Las diosas de Irak patrimonio femenino de la humanidad

Analía Bernardo *


"A Inanna, que sale del cielo,
quiero dirigirme para una salutación,
a la Sacerdotisa que sale del cielo,
quiero dirigirme para una salutación,
A la antorcha que llena el cielo,
al diamante, a Inanna que resplandece como el sol,
a la gran Señora del cielo, a Inanna,
quiero dirigirme para una salutación.
...
Rápidamente Ella conoce al justo,
reconoce al malvado,
condena al malvado,
destroza al perverso:
pero al justo lo mira con favor
y le otorga un buen destino.
Mi Señora lanza su benigna mirada
sobre ellos desde el centro del Cielo
y ellos desfilan ante la poderosa Inanna."

A mediados del III milenio A. C., las sacerdotisas de Inanna y de otras diosas comenzaron a escribir en tablilla de barro, con caracteres cuneiformes, este y otros himnos sumerios. Bajo el patrocinio de Nisaba, la diosa agrícola inventora de la escritura, las sacerdotisas también utilizaban la escritura cuneiforme para administrar política y económicamente los templos donde -junto con los ritos sagrados- se llevaban a cabo diferentes actividades comerciales, artísticas, oficios, talleres, almacenes de cereales, elaboración de pan, de aceites, inciensos y tejidos.

"La Señora de la buena palabra,
cuyos poderes divinos no pueden ser usurpados,
Nanshe, ella debe ser alabada en los países...
Su principal escriba, Nisaba,
coloca las preciosas tablillas en las rodillas
y toma el dorado estilete en la mano..."

Este fragmento de otro himno celebra a Nanshe, la diosa de la ley, la justicia, los oráculos y el destino, la hija de Inanna que en la Montaña Pura dicta sus leyes. Junto a ella, Nisaba escribe en las tablillas las leyes y mandatos enunciados por Nanshe y los da a conocer al pueblo de Sumer.

Otras diosas -como Gula, patrona de la medicina; Baba, diosa del calendario y del Año Nuevo; Nintu, patrona de la agricultura, Ninkal, la madre solar de Inanna- también fueron celebradas en las tablillas sumerias cuando los cantos y alabanzas transmitidos oralmente durante uno o dos milenios fueron finalmente plasmados en las tablas de Nisaba por las sacerdotisas, a las que se considera las inventoras de la escritura.*

Muchas de estas tablillas han sido rotas y robadas del museo de arqueología de Irak en medio del caos que Bush dejó cuando terminó de lanzar su lluvia de bombas aniquiladoras sobre los actuales habitantes de la ancestral tierra de las diosas de Sumer.

Ante los miles de civiles iraquíes asesinados de manera cruel y violenta, la pérdida de las tablillas y otros tesoros arqueológicos pasa a un segundo plano. Pero si miramos la devastación en todos los frentes, las mujeres tenemos un motivo más para declarar a Bush criminal de guerra por su indiferencia ante el saqueo de ese patrimonio de la humanidad en medio de una brutal conquista armada a un pueblo oprimido y pobre.

Un patrimonio que demostraba de manera contundente el papel protagónico de las mujeres en la creación de una de las más antiguas civilizaciones, donde las sumerias tuvieron una activa participación en el gobierno, la religión, la agricultura, la economía, la medicina, las artes, la poética erótica y la sabiduría, y una igualdad de género que hasta hace un siglo no teníamos en la cultura occidental y cristiana.

Evocando a la sacerdotisa que alababa a Inanna hace 4500 años, cantemos nosotras con ella: "Rápidamente reconocemos al malvado / Condenamos al perverso / Pero con los justos construiremos un buen destino..."

* La escritura es uno de los tres inventos donde las mujeres estuvieron implicadas como descubridoras y creadoras en distintas culturas nativas, junto a la agricultura y el calendario lunar-estacional. Las diosas que aparecen en los mitos y cantos sagrados como patronas de estos inventos nos dicen que han sido las mujeres las primeras en estar vinculadas a esas actividades y conocimientos.

La autora es argentina, escritora y periodista, experta en mitos y tradiciones de las diosas. Correo electrónico: [email protected]