos, la violencia, el desorden, la delincuencia", dijo esta noche Menem, que prometió defender "el derecho de propiedad" y amenazó a los piqueteros.

"¿A quien le gusta encontrarse con las rutas bloqueadas?", dijo en alusión a las protestas de los desempleados. Entonces aseguró que a los delincuentes hay que ir a buscarlos a sus guaridas, agradeció a las fuerzas de seguridad que arriesgan sus vidas para combatir al delito, y advirtió que "vamos a saturar las calles" de policías y fuerzas de seguridad.

El hombre que hundió en el desempleo y la pobreza a decenas de miles de argentinos tras una década de gestión prometió que iba a terminar con el hambre y la desnutrición. "Vuelvo para colocar a la Argentina en el mundo, para incorporarla con posibilidades" insistió el hombre que prometió la revolución productiva en su campaña de 1989, entre otras cosas que nunca cumplió.

Ahora, prometió además firmas de "libre comercio" con "todas las potencias", incluso con China, donde sus millones de habitantes "esperan alimentos argentinos", así como la construcción de decenas de miles de viviendas, entre otras cosas.

Menem lucía cansado y hasta preocupado en los últimos días y hoy estaba especialmente enardecido al acusar que los sondeos fueron "inflados" artificialmente con el objetivo de que no gane.

Anunció que de ir a una segunda vuelta -aunque para él la victoria llegará el domingo- intentará acordar con diversos sectores; no obstante, todos los sondeos consideran que no podrá vencer en caso de llegar a la segunda vuelta.

López Murphy pidió ayer a los argentinos que se decidan a votar por él que lo hagan con "mucha responsabilidad", ya que en este momento es muy importante la sensatez ante los problemas de gobernabilidad que hay por delante "y una fuerza nueva como la nuestra tiene más problemas aún", en aparente alusión a que el Congreso está dominado por los peronistas.

En desacuerdo con lo que han dicho los candidatos justicialistas opositores de Menem, sostuvo que el peronismo se iba a unificar en la segunda vuelta , ya que no hay "diferencias en sus programas", aun cuando su propuesta económica es más parecida a la de Menem, mientras Kirchner promete una mayor participación del Estado, en tanto los análisis y las propias empresas de sondeos interpretan que la fragmentación del peronismo no es coyuntural sino que expresa una crisis irreversible en ese partido, especialmente después del paso de Menem por el poder.

Quizá, en este contexto, el acto más conmovedor resultó el de Carrió, quien a pesar de los sondeos sigue teniendo una importante intención de voto en los sectores urbanos y en muchos lugares del interior. Fue la única candidata que realizó una campaña humilde, sin aceptar fondos de grandes empresas. "Hemos luchado contra todo por la verdad", dijo esta mujer, que en el mismo acto rindió cuentas del costo de su campaña.

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